Las 10 mejores canciones de Nirvana (El sonido de los 90)
Por Sergio Ariza
Escribir sobre las diez mejores canciones de Nirvana es difícil porque, a pesar de una carrera trágicamente corta, su obra está llena de canciones gigantescas. Podría haber cogido diez canciones de Nevermind y habría quedado una lista absolutamente increíble (y posiblemente superior a cualquier banda de su generación o posterior). ¿No me creen? Imaginen una lista con Smells Like Teen Spirit, Come As You Are, Lithium, In Bloom, Polly, Drain You, On A Plain, Something In The Way, Breed y Lounge Act, ¿no está nada mal, verdad? Es lo que pasa cuando hablas de una banda que cuenta entre sus filas con el mejor compositor de canciones de su generación, alguien que supo conectar la agresividad del punk con los estribillos pop, sin olvidarse de redondearlo todo con riffs inolvidables. Kurt Cobain y sus compañeros lideraron el último gran coletazo del rock, en su caso alternativo, como fenómeno de masas y, aunque seguro que estarían más a gusto con su posición marginal actual, fueron las últimas grandes estrellas del género, a la altura de sus más grandes nombres, como Elvis o los Beatles.
Smells Like Teen Spirit
Y es que si otras generaciones recuerdan donde estaban el día que escucharon al Rey o a los Fab Four por primera vez, los que nacimos a finales de los 70 todavía recordamos la primera vez que escuchamos a Nirvana y les vimos, a través del vídeo de Smells Like Teen Spirit. En mi caso fue un verdadero shock, ahí estaba ese tipo que se parecía a Sting, si Sting se hubiera pasado tres días sin dormir y cambiarse de ropa, y que estaba haciendo una música que sonaba peligrosa y altamente atractiva. Yo, como la mayoría de adolescentes, no había escuchado a Sonic Youth, ni a los Pixies (la reconocida influencia de Cobain a la hora de escribir la canción) pero sí que tenía claro que mi dieta musical iba a cambiar para siempre. Nirvana rompió todas las barreras entre mainstream y música alternativa, poniendo a la industria de la música del revés. Cuando el 10 de enero, aupado por la tremenda fuerza de esta canción, Nevermind se colocó en el número uno de las listas estadounidenses, por encima del Dangerous de Michael Jackson, los 80 acabaron dando paso definitivo a los 90, un cambio sísmico que llevó consigo un cambio estético y cultural como no se recordaba desde tiempos inmemoriales. La canción era la perfecta encapsulación de la rabia adolescente, como antes lo habían sido My Generation o (I Can’t Get No) Satisfaction, en una píldora pop de cuatro minutos en la que la banda jugaba con la fórmula del calmado/fuerte de los Pixies. A pesar de ser una canción de Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl recibieron crédito por ayudar con esos cambios de tempo. La Fender Mustang del 69 azul con la que Cobain aparecía en el vídeo se convertía en el símbolo de una nueva época.
Come as You Are
Cuando la banda acabó de grabar Nevermind su compañía quedó gratamente sorprendida, creían tener un éxito entre manos. Un éxito para una banda alternativa, claro, sus expectativas eran vender unas 250.000 copias, igualando lo que había logrado Sonic Youth con Goo. La semana que se editó, la del 24 de septiembre de 1991, Geffen había puesto 46.251 copias en el mercado estadounidense y 35.000 en el Reino Unido, donde Bleach, su anterior disco, había sido un éxito alternativo. La compañía estaba segura de que Come As You Are era la canción con más potencial del disco, pero decidió lanzar Smells Like Teen Spirit primero para satisfacer a su base alternativa. El caso es que, de la nada, aquel sencillo comenzó a subir en las listas y las tiendas se quedaron sin copias del disco, para cuando subió al número uno se estaban vendiendo 300.000 copias por semana. Al final Come As You Are fue el segundo sencillo y volvió a ser un éxito, a pesar de que Cobain no las tenía todas consigo al tener un riff muy similar al Eighties de Killing Joke, un parecido evidente que hizo que la banda inglesa se cabreara bastante, algo no del todo entendible ya que el riff de su canción era muy parecido al del Life Goes On de The Damned. Lo que está claro es que de entre las tres, la mejor canción era la de Nirvana con mucho, gracias a otro de esos estribillos inolvidables en el que la frase "And I swear that I don't have a gun" ya no se puede escuchar de la misma manera tras el triste final de Cobain. Actualmente su ciudad natal, Aberdeen, da la bienvenida a todos los que van a visitarla con un cartel en el que aparece el título de esta canción.
