I Can Destroy (2016)

Paul Gilbert

La madurez de Mr. Big

La espectacular Ibanez de ‘Mr. Big’ debería formar parte del Patrimonio de la Humanidad. O quizá del catálogo de armas peligrosas, porque el título de su nuevo disco parece toda una amenaza: I can destroy. Pero tranquilo, salvo tus tímpanos o tus muñecas si tratas de imitarle, sobrevivirás a los efectos secundarios. Es el precio que hay que pagar por disfrutar de la guitarra de Paul Gilbert. Un ‘grande’ por derecho propio.


Incansable a sus cincuenta años, el décimo octavo álbum en solitario de Gilbert y el enésimo de su carrera es lo que llaman una ‘obra de madurez’ en el sentido estricto del término. Aquel increíble Tributo a Hendrix con el que se estrenó en 1994 queda muy lejos y ha evolucionado más allá del ‘shredder’, una etiqueta que en 2016 se le ha quedado estrecha.

Por supuesto, es fácil encontrar en I Can Destroy al admirador de Hendrix, al bluesman, y también trazas de Racer X o Mr. Big. Hay casi una hora para descubrir que el universo musical de Paul Gilbert es infinito, el sello que distingue a un guitarrista que no dedica su ‘tiempo libre’ a epatar al personal con discos tan perfectos como aburridos, sino que prefiere sacrificar el exhibicionismo y componer buenas canciones.



Como Love We Had, una preciosa balada acústica de las que ponen la piel de gallina y uno de los mejores momentos de Gilbert. Hay muchos más, otros doce, porque cada tema esconde algún secreto, desde el punteo setentero de I Will Be Remembered al del corte que da título al disco, auténtico hard rock que se va acelerando hasta convertirse en power metal. Como Yngwie… pero sin los rizos.


Es prácticamente la excepción. Lo que viene después suena más rock and roll clásico. Y mucho. Pura ‘american music’ en toda su extensión, desde el country rock de Adventure And Trouble, quizá un guiño a Stevie Ray Vaughan -que por un instante parece resucitar en tus oídos acompañado al piano por Emi, la mujer de Paul-, al rasgueo funky de One Woman Too Many. No falta obviamente el rincón para los orígenes, reservado para Blues Just Saving My LIfe.


La letra de I Can Destroy es, paradójicamente, un canto a las ansias de aprender del ser humano. Cuando es niño, rompe sus juguetes para descubrir cómo funcionan; cuando es adulto, la búsqueda de conocimientos también necesita destruir para revelar los secretos de la Naturaleza…

Cuando es Paul Gilbert, la música ni se crea ni se destruye, sólo se transforma en la energía de su guitarra.


Fecha de lanzamiento
: 27/05/2016 [en Japón, seis meses antes]
Productor: Kevin Shirley
Band: Thomas Lang, batería; Kevin Chown, bajo.


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