Estrellas del rock entre rejas
Por Sergio Ariza
El 3 de mayo de 1969 Jimi Hendrix fue arrestado nada más
llegar al aeropuerto de Toronto, en su maleta había heroína y hachís. El guitarrista
más importante de todos los tiempos fue puesto en libertad dos días más tarde
tras pagar una fianza de 10.000 dólares y declarar, pocos minutos antes de dar
un concierto en el Maple Leaf Gardens, que no sabía cómo había llegado la droga
hasta allí. Tras salir al escenario proclamó “quiero que olvidéis lo que pasó ayer, mañana y hoy. Esta noche vamos a
crear un mundo completamente nuevo”. No fue la primera, ni la última vez,
que una estrella de rock tuvo problemas con la justicia. Desde su arquitecto, Chuck Berry, hasta ahora el rock
& roll y sus practicantes han tenido una relación bastante especial con la
ley y sus practicantes. Estos son algunos de los ejemplos más famosos.
Jim
Morrison
El líder de los Doors tiene un amplio historial policial, tanto es así que antes de
formar la banda ya había pasado un par de veces por comisaria. Pero es que si
unes las ansias de libertad y el antiautoritarismo con altas dosis de alcohol y
drogas y lo agitas con una personalidad totalmente autodestructiva entonces
tienes un cóctel Molotov entre manos. Sobre todo si eres una estrella del rock
y estás harto de tu imagen como icono sexual. De entre todos los problemas con
la ley del 'Rey Lagarto' (hay que recordar que fue el primer cantante al que le
detuvieron encima de un escenario) la más recordada es la que se produjo en
Miami en 1969. Antes de interpretar Touch
Me Morrison comenzó a divagar sobre amor y revolución, entonces una chica
del público le roció con champán y el cantante respondió "se por lo que habéis venido, a verme la
polla", entonces agarró la botella se la metió en la entrepierna y comenzó
a simular una masturbación. Mucha gente del público, con un aforo muy por
encima del permitido y en medio de viajes de ácido, creyó ver el miembro viril
de Morrison y se montó un escándalo gigantesco. Por aquel entonces la ciudad
era uno de los lugares más conservadores de EEUU, lejos de su imagen actual de
playa y chicas en bikini, y tras varias protestas para que se juzgue al
cantante por su indecencia la policía emite una orden de detención contra él y
el cantante se entrega. Tras conseguir la condicional a la espera del juicio se
comienzan a cancelar conciertos de los Doors y el cantante decide largarse del
país. Poco después murió en París. Hasta 2010 no llegó el indulto oficial del
gobernador de Florida.
Johnny
Cash
Claro que si existe un músico cuya imagen vaya
ligada a prisiones, forajidos y condenas no es otro que Johnny Cash. La leyenda de la
música country cuenta con toda una discografía con canciones sobre asesinos
cocainómanos, gente que mata a otra solo por verla morir y discos grabados en
directo en prisiones pero su historial delictivo no es tan interesante como el
de sus letras. En concreto Cash fue detenido en octubre de 1965 en Texas por
cruzar la frontera desde México cargado de anfetaminas (en concreto, más de mil
pastillas de Dexadrine y Equanil). Pero ni siquiera tuvo que pasar un solo día
en la cárcel ya que pudo salir el mismo día tras pagar una pequeña fianza, en
la prisión de Folsom solo estuvo para sus conciertos.