All Apologies
De entre todas las canciones de In Utero, el tercer, y último, disco de Nirvana, All Apologies es la que creo más cercana a lo que podría haber sido la carrera posterior de Kurt Cobain si no hubiera decidido volarse la cabeza. No es solo que apareciera al final del disco, siendo, de alguna manera, su testamento musical, es que el propio Cobain había declarado que se veía a sí mismo sacando cosas más acústicas, acompañado de un chelo, como en esta canción, por lo que puede que la versión del Unplugged sea la definitiva, aunque tampoco lo tengo tan claro. El caso es que es una de sus mejores canciones, con otro gran riff, y otra muestra más de su increíble capacidad melódica. Cobain la compuso en 1990 y comenzó a tocarla en directo con la banda en 1991, al año siguiente, en su famosa aparición en el festival de Reading el cantante se la dedicó a su mujer, Courtney Love, y a su hija recién nacida, lo que dice mucho del aprecio que la tenía. Algo que también es evidente en el resto de la banda, ya que fue la elegida para cerrar su concierto de entrada en el Rock And Roll Hall Of Fame en 2014, con Lorde a la voz principal y Joan Jett, St. Vincent y Kim Gordon como invitadas.
Aneurysm
Volviendo al principio, Cobain era tan bueno en la composición que una canción como Aneurysm terminó como cara B, sin aparecer en ningún disco oficial, aunque sí que lo hizo en ese maravilloso cajón de sastre que es Incesticide. Eso sí, la banda no solía olvidarse de ella en sus directos, conscientes de su enorme potencial, es más, se grabaron dos versiones distintas de la misma, la que apareció como cara B de Smells Like Teen Spirit (¿el mejor sencillo de la historia?) y la que lo hizo en el mencionado Incesticide. Las dos son enormes, aunque tiendo a decantarme por esta última. El caso es que es una canción gigantesca, desde el enervante comienzo hasta su sucio y liberador riff, todo en ella es un subidón de adrenalina en el que Cobain vuelve a demostrar que es el cantante más intenso que ha existido. No tengo ni idea de por qué decidieron dejarla fuera de Nevermind...
Heart Shaped Box
Normalmente con el paso de los discos las bandas van sonando mejor, se van sofisticando pero, a la vez, también domesticando, en el caso de Nirvana no fue así y Kurt Cobain reaccionó al megaéxito de Nevermind con un disco mucho más crudo y áspero, uno en el que las guitarras sonaban más rotas, más punk, un ejemplo perfecto era el sencillo que sirvió de presentación al disco, Heart Shaped Box, otra melodía que era pura golosina pop pero que se escondía entre muros de distorsión descontrolada, una de las razones por las que eligieron a Steve Albini como productor. El vídeo volvió a ser totalmente icónico, con Cobain utilizando en esta ocasión una de las pocas guitarras fuera de Fender que tenía, en concreto una Univox Hi-Flier Phase 4. Fue, además, la última canción que tocó Nirvana en su concierto final, el 1 de marzo de 1994 en Munich.
Lithium
Cobain cantaba para todos los inadaptados del mundo, para todos aquellos que habían sido marginados y dado de lado, por eso fue un shock cuando se convirtió en un superventas coreado por todos esos tipos que habían hecho su vida imposible. Es lo que ocurre cuando eres capaz de escribir estribillos tan imponentes como los de este Lithium, una canción absolutamente infecciosa hasta que te das cuenta que estás cantando sobre un maníaco depresivo en el que a cada "Te quiero" le sigue un "te mato" y a cada "estoy tan feliz" le sigue un "soy tan feo"...
