La Mano del Rey
Por Sergio Ariza
Antes de que hubiera un Mick y un Keith, un Robert Plant y un Jimmy Page, estuvieron Elvis y Scotty Moore. Al primero no hace falta recordarle, sigue siendo el Rey, pero a Winfield Scott Moore III, nacido un 27 de diciembre de 1931 y muerto un 28 de junio de 2016, no le recuerda tanta gente. Algo totalmente injusto si recordamos que Scotty fue el primer 'guitar hero' de la historia del rock, el hombre que convirtió al instrumento en el sinónimo del género y que estuvo en aquella mítica sala de grabación de Sun Records el 5 de julio de 1954, junto a Elvis y Bill Black, con Sam Phillips en la cabina, en la que la música negra se fundió con la blanca, el blues con el country y nació el rock and roll.
Desde luego que al rock and roll se le pueden poner muchas fechas de nacimiento, y muchas son anteriores a esa, pero aquel día nació el mito que lo propagó por todo el mundo hasta convertirlo en la música más importante del Siglo XX. Scotty Moore es parte fundamental de aquel mito, siendo la mano derecha de Elvis y su guitarra solista. Aquel trío, conocido como los Blue Moon Boys grabarían varios singles para Sun que siguen siendo la piedra Rosetta del rock, como Blue Moon of Kentucky, Good Rockin’ Tonight, Baby Let’s Play House o Mystery Train, su energía era increíble y muchos pasan por alto que solo había una voz, una guitarra acústica, una eléctrica y un bajo. Juntos hicieron historia y comenzaron a propagar la fiebre del rock por partes, primero fue Memphis, luego el Sur de EEUU, posteriormente todo el país y, finalmente, el mundo.
Todo había comenzado cuando Elvis Presley se pasó por los estudios Sun de Memphis en 1953 para grabarle un disco a su madre. Sam Phillips, el dueño del estudio, vio un tremendo potencial en la voz de aquel joven de 18 años. De momento no sabía qué hacer con él, pero hacía poco había grabado un disco de Doug Poindexter y los Starlite Wranglers y se había quedado prendado del sonido de su guitarrista, un seguidor de Chet Atkins que respondía al nombre de Scotty Moore. Junto a él también estaba el bajista Bill Black y Phillips decidió llamarles para que se juntaran al cantante y ensayaran cosas con él. Tras un par de sesiones infructuosas el 5 de julio de 1954, en un descanso, Elvis comenzó a tontear con una versión del 'That's all right (mama)' del bluesman Arthur Cudrup, al poco Bill Black se le unió al bajo y Scotty no tardó en conectar su Gibson ES 295 de 1952, una guitarra que había conseguido un año antes al cambiarla por una Telecaster, y unirse. Phillips no se podía creer lo que escuchaba, el rythm & blues negro se mezclaba con el country blanco y surgía el rockabilly. Rápidamente les dijo que lo repitieran para que pudiera grabarlo, cuando terminaron Black exclamó: "Si pones eso en la radio nos van a echar del pueblo a patadas". Pero Phillips sabía que estaban a punto de cambiar la historia.
Así fue, a la tarde siguiente se volvieron a juntar para grabar su versión de 'Blue Moon of Kentucky', una canción country a la que daban su particular toque. Todo lo que tocaban era oro y el periodo de Sun dio los mejores momentos de la carrera de Elvis. No debería haber un solo melómano que no tuviera todas y cada una de las canciones que grabaron en el siguiente año y medio. En todas ellas Moore utiliza su Gibson ES 295, una de las guitarras más míticas de la historia, y, al igual que Elvis con la voz, funde en su fraseo sus influencias country, con Atkins y Merle Travis a la cabeza, con las del blues de gente como Pat Hare. Pero antes de dejar Sun, hubo otro cambio fundamental, el 7 de julio de 1955 Scotty cambió su ES 295 por una Gibson L5 del 54. A eso se sumó que había encargado un amplificador EchoSonic a un hombre llamado Ray Butts que le había construido uno a Chet Atkins. Este tenía solo 25 vatios de potencia pero tenía un sistema de delay que le permitía reproducir el eco del sonido 'slapback' del estudio Sun. Tanto la nueva guitarra como el nuevo amplificador serían estrenados en 'Mistery train', una de las mejores canciones de todos los tiempos y el single de despedida de Elvis en Sun. Aquel amplificador le acompañaría toda la vida, la guitarra no.
