Todavía poderoso
Por Tom MacIntosh
Han pasado casi 40 años desde que Old Time Rock and Roll se convirtiera en
la banda sonora de toda una generación de estadounidenses. La misma para la que
su legendario autor, Bob Seger, fue su 'flautista de
Hamelín'. Su nuevo lanzamiento I Knew You
When, publicado en noviembre de este año, muestra que aún sabe hacer de
maravilla su oficio de la misma manera. Aunque ahora sea un poco mayor, no ha
perdido nada de su 'mojo'.
Este es su décimo octavo álbum de estudio,
producido por él mismo y grabado en Detroit y Nashville, tiene mucho más sabor
country que la mayoría de su obra, pero conserva su ritmo característico de
rock directo. El disco tiene 10 canciones en la edición estándar y 13 en la
versión de lujo, incluyendo Glenn Song,
un tributo a su buen amigo, y paisano de Detroit, Glenn Frey de los Eagles, quien falleció el año
pasado. Es una balada sincera y lenta que derretirá el hielo en el whisky que
vertiste antes de poner el disco; allí canta "Le mostraste al mundo entero lo que sabíamos. No había nadie como tú".
El disco, como implica el título, es una mirada hacia atrás, algunos de los
temas son regrabaciones de trabajos anteriores que ahora están viendo la luz,
en los que todavía toca sus acústicas favoritas, la Takamine Pro Series P7DC y
una Gibson J- 200. Hace versiones de Lou
Reed y Leonard Cohen, y las
convierte en suyas. En la primera, Busload
of Faith, hay esa vibración Seger en la sección de ritmo y su voz es
atemporal alrededor de unos coros realmente buenos. También cambia algunas de
las letras para ajustarse a la presidencia de Trump, "No puedes
depender del presidente / a menos que haya bienes inmuebles que quieras comprar".
La otra versión es Democracy de
Cohen, un homenaje al autor y una declaración política que, una vez más,
refleja los tiempos en que vivimos. Es una versión triste que, posiblemente,
refleje lo que Seger siente por el país que ama y como lo está viendo
desaparecer.
Puede que tenga sus dudas sobre la democracia,
pero su fe en el rock and roll sigue firme "como una piedra" (Like a
Rock, uno de sus grandes éxitos de su época). En The Sea Inside, saca lo que describe como algo "muy Led Zeppelin" con un arreglo
orquestal de impacto. La novena canción, Something
More, es otra balada marca de la casa que cuenta con tambores lejanos y
solos de guitarra que se hacen eco del título del disco, de los días dorados. Runaway Train (también el nombre de la
gira) suena exactamente como debería, su voz ronca sobre riffs desgarradores
con un ritmo continuo. Lo mismo puede decirse de The Highway, un rock and roll de toda la vida, algo en lo que su
música está muy arraigada.
Este disco es puro Bob Seger con sus baladas
de siempre y algo de rock, puede que sea lo mejor que ha hecho en el siglo XXI.
Algo que los puristas del rock and roll querrán poner en su lista de compras
para esta Navidad.
Es verdaderamente refrescante escuchar a este miembro del
Salón de la Fama del Rock and Roll publicar un material tan bueno y mantenerse
fiel a lo que siempre le funcionó, algo que no necesita reparación alguna.