All You Can Eat (2016)
Thunder
Como la cocina
‘de autor’, las bandas de ‘guitarrista’ vuelven a estar de moda. Rock’n’roll
sin complicaciones, mucho entusiasmo y aún más cerveza. Música para divertirse
como la de la banda británica Thunder,
resucitada el pasado año con su primer disco en lustro y medio, Wonder Days, que cosechó muy buenas
críticas y, lo más importante, unas ventas inesperadas para un grupo que se
daba por desaparecido del mapa. Pero parece que no del recuerdo de aquellos
grandes discos -Laughing on Judgement Day,
The Thrill of it All- que en la
primera mitad de los noventa los situaron en la cima. El ‘culpable’ de todo se
llama Luke Morley. Él es el
‘guitarrista’ del ‘trueno’.
El set-box que
acaban de lanzar al mercado a principios de 2016 tiene que mucho que ver,
precisamente, con la necesidad de realimentar ese recuerdo y ‘explicar’ a sus
nuevos fans quiénes son y qué es lo que hacían hace 20 años. Dos cedés en los
que uno es la grabación en directo en el estudio, sin cortes ni aditamentos, de
Wonder Days casi al completo más una
batería de versiones, desde el Superstition
de Stevie Wonder a The Rocker de Thin Lizzy; el otro es un verdadero ‘live’ grabado en el Brooklin
Bowl londinense en el que, además de todo lo anterior, suenan algunos de sus
éxitos del pasado como Low Life in High
Places. Para que no falte de nada, un DVD añade un documental sobre su
trayectoria y fragmentos de conciertos.
Su música, como
es de imaginar, está a medio camino entre el hard y el metal con mucho blues en
la recámara. Danny Bowes, el
estupendo cantante con el que Morley formó
la banda en 1989 con el nombre de Terraplane,
aporta el carácter melódico al que hay que atribuir buena parte de su éxito.
Aún conserva, a sus 55 años, esa voz suave capaz de hacerte vibrar con un blues
y también de bailar alrededor de un reloj (o lo que sea). A su lado permanece
casi la formación original, con Gerry
‘Harry’ James a la batería; Ben Matthews
a los teclados y segunda guitarra y Chris
Childs al bajo.
Morley es uno de esos magníficos guitarristas a los que ha superado su talento
como compositor. Tampoco es de los que alardean sino de los que priman la
eficacia -y el buen gusto- sobre cualquier tentación de irse por las ramas
mientras levita sobre el escenario. Wonder
Days y los 12 minutos de Dirty Love
del concierto de Londres son dos ejemplos perfectos de su versatilidad. Duro
pero, sobre todo, elegante. Efectos, los justos. Y, por cierto, es zurdo.
Es, ante todo, un
clásico que lo mismo se sube a su Gibson
Les Paul Custom o la Fender
Telecaster que usa indistintamente en estudio y en directo. Como buen hijo
de su época, en su colección no falta una flamante Flying V con la que sale, precisamente, en el vídeo promocional de All You
Can Eat. Morley es más un hombre
de Marshall. Sin sus amplis modelo Vintage
Modern, no hay nada que hacer.
Un agradecimiento especial al fotógrafo Marty Moffatt quien nos cedió la foto usada para el homebanner (la primera de nuestra galería).
Todas las imágenes de Thunder: © -Cheestfeet- (flickr)