Para entonces al trío original ya se le había sumado el batería DJ Fontana y a Scotty lo había sustituido el 'Coronel' Tom Parker como mánager de la banda. Este no tenía ningún interés por los músicos de su nuevo protegido y Elvis pasó a estar aislado de ellos, igual que del resto del mundo. Parker les puso una paga, 100 dólares por semana o 200 si había actuación y quedó limitado su acceso al cantante. Mientras tanto lograba un acuerdo con RCA por la astronómica cifra, en aquellos tiempos, de 40.000 dólares. El mundo cada vez veía más claro el advenimiento de su nuevo Mesías.
Cuando Elvis fichó por RCA se llevó consigo a los Blue Moon Boys y Scotty siguió dejando su huella en clásicos imperecederos como 'Heartbreak Hotel', 'Too much', 'Hound Dog', en un solo al que el propio Scotty calificó como "psicodelia ancestral", o 'Jailhouse rock', uno de los primeros ejemplos en donde fueron utilizados los 'power chords'. En abril de 1956 Elvis escandalizó a medio país con su aparición en el show de Milton Berle y, de paso, se convirtió en la estrella más importante del país. En menos de un año era el hombre más famoso del planeta.
Sus actuaciones en directo ayudaron mucho a propagar la nueva religión, Elvis era la pieza principal pero no se puede olvidar la increíble participación del guitarrista. Puede que todos los focos estuvieran en Elvis pero muchos jóvenes amantes de las seis cuerdas también tenían oídos para el tímido guitarrista, capaz de mezclar a la perfección los 'licks' country con el fraseo del blues. Keith Richards lo explicaba así "todos querían ser Elvis pero yo quería sea Scotty". No fue el único, George Harrison, Eric Clapton o Jimmy Page han declarado siempre su admiración por el guitarrista fundamental del rockabilly. Su forma de tocar con los dedos, usando una púa de pulgar, fueron una inspiración para la mayoría de guitarristas de la siguiente generación.
Pero su importancia no se veía recompensada monetariamente. Presley generaba millones pero ninguno de sus músicos veía mucho dinero, Scotty y Bill Black se plantaron finalmente en septiembre de 1957, justo cuando el Coronel Parker estaba retirando a Elvis de las actuaciones en vivo para centrarse en las películas, y decidieron marcharse. Elvis se enteró por otros y, a pesar de que le pusieron unos excelentes músicos profesionales, no se sintió a gusto. Así que dos semanas después les volvieron a contratar. Para esa época Moore ya estaba grabando con su tercera gran guitarra, una Gibson Super 400 del 56 que la prestigiosa marca le había regalado en enero del 57. Esta sería el tipo de guitarra que utilizaría durante el resto de su carrera, consiguiendo un nuevo modelo en 1963 al cambiarla con Chips Moman. Lo curioso del caso es que la Super 400 de Scotty volvería a aparecer en las míticas grabaciones del 'Elvis in Memphis' en 1969, en canciones como 'Suspicious Minds' o 'Don't cry daddy' utilizada por Reggie Young al que se la prestaría Moman.
