¿Comodidad en la supervivencia?

Por Paul Rigg

El viaje por carretera es un tropo cultural muy trillado, pero -quizá porque han pasado tantos años devorando kilómetros en las giras- no querrás perderte la versión de Drive-By Truckers (DBT), consagrada en su decimocuarto disco de estudio: Welcome 2 Club XIII (3 de junio de 2022; ATO Records).   

La banda de country/post-punk rock sureño ha dado continuidad a su contundente tríptico político -American Band (2016), The Unraveling (2020), y The New OK (2020)- con una revisión intensamente íntima de su propio viaje. "Todos nuestros discos son políticos hasta cierto punto, pero después de hacer tres discos abiertamente políticos seguidos, queríamos hacer algo mucho más personal", dijo el cofundador de DBT, Patterson Hood, que contribuyó con las canciones clave del álbum.
   

    

El Club XIII fue el lugar en el que él y el otro cofundador, Mike Cooley, empezaron sus carreras, y la canción que da título al disco evoca aquellos años de duras luces y recepciones a veces más duras. El recuerdo, sin embargo, es agridulce, lo que refleja gran parte de la perspectiva de todo el disco.
   

Ha sido un largo viaje y se han perdido algunos amigos por el camino -escuchen, por ejemplo, la cruda letra de We Will Never Wake You Up in the Morning-, así como miembros de la banda; pero la formación actual incluye: el batería Brad Morgan, el multiinstrumentista Jay González, el bajista Matt Patton y David Barbe aplicando un toque ligero perfectamente calculado en la producción.
   

    

Hay algunos temas estupendos en esta colección, pero sería difícil superar el primer tema, The Driver, que se remonta a la juventud de Hood y sostiene conceptualmente todo el álbum. Este tema, en el que predomina el blues hablado, es una epopeya de siete minutos que comienza con el protagonista explicando que "solía salir a conducir, a veces hasta altas horas de la noche/ Con veintiún años, dando vueltas y gastando gasolina/ A través del puente hasta Sheffield". Recuerda, por ejemplo, un contenedor de basura en llamas, un roce con el KKK y un accidente mortal, que emplea para impartir una palabra de precaución: "Por supuesto, ve a contar tu historia/ Pero no olvides que sólo tienes un lado/ Así que combina tus visiones internas con las sospechas habituales/ [y] cuando cambies de carril y adelantes por la derecha/ Comprueba tu ángulo muerto y señala tu intención".
    

En Trying to make sense of the pieces of my life, Hood ofrece una especie de paisaje onírico para aquellos que se encuentren completamente despiertos en las primeras horas de la mañana. Si ese es tu caso, más allá de las letras, estarás bien acompañado por una gran guitarra - Cooley con su Baxendale personalizada y Hood con su Gibson SG - y unos coros poderosamente atmosféricos.
  

    

El cierre, con Wilder Days, es totalmente apropiado, ya que recuerda la sensación de invencibilidad de la juventud, y la contrasta con la risa ante lo absurdo de la vida en los años posteriores. Hood cierra el viaje por carretera con la reflexión: "Mientras el sol se marea mirándonos mientras damos vueltas/ No hay consuelo en la supervivencia, pero sigue siendo la mejor opción que he encontrado".
    

Esos incontables kilómetros de gira han proporcionado a Drive-By Truckers gran parte de los buenos y malos momentos que se mastican en Welcome 2 Club XIII. Si el disco en sí mismo proporciona algún "confort en la supervivencia" es una gran pregunta que es mejor dejar a cada oyente, pero es ciertamente una oferta que no hay que perderse.
   

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