Con la excusa de sacar la que parece ser la última canción de los Doors originales que quedaba por lanzar, Paris Blues, se ha decidido sacar un nuevo disco de la banda centrándose en su faceta más bluesera, pero el esfuerzo parece claramente un nuevo intento de hacer pasar por caja a los más fieles sin tener mucho más que aportar.   

El gran reclamo del disco es la propia canción titular, Paris Blues, un tema grabado en las mismas sesiones que produjeron clásicos como L.A. Woman, Crawling King Snake y Cars Hiss By My Window, pero uno entiende que no la publicaran en su momento porque está por debajo de estas. No es que sea una mala canción, Jim Morrison cantaba fabulosamente y en sus últimos días su voz era perfecta para el blues, además de tener unos buenos ‘licks’ de guitarra slide a cargo de Robbie Krieger, pero desde luego está muy lejos de ser imprescindible.  

  

El resto del disco contiene un par de rarezas medio interesantes, como Morrison y Krieger, solo con voz y guitarra, interpretando en directo I Will Never Be Untrue (un descarte de Morrison Hotel) y una versión de Robert Johnson, Me And The Devil Blues, además de un par de descartes de The Soft Parade cantados por Ray Manzarek, (You Need Meat) Don’t Go No Further y I’m Your Doctor, que son bastante olvidables.   

Bastante más interés tienen los tres temas en directo que interpretan con el gran Albert King, pero estos ya habían visto la luz como parte de Live In Vancouver 1970, así que tampoco es que aporten mucho. Eso sí, siempre es interesante escuchar a Morrison secundado por una de las mejores guitarras blues de la historia, en este caso en tres versiones, Rock Me Baby, Who Do You Love? y Little Red Rooster.   

Paris Blues sigue explotando el mito Jim Morrison y los Doors y lo hace exprimiendo las últimas migajas que quedaban por editar, si tienes vocación de completista de la banda puedes darle un pase, si no siempre es mejor volver a escuchar su debut, Strange Days o L.A. Woman…