Rape Me
Se podría decir que In Utero es la suma de sus dos primeros discos, la producción agresiva y alternativa de Bleach, más las melodías y los estribillos de Nevermind. Un gran ejemplo es Rape Me, una canción en la que, mucho antes del movimiento #MeToo, Kurt Cobain ya se dejaba la garganta contra el agobiante patriarcado. Como muchas de las canciones de In Utero, la canción estaba compuesta de antes y Cobain intentó cantarla en su memorable aparición en la fiesta de la MTV de 1992, pero tras ser amenazados por la empresa televisiva con despedir a un amigo, la banda dio marcha atrás, no sin antes cantar el afilado estribillo antes de lanzarse a tocar Lithium. En la versión en estudio Cobain usaba una de sus guitarras más queridas, su Fender Jaguar enchufada a un Twin Reverb.
In Bloom
Nirvana era una gran banda, más allá de Cobain, Novoselic se dejaba la piel y su bajo sonaba gordo y amenazante, mientras que Grohl no es que tocara la batería, es que la atacaba como si en vez de baquetas tocara con bates de béisbol. La fuerza de sus interpretaciones era increíble, con Cobain añadiendo una de las voces más expresivas de todos los tiempos y un potente muro de distorsión, pero, más allá de eso, las canciones podrían pasar perfectamente la prueba del algodón. Cojan una canción como In Bloom y prueben a tocarla solo con una acústica, ya verán como suena igual de maravillosa.
Where Did You Sleep Last Night?
Es curioso las vueltas que da el destino, antes de comenzar su increíble interpretación del Where Did You Sleep Last Night? de Leadbelly Kurt Cobain cuenta la historia de cómo un representante del Museo del gigante del blues y el folk le ha ofrecido comprar una de sus guitarras por medio millón de dólares, Krist Novoselic bromea con pasar una cesta para recaudar fondos para la compra y Cobain dice que le ha pedido personalmente a David Geffen que se la compre y que le ha dicho que no. El caso es que la guitarra que porta Cobain en ese momento, su Martin D-18E de 1959, se vendió el año pasado por 12 veces esa cifra, esto es por seis millones de dólares, convirtiéndose en la guitarra más cara jamás vendida... Pero tanto una cifra como otra son una tontería ante la interpretación que hace Cobain de la canción, uno de los momentos más escalofriantes de su carrera, demostrando que además de ser el mejor compositor de canciones de su generación era un intérprete absolutamente único, no existen escuelas de canto, ni Operaciones Triunfo suficientes para poder enseñar a emocionar y estremecer con la voz como aquí lo hace Cobain, el momento en el que empieza a gritar es absolutamente increíble, una voz que raspa y que hiere, sobre todo ese momento en el que mantiene la e de "shiver" hasta el infinito, haciendo que todos paren, luego canta a la manera de un bluesman de los años 20 "the whole", suspira, abre los ojos por primera vez en toda la canción como si hubiera visto un fantasma, y luego remata con el "night through". En serio, Courtney, ¿dónde coño estuviste durmiendo anoche?
About A Girl
Para los que sigan pensando que Nirvana comenzó con Nevermind, habrá que volver a recordar que Bleach ya era un disco más que notable. Lo que pasa es que su compañía, Sub Pop, era la cuna del grunge más pesado, como Mudhoney o Soundgarden como referentes , y la banda entregó un disco más cercano a ese sonido. Eso sí, una canción como About A Girl ya daba prueba de que el amor de Cobain por los Beatles ya estaba presente en esos primeros tiempos. Esta fue la canción que adelantó los estribillos de Nevermind y dejaba constancia que Nirvana ya era el futuro en 1989. El mundo la terminaría conociendo en el Unplugged pero creo que la versión definitiva sigue siendo la original con las guitarras eléctricas, como se puede escuchar en el vídeo de su actuación en el Paramount de Seattle en 1991, con Cobain empuñando una de sus Stratocaster japonesas para zurdos.