Axl
Rose
William
Bruce Rose Jr. ya tenía un largo historial de
detenciones en su Indiana natal antes de mudarse a la jungla de Los Ángeles a
encabezar una de las últimas grandes bandas de rock & roll de la historia, Guns N' Roses. Convertidos ya en
megaestrellas, y William en Axl, el cantante saltó a los periódicos de medio
mundo cuando el 2 de julio de 1991, durante un concierto, vio a un tipo
sacándole fotos (lejanos tiempos sin móviles) y reclamó a los de seguridad que
le echaran. Pero al ver que no actuaban decidió tomar cartas en el asunto y se
lanzó a tumba abierta para golpear al individuo y arrebatarle la cámara. Tras
volver al escenario dijo "Gracias a
la patética seguridad, me marcho a casa" y estrelló violentamente el
micrófono contra el suelo. Slash dejó de tocar su Les Paul y
el grupo abandonó el escenario, a lo que le siguió un brutal disturbio y una
condena por alterar el orden público para el cantante. Al final se libró de la
cárcel, algo que no siempre consiguió en sus más de 20 arrestos y es que siendo
mucho más joven pasó tres meses entre rejas en Indiana.
Mick
Jagger y Keith Richards
Una de las fechas más famosas en la historia
de "la banda de rock & roll más
grande de todos los tiempos", el 12 de febrero de 1967. Fue en esa
fecha cuando varios policías hicieron una redada en la casa de Keith Richards, después de que
fueran alertados por el periódico sensacionalista News Of The World, de que allí se estaban consumiendo drogas. Allí estaban
el guitarrista y el cantante de los Stones,
Mick Jagger celebrando una fiesta
con la novia de Jagger, Marianne
Faithful, el fotógrafo Michael
Cooper, el galerista Robert Frase
y George Harrison y su mujer Pattie. Eso sí, la policía esperó a que
el Beatle y su esposa abandonaran la casa para realizar el arresto. Mick Jagger
fue juzgado por posesión de anfetaminas y le condenaron a tres meses de cárcel,
Keith Richards tuvo una sentencia de un año por dejar que se tomaran drogas en
su casa. Tras escuchar la sentencia Richards se quedó serio y le dijo al juez
que no estaba interesado en su "moral
mezquina" mientras que Jagger estuvo a punto de desmayarse tras
conocer la sentencia. Ese mismo día los Who
grabaron una versión de Under My Thumb
para apoyar a sus amigos. Tras un editorial de The Times condenando la dureza de la sentencia los dos serían puestos
en libertad tras pasar un par de noches en prisión. Al poco tiempo grabarían su
sencillo We Love You que se abre con
el sonido de una persona entrando a la cárcel y las puertas cerrándose tras él,
en la letra afirmaban "no nos
importa si nos acosan y cierran las puertas a nuestro alrededor". Su
leyenda de chicos malos había nacido, después seguirían manteniéndola y es que
ambos volverían a ser arrestados en varias ocasiones, principalmente el
guitarrista que 10 años después estuvo a punto de acabar con la carrera de la
banda cuando le encontraron heroína en su habitación mientras estaba en Canadá.
Wayne
Kramer
Wayne Kramer había sido el motor de
los imparables MC5 con su Stratocaster pintada con los colores de la bandera
estadounidense, pero en 1975 la suerte, y la banda, hacía mucho tiempo que le
habían abandonado. Su adicción a la heroína le había llevado a traficar con
ella y tuvo la mala suerte de venderle cocaína a un agente de paisano, un
incidente que Mick Jones inmortalizaría en el Jail
Guitar Doors de los Clash. Se
pasó dos años en una cárcel y al salir formó Gang War junto a otro forajido de la guitarra como Johnny Thunders, pero el proyecto
no duró mucho y Kramer comenzó una fructífera carrera en solitario que le
llevaría a escribir bandas sonoras para películas y series de televisión. Nunca
olvidó su paso por la cárcel y acabó fundando la organización Jail Guitar Doors para conseguir que los
reclusos pudieran tener acceso a instrumento musicales, además de tocar
gratuitamente en varias cárceles.
Phil
Spector
Como se puede ver la mayoría de los arrestos
de las estrellas de rock tienen relación con las drogas o los escándalos
públicos, mucho menos frecuentes son los homicidios o los delitos con armas
pero, tristemente, también los hay. Uno de los que más repercusión tuvo fue el
encarcelamiento de Phil Spector, el
creador del 'muro de sonido' y productor de discos de los Beatles, Lennon, Harrison, Leonard Cohen o los Ramones entre muchos otros que en 2003 disparó a la actriz Lana Clarkson en su casa de California.
