Time Capsule (2016)
Lita Ford
La
guitarra más sexy
A
estas alturas ya nadie puede acusarla de utilizar su sex appeal para
promocionarse entre un público tan ‘machote’ como el del rock duro.
Cincuentona, Lita Ford puede por fin
estar segura de que se la valora por lo que siempre ha sido antes que cualquier
otra cosa: guitarrista. Jim Morrison
las volvía locas; ella también tenía derecho. Y, además, era una cría cuando a los
16 años destrozaba corazones y oídos con las Runaways, la leyenda femenina del heavy de finales de los 70.
Hoy,
Lita Rossana Ford es una ‘cápsula
del tiempo’ de un momento mágico para nuestro instrumento favorito, de su
despegue con personalidad propia, y ése es precisamente el título del disco que
acaba de lanzar en el 40º aniversario de su carrera.
Demasiado
joven, demasiado pronto para aquella joven británica que a los 11 años
(Londres, 18/9/1958) aprendió a tocar una guitarra y, sólo cinco años después,
ya emigrada a EEUU, la reclutaban para una banda adolescente de rock duro
formada exclusivamente por chicas. The
Runaways asaltaron un mundo dominado por hombres a los que dejaron atrás en
muchos sentidos. Cantaban, tocaban y componían mejor que muchos de ellos y el
toque femenino se encargó de subirlas fulgurantemente a la limousine de las superstars.
La
veinteañera Lita se lo creyó,
aprendió a cantar, se compró un vestuario de vértigo, contrató un peluquero
-cosas del Glam y el ‘hair metal’ que triunfaban por entonces- y se lanzó en
solitario. Su primer disco, Out for Blood
(1983) fue un desastre, pero para una mujer acostumbrada a plantarse al borde
de un escenario ante miles de personas con la única defensa de una Gibson SG sólo
fue un acicate para seguir adelante.
Joan Jett había elegido el camino fácil, Lita, the bitch of rock, el más duro. En 1988 tuvo su minuto de gloria
con Kiss me Deadly; en 1995, saldría
de los estudios de grabación para no volver hasta 2009, un largo silencio del
que ha vuelto sin miedo a las arrugas y muchas ganas de tocar la preciosa
Warlock de B.C. Rich que lleva su nombre.
Time Capsule es lo que quiere decir su título. Lita ha recuperado su archivo de los
tiempos en que aprendió a tocar. Puro rock de los 70, homenaje a Hendrix incluido, actualizado con
cuarenta años de experiencia y la ayuda de su (primer) ex marido Chris Holmes, responsable del aroma a ‘Kiss’ que desprende todo el álbum. Por
si había alguna duda, también se oye el bajo de Gene Simmons.
La
lista de ‘amigos’ es el secreto de Lita:
Jeff Scott Soto, Bruce Kulick, Dave Navarro -a la mandolina- Rick Nielsen… son sólo algunos de ello.
Lo mejor es rebuscar en los créditos canción a canción con las orejas bien
tiesas para descubrir un buen puñado de jams en la que guitarras y bajos se
cruzan y se doblan hasta reducirlas casi al estado de maquetas.
Time Capsule consigue dar así un toque de
frescura al viaje al pasado -en realidad, sus memorias- de una guitarrista que aprendió
a amar su guitarra soñando con Ritchie
Blackmore y Toni Iommi. Hasta
que consiguió que fueran ellos los que soñaran con Lita Ford.