Al estilo de Steve Lukather
Por Miguel Ángel Ariza
Nos
topamos hoy en nuestro camino con un hombre que sería legendario simplemente
por el hecho de haber tocado en directo junto a artistas como Paul
McCartney, Ringo o Aretha Franklin; por haber
grabado las guitarras de alguno de los mejores discos de Michael
Jackson, Quincy Jones o Donna Summer o
por haber grabado y compartido fraseos con alguno de sus amigos de las seis
cuerdas como Eric Clapton, Chet Atkins o Carlos Santana...
Con solo esta pequeña muestra de su currículum ya sabemos que estamos hablando
de una auténtico capo de este negocio pero es que además le dio por formar una
banda con la que ha vendido más de 40 millones de discos llamada Toto.
Hablamos de hoy de uno de los músicos más completos de los últimos 40
años: Steve Lukather.
Comenzó su
andadura profesional allá por finales de los años 70 con una Gibson
ES-335 enchufada directamente a una Fender Deluxe Reverb
Blackface. Pero por supuesto estábamos a las puertas de los años 80 y a esa
señal en principio tan clásica habría que añadir un buen arsenal de efectos
que, como el propio Lukather no deja de recordar para que no le sigan pegando
palos por ello, era exactamente lo que los productores de la época le pedían:
sonidos muy procesados.
Más tarde
nos meteremos a hablar de esos sonidos y de qué pedales usaba para sacarlos
pero primero vamos a indagar en las guitarras de colección que han pasado por
sus manos y que hemos podido escuchar en sus discos. Él siempre se ha
considerado a sí mismo un hombre de Les Paul y de ahí que dos
de sus primeras guitarras de cabecera fuese una Gibson Les Paul Deluxe
de 1971 y una Gibson Les Paul Goldtop de 1958. Por
supuesto no tardó mucho tiempo en hacerse con una Gibson Les Paul
Standard de 1960, que según él mismo ha explicado recientemente ha vendido
por una fortuna, y no podemos dejar de mencionar su propia Gibson Les
Paul Standard 'burst' de 1959 que hay quien ha bautizado como la 'Rosanna
burst'.
Hasta aquí
sus guitarras de colección, no demasiadas ya que ha ido vendiendo bastante
material a lo largo de los años ¿Por qué ha cometido semejante sacrilegio? Pues
porque la gente de Music Man le tiene bien contento con su
propios modelo customizado: la Ernie Ball Music Man Luke model y
la Ernie Ball Music Man LIII. Como él mismo describe este híbrido
de Strat con Les Paul es con el que lleva muchos años sintiéndose como en casa.
Vayamos
ahora con esos efectos que hemos dejado pendientes. La mayor parte de las
críticas que ha recibido a lo largo de los años, sobre todo desde que los 80
comenzaron a pasar de moda (tiempo al tiempo que no estén a punto de llegar
otra vez) es que sus sonidos siempre se han basado en añadir más y más efectos
a la señal limpia formada por guitarra y amplificador, opinión con lo que
estamos de acuerdo pero quizá sea un poco injusto meternos con él ahora que han
pasado 35 años desde aquellos sonidos que tanto nos chirrían... Si hay una
purga general con el tema del sonido 'ochentero' que empiecen al menos con el
productor que decidió que las baterías fuesen electrónicas y sampleadas;
Lukather, con mucho o poco efecto, al menos toca como el diablo.
Algunos de
los efectos que podemos encontrar hoy en su pedalera son: el MXR
Uni-Vibe, el Toneconcepts Distillery Luke, el Boss
FV-500L, el Xotic SP, el Strymon Bluesky, el Tc
Electronics Flash Back, el Gurus Echosex 2, el Strymon
Lex o el Digitech Hardwir DL-8.
El
amplificador con el que le hemos visto usar estos últimos años, con nada menos
que tres cabezales en el escenario es el Bogner Ecstasy 101B.
Volvemos
al debate eterno sobre lo vintage y lo nuevo una vez más. Steve Lukather lo
tiene claro; apoya su sonido en equipo de última generación y deja sus
cacharros viejos en casa... aunque en este caso concreto y conociendo el sonido
que siempre ha caracterizado al bueno de Lukather no nos extraña mucho su
decisión de seguir probando todos los nuevos pedales que salen al mercado.
Siempre fue parte de su firma.