La mayoría de edad de la música pop
Por Sergio Ariza
1966 se había abierto con los ecos de los nuevos sonidos sugeridos en el Rubber Soul de los Beatles, que había aparecido en diciembre del año anterior, el pop estaba alcanzando su edad adulta y los ecos orientales del sitar de George Harrison se mezclaban con composiciones 'jazzy' como Michelle o el piano barroco que aparecía en In My Life. Los Rolling Stones tomaron buena nota y aprovecharon que su tándem compositivo estaba también alcanzando el pico de su carrera para entregar su primer disco entero con canciones firmadas únicamente por Mick Jagger y Keith Richards.
El resultado supuso su primera obra maestra, un disco que inauguraba su etapa pop, que se completaría con Between The Buttons, pero en el que no faltaba su querido blues, ni su chulería, ni una grandísima colección de canciones a las que vistió con los mejores ropajes el tercero en discordia, un Brian Jones que se revelaba como mago multiinstrumentrista capaz de aprender a tocar el sitar o el dulcimer con la misma facilidad con la que se había convertido en uno de los primeros guitarristas slide británicos.
Se abría con Mother's Little Helper, en la que se aprecia que en Aftermath no solo se escucha la huella de los Beatles sino también de otro grupo al que los Stones miraron mucho en este periodo, los Kinks de Ray Davies, tanto en su sarcástica letra como en esa especie de actualización pop del folk en la música, aun así, gracias al carisma de la banda; con unos Richards y Jones perfectos en el riff, con sus guitarras de 12 cuerdas tocadas con slide, y a su inmejorable sección rítmica, un imperial Charlie Watts y una de las mejores aportaciones de Bill Wyman con su bajo fuzz; al final la canción sonaba, como todo el disco, propia.
Stupid Girl era pura chulería Stone, un ataque cruel, que no misógino, a una chica insoportable, lo cierto es que Aftermath también tiene otro ataque de estas características en la que puede que fuera la mejor canción del disco, Under My Thumb, con Jagger pavoneándose por haber cambiado las tornas en su relación con otra chica. Como en los mejores momentos del disco se combinan una melodía ganadora por parte de la pareja compositiva, Jagger/Richards, y un Brian Jones en estado de gracia entregando el riff de la canción con una marimba. Una canción con ADN Stone por todas partes.
Los ecos victorianos de Lady Jane vuelven a mostrar una banda coqueteando con el pop barroco de la época, Richards pone los arpegios con su guitarra y Jagger el acento, mientras que la parte instrumental más interesante vuelve a ser un Jones muy inspirado con el dulcimer, que volverá a aparecer en otra de las gemas escondidas del disco, I Am Waiting.
Y sí, puede que este sea un disco de pop, pero estos seguían siendo los Stones y Doncha Bother Me dejaba claro que su amor por el blues era eterno, al igual que la canción que cerraba la primera cara, Goin' Home, otro blues con el que mandaban a la mierda la regla de las canciones de tres minutos, marcándose un tiempo récord de más de 11 minutos con una larga 'jam' en la que Jagger vuelve a la armónica. A pesar de todo es de las canciones menos interesantes del disco.
La segunda cara tenía ocho canciones, una más que todo el Black And Blue de 1976, y se abría de manera excelente con una canción 100% Stone, Flight 505, un blues acelerado con la banda en perfecto estado de forma, llevados en volandas por la batería de Watts y el bajo fuzz de Richards. High And Dry era otro ejemplo más de los Stones más blues, con un Jones imperial a la armónica, mirando al pasado y, a la vez, al futuro de la banda en su periodo de esplendor, entre 1968 y 1972. Out Of Time es una de las mejores canciones pop que jamás escribieron, un estribillo irresistible, nuevamente con Jones coloreando la canción con la marimba y el vibráfono, y Richards haciendo lo propio con una acústica. Se va por encima de los cinco minutos pero no sobra ni un segundo. Al poco tiempo Jagger produciría una gran versión de la misma, con un lujoso arreglo de cuerdas (y Jimmy Page como guitarrista de sesión) para Chris Farlowe quien la convirtió en un gran éxito. Aun así, me quedo con la versión de Aftermath.
It's Not Easy volvía a tener a Richards al bajo fuzz, subiendo las revoluciones, y a la banda sonando imparable. I Am Waiting era una preciosidad acústica que de tan leve pareciera que se fuera a evaporar en cualquier momento, hasta que aparecía el estribillo mucho más fuerte con el que Jagger podía desahogar su frustración. Era uno de esos momentos en los que te dabas cuenta la enorme versatilidad de la banda. Luego llegaba Take It Or Leave It una canción donde coquetean con el sonido folk rock de la época y que también cedieron a los Searchers para que la sacaran como sencillo. Luego llegaba otra gran canción pop, Think, otra que habían cedido a Chris Farlowe para sacar como sencillo, en la versión Stone lo más destacable es el fuzz en la guitarra de Richards. El disco se cerraba con What To Do, una canción en la que, como en Mother’s Little Helper, volvían a comentar sobre la infelicidad en la sociedad moderna, mientras que, musicalmente, se oían unos coros doo wop, para otra gran melodía pop.
El disco se publicó un 15 de abril de 1966 en el Reino Unido, donde subió al poco a lo más alto de las listas, mientras que en EEUU hubo que esperar a junio para su aparición y sustituyeron Mother's Little Helper, Out of Time, Take It or Leave It y What to Do por uno de los mejores sencillos de su carrera, Paint It Black, grabado en ls mismas sesiones, con Keith Richards estrenando su Les Paul Custom negra y Brian Jones dando las notas más conocidas con su sitar.
Los Rolling Stones entregaron su disco más pop y Swingin London en un año imprescindible para la música pop que también vio la aparición del Revolver de los Beatles, el Blonde On Blonde de Bob Dylan y el Pet Sounds de los Beach Boys. El pop había alcanzado la mayoría de edad y la banda de rock más famosa de todos los tiempos estaba allí para comprobarlo.