El disco que convirtió en Dios a Clapton
Por Sergio Ariza
El disco más importante de la historia del
blues británico viene firmado por uno de los padres del género en el Reino
Unido, John Mayall, pero tiene un
protagonista distinto, un joven Eric Clapton que iba a hacer buenas las
pintadas que inundarían Londres con la frase 'Clapton is God'. El guitarrista había abandonado los Yardbirds tras grabar For your love por pensar que el grupo
estaba tomando una deriva hacia el pop. Clapton quería tocar blues y con el
fanatismo que sólo se tiene a los 20 años se dirigió hacia la protección de
Mayall, tras un primer periodo juntos en el verano de 1965, que dio como
resultado el single I'm Your Witchdoctor
y Telephone Blues (producido por un
tal Jimmy Page), Clapton abandonaría
para marcharse a tocar a Grecia junto a un grupo de músicos desconocidos, bajo
el nombre de The Glands.
Clapton volvió en noviembre del 65 y Mayall no
dudó ni un instante en volver a admitirle. Cinco meses después entrarían en el
estudio de grabación para grabar el único disco que harían juntos, uno que fue
suficiente para convertir a Clapton en el faro de todos los demás guitarristas
de rock. Su sonido, con una Gibson Les Paul Standard de 1959 a través de un
amplificador Marshall, sería imitado por toda una horda de nuevos guitarristas
pero nunca sería igualado. Entre las canciones del disco destaca la versión del
All your love de Otis Rush, el Ramblin' On My
Mind de Robert Johnson (que
marcaría además la primera vez de Clapton como vocalista principal), la
original de Mayall Key to love (con
unos magníficos vientos) o la versión del What
I'd say de Ray Charles en el que
Clapton anticiparía que no sólo vivía de blues intercalando el riff del Day tripper de los Beatles, con lo que un par de años después colaboraría en la mítica
While my guitar gently weeps. Pero su
mejor solo del disco aparecía en una de las tres canciones originales de Mayall
para el disco, un Have you heard con
el que, al escucharlo, se entiende que B.B.
King quisiera grabar con él.
El disco se publicó bajo el título de Blues Breakers with Eric Clapton,
aprovechando el tirón del joven guitarrista entre el público pero casi nadie lo
recuerda con ese nombre. El disco ha pasado a la historia como 'Beano' por el
nombre del tebeo que sujeta Clapton en la portada del mismo. Ese mismo nombre
recibió la mítica Les Paul Standard de 1959 que utilizó en el disco, una
guitarra que fue robada poco después para nunca ser encontrada (aunque el año
pasado Joe Bonamassa declaró haberla
encontrado). Por su parte, Clapton seguiría escribiendo grandes páginas de la
guitarra rock con Cream, Blind Faith o Derek & The Dominos, mientras que John Mayall cubriría su
puesto con Peter Green, poseedor de
otra Les Paul Standard mítica, 'Greenie', y, tras la marcha de este, con otro
joven prodigio adepto a las Les Paul, Mick
Taylor.