Se le juzgó dos veces, en 2007 y en 2008, un año después se le condenó a 19
años de cárcel que todavía está cumpliendo. Al poco de llegar a la prisión de
Corcoran, el recluso más famoso de la misma le escribió una nota diciéndole que
le gustaría conocerle. No era otro que Charles
Manson, al parecer Spector no se lo tomó muy bien y declaró: "solía coger el teléfono y al otro lado había
alguien como John Lennon, ahora es Charles Manson el que está tratando de
ponerse en contacto conmigo..."
Chuck
Berry
El arquitecto del rock & roll fue detenido
en 1959 por cruzar la frontera con una chica que iba trabajar en el club de
Misuri que había abierto. Para completarlo todo, la chica era menor de edad y
prostituta. El autor de Johnny B. Goode
se pasó un par de años a la sombra, algo que no le era del todo ajeno ya que en
1944, a los 18 años de edad, Berry ya había sido detenido por robo a mano
armada en su Kansas City natal. Durante su condena formó un grupo vocal en
prisión y se dedicó a boxear. Fue liberado el día de su 21 cumpleaños, el 18 de
octubre de 1947, casi una década después definiría el rock & roll para
siempre con sus guitarras Gibson.
The
Prisonaires
Y cierro este repaso con una de las historias
más llamativas, la de los Prisonaires.
Y es que en este caso no fue una estrella la que fue encarcelada sino un grupo
que fue formado por presos que, casi, llegaron a convertirse en estrellas. El
grupo se formó a principios de los 50 en una cárcel de Memphis por Johnny Bragg, cantante principal que
llevaba encerrado desde 1943 cuando fue injustamente acusado de un delito de
violación a los 17 años de edad. Sus compañeros era dos cantantes gospel, Ed Thurman y William Stewart, condenados a 99 años por asesinato, y dos recién
llegados a la prisión, John Drue Jr.
y Marcell Sanders. El grupo se
benefició de las políticas a favor de la redención del gobernador del estado, Frank G. Clement, que les permitían
actuar fuera de la prisión. En poco tiempo se extendió su fama y el productor
de Sun Records, Sam Phillips,
consiguió que las autoridades penitenciarias dejaran grabar a los Prisonaires
en su estudio. Así el 1 de junio de 1953, dos meses antes de que en ese mismo
estudio Elvis Presley inaugurase
oficialmente la historia del rock & roll con su primera grabación, los
Prisonaires llegaron acompañados de guardia y grabaron la enorme Just walkin’ In The Rain, escrita por
Bragg. Ese sencillo sería una de las razones que llevarían a Presley al estudio
de Phillips y solo por eso ya merece todos los elogios. Eso sí, la historia no
termina con un final feliz exactamente. A pesar de que todos sus miembros
consiguen el perdón poco a poco, su vida seguiría siendo conflictiva. Stewart
murió de una sobredosis en 1959, ese mismo año Bragg fue liberado pero un año
más tarde volvería a prisión tras quebrantar la condicional. Elvis, siempre un
fan, trató de ayudarle pero Bragg se pasó otros seis años y medio tras los
barrotes. No sería su último paso por prisión, donde estuvo casi 30 años de su
vida, pero al final tendría un pequeño episodio de reconocimiento. En el año
2000, acompañado por su hija, asistió al estreno de un especial sobre Sam
Phillips en Memphis. En tre los actos programados había una visita por varios
lugares de la ciudad, incluida la prisión en la que Bragg pasó la mayor parte
de su juventud. En frente de su antigua celda comenzó a cantar a cappella Just Walkin' in the Rain, cuando
finalizó Ike Turner, Jerry Lee Lewis
y el propio Phillips estaban allí dedicándole una ovación cerrada. Cuatro años
después murió a los 79 años.