Luego Elvis se fue al servicio militar y el grupo se volvió a quedar en la estacada. Aun así en 1958 se publicó 'Have guitar will travel', un tremendo instrumental rockabilly que se acreditó al Scotty Moore Trio. No hubo suerte y no se convirtió en un éxito, así que Scotty decidió probar suerte como productor y fundó los estudios Fernwood. Lo primero que grabaron fue una canción llamada 'Tragedy' de Thomas Wayne, el hermano del guitarrista de Johnny Cash. Además de producirla, Moore también aportó partes con su guitarra. Fue un éxito nacional, alcanzando el puesto 5, pero no lograron repetirlo. Cuando Elvis regresó en 1960, directo al programa de Frank Sinatra, los Blue Moon Boys estaban allí para tocar con él. Durante los 60 Scotty siguió colaborando con el Rey en canciones como 'Surrender', 'Good Luck Charm', '(You're The) Devil in Disguise' o 'Bossa Nova Baby', además de trabajar como productor para Sam Phillips en los estudios Sun. Cuando en 1964 publicó un disco en solitario en Epic Records, llamado expresivamente 'The guitar that changed the world', Phillips le despidió.
No hubo tampoco más grabaciones con Elvis, así que cuando en 1968 decidió hacer un espectacular retorno televisivo y le invitaron para que estuviera allí con DJ Fontana y el cantante (Bill Black había muerto en 1964) para el especial de la NBC se quedó sorprendido. Nadie le explicó muy bien que tenía que hacer pero, por si acaso, decidió llevarse su Super 400. Los productores habían querido rodear al cantante de amigos y de sus ex músicos para tratar de calmar sus nervios pues llevaba varios años sin tocar en directo. Tras lanzarse a tocar 'Heartbreak hotel’, con Elvis cantando cada nota del solo de Scotty, el cantante decidió cambiar su acústica por la Super 400 de Moore. La magia que propició el despegue del rock volvió a surgir, la actuación pasó a la historia y permitió a Elvis volver a lo más alto.
Pero, a pesar de todo, aquello supuso el fin de su relación con el Rey, nunca más volverían a verse. Scotty se retiró a Nashville donde trabajó como ingeniero de sonido. No fue hasta los años 90 cuando volvió a tocar otra vez en discos y directos, ayudado por otra leyenda de la guitarra rockabilly como Carl Perkins. Antes se había desprendido de su mítica Super 400. Tras años sin tocarla decidió que había llegado el momento de venderla, un coleccionista le ofreció 10.000 dólares y Scotty aceptó. Cuando tiempo después Chet Atkins le preguntó por qué la había vendido tan barata, la respuesta de Moore fue lacónica: "Necesitaba un tractor". Parece ser que nunca se arrepintió, en su página web, en la página dedicada a la guitarra, se puede ver una foto de Scotty en el tractor en 2011 con la siguiente leyenda: "El tractor todavía funciona y, a diferencia de la guitarra, todavía se usa".
En 1997 se reunió con DJ Fontana para grabar un disco de homenaje a Elvis, llamado 'All the king's men' con la presencia de otros guitarristas como Keith Richards, Jeff Beck o Ronnie Wood, una constatación del enorme legado que ha dejado tras de sí. En sus últimos años muchas leyendas se han permitido el lujo de tocar con el hombre que dio al rock sus primeros solos icónicos, gente como Paul McCartney o Clapton.
No es de extrañar, el primer rock and roll es territorio de leyenda. Si las estrellas de los años 60 y 70 siguen siendo los grandes nombres que llenan los estadios actualmente, no podemos olvidar a la primera generación, nombres míticos como Chuck Berry, Little Richard, Buddy Holly o Jerry Lee Lewis. Pura historia de la música que no puede ser olvidada. Hace un año se fue Scotty Moore, millones de personas han escuchado el afilado sonido de su guitarra pero muy pocos conocen su nombre o su imagen. Que nadie piense por ello que merece menos elogio. Elvis tuvo otros guitarristas, gente como Hank Garland, Jerry Reed o el increíble James Burton, pero ninguno dejó una huella tan grande sobre su música como él, el último superviviente del día en que nació el rock, el hombre que fue la Mano del Rey y parte fundamental de su éxito.
(Imágenes: ©CordonPress)