Prendiendo la llama
Por Sergio Ariza
El segundo disco de Rory Gallagher en solitario, Deuce, es, posiblemente, el disco de estudio que mejor refleja la fiereza del guitarrista irlandés en su medio preferido, el directo. Deuce es también el pico de su carrera al frente de un 'power trio', superando a cualquier disco de Taste y, por poco, a su notable debut, Rory Gallagher, publicado solo seis meses antes de esta maravilla.
Gallagher tenía claro que su fuerte era el directo y que era encima de las tablas donde mejor se expresaba, así que cuando se puso a producir su segundo disco en solitario decidió poner las sesiones de grabación después de actuaciones en directo, para aprovechar la energía de éstas y dejar la producción en su esqueleto, su guitarra, su voz, bajo y batería. Claro que la guitarra de Gallagher no era cualquier cosa, su desgastada Stratocaster del 61 era capaz de desatar verdaderas tormentas eléctricas en las que parecían estar tocando varias personas.
Pongamos como ejemplo la canción que abre el disco, Used To Be, la guitarra marca el territorio hasta que entra su voz, cercana al R&B. Es un inicio demoledor con su guitarra desenfrenada dejando claro que estamos ante un verdadero maestro. Pero quien piense en Gallagher únicamente como un maravilloso guitarrista, se pierde también al compositor capaz de cosas tan delicadas como I'm Not Awake Yet, en la que se pueden apreciar toques de folk británico. Además su maestría con la acústica es similar a la eléctrica y es capaz de adornar la canción con un bello y expresivo solo.
El blues acústico Don't Know Where I'm Going nos deja ver el excelente humor de Gallagher, sonando a medio camino entre Ronnie Lane y Steve Marriott. In Your Town y Should've Learnt My Lesson se acercan con éxito a su adorado blues rock, sonando descarnadas y directas. Mientras que There's A Light es otra prueba de su lado más melódico y sensible, con otro solo de guitarra que no es tanto una exhibición de técnica como una canción dentro de la canción. El disco alcanza su pico en el cierre, con Crest Of A Wave, una canción que cuenta con un fantástico bajo a cargo del imprescindible Gerry McAvoy y un increíble trabajo a la guitarra por parte de nuestro protagonista, nuevamente brillando con el slide, logrando un sonido cortante, crudo y agresivo.
Deuce, publicado un 28 de noviembre de 1971, dejaba claro que Rory Gallagher estaba inaugurando la fase imperial de su carrera, con un sonido crudo y descarnado que se reflejaría en sus míticos directos, como el sobresaliente Live In Europe que llegaría al año siguiente. La llama se había prendido y Rory se coronaba como uno de los grandes.