The Tel-Star Sessions (1994)
Gov't Mule
Una guitarra tan tozuda como una ‘mula’
La desbordante exhibición de Blind Man in the Dark deja sin aliento.
Y sólo es el principio. Guitarra, bajo y batería, no hace falta más cuando
hablamos de Warren Haynes y su
‘mula’, sólo rock y puro rock, tozudo como el cuadrúpedo, y también
infatigable. El tiempo ha acabado por darle la razón y ha vuelto al pasado para
recuperar una grabación mítica. Corría el año de 1994; iba a ser el primer
disco de los nuevos Cream, una nueva
banda llamada Gov’t Mule, pero se
quedó en ensayo general porque, sencillamente, era demasiado ‘auténtico’ para
los ejecutivos de su discográfica.
A mediados de los 90, Warren Haynes y Allen Woody
se aburrían soberanamente con los Allman
Brothers de retirada, llamaron a su colega Matt Abts de la Dickey Betts
Band para que tocase la batería, y se dispusieron a quemar todo escenario
que se les pusiera a tiro. El boca a boca hizo el resto y pronto se hizo
indispensable meter a Gov’t Mule en
un estudio. Lo hicieron, en los Tel-Star
de Bradenton, Florida, un mes de junio de 1994.
Aún eran sólo un proyecto paralelo a sus bandas
‘oficiales’, con un presupuesto tan ajustado que prácticamente grabaron las
canciones en falso directo, a pelo, sin florituras. De un tirón. El ambiente
perfecto para dar rienda suelta a la improvisación en un puñado de sesiones
mágicas, sin complejos para lanzarse con versiones de ZZTop, Free y Willie Dixon que, por desgracia, los
productores eliminaron cuando mezclaron a su gusto las cintas que les envió el
trío.
Canciones que por fin resucitan para deleite
del personal y a mayor gloria del blues-rock. Allen Woody, por desgracia, falleció en 2000 y con él enmudeció uno
de los mejores bajistas del género, un monstruo de las cuatro cuerdas que la
bendita remasterización recupera con su profundo sonido que hace temblar los
altavoces. Sólo comparable a Jack Bruce.
En el Just Got Paid de la banda de Gibbons hay un buen montón de razones
para llorarle. [En la actualidad, el puesto lo ocupa Jorgen Carlsson]
Nos quedan el gran Matts Abts y, por supuesto, Haynes
y su impresionante colección de Gibson.. Lester, Moe, Hubert… Les Paul,
Firebird, ES-355/35… Nacido hace 56 años en Carolina del Norte es uno de
‘los 100’, un fijo en la lista de los mejores guitarristas que se lo ha
‘currado’ día a día, concierto a concierto, acumulando -entre altibajos- más
discos en directo que en estudio.
Haynes combina el sentimiento ‘sureño’ con un dominio técnico impresionante, que
huye de los artificios y la electrónica, deformando las cuerdas hasta el
imposible en pos de esa nota que sale de dentro, no de algún circuito impreso. Desde
que relanzó la banda en 2013 casi se ha limitado a rebuscar en el cajón de los
recuerdos -como las versiones de Pink
Floyd-, lo que se agradece. Pero ahora, sin duda, le toca volver al estudio.
Su leyenda aún está por escribir.