La pedalera de Nuno Bettencourt

Por Miguel Ángel Ariza

Vamos a centrar este artículo en los pedales que pisa uno de los guitarristas más aclamados de los últimos 30 años. Hablamos de un tipo idolatrado por las masas pero destacamos especialmente el nombre que tiene entre los de su misma especie, es decir, es uno de los guitarristas que más apoyos cuenta entre los egos de los guitar hero repartidos por el mundo del espectáculo...y eso es mucho decir. Por poner un ejemplo Brian May ha elogiado en incontables ocasiones al bueno de Nuno Bettencourt diciendo que para él es la quintaesencia del guitarrista de rock, mezclando perfectamente técnica, fuerza, improvisación y composición. No está mal el piropo ni el que lo dice.  

Aunque de primeras, por su sonido arrollador, pudiese parecer lo contrario, vamos a centrarnos en los pocos pero efectivos pedales de efectos que añade a sus canciones. Su increíble sonido se basa en un equipo bastante minimalista.  



Comencemos con su pedalera base y de la que, a pesar de sus innumerables posibilidades, saca principalmente cuatro configuraciones distintas: la Boss GT-8.
La primera de ellas es su sonido directo del ampli, sin efectos, añadidos; la segunda añade un pequeño efecto de chorus a su señal para acordes abiertos; en la tercera tenemos su canal de solo con un boost de volumen y un poco de delay con el dar rienda suelta a sus dedos y crear esos punteos tan gigantescos (aunque a veces le hemos podido ver con un Boss DD-3 añadido en su set como delay independiente). Por último el cuarto 'setting' añade un efecto de flanger que usa un poco de manera aleatoria dejándose llevar por las vibraciones de la canción o del momento.  



Con esto ya estaría prácticamente explicado casi todo su equipo de pie pero no podemos de dejar de mencionar otros de sus artilugios como por ejemplo el Boss OC-2 Octave Pedal con el que añade alguna octava con la que agrandar sus riffs o sus solos en momentos puntuales.
 


Y a este pedal tan solo añade un Boss NS-2 Noise Suppressor que básicamente trata de eliminar interferencias de sonido manteniendo el tono real que sale de su equipo.




Es conveniente mencionar por último que el portugués fue uno de los principales valedores del Proco RAT allá por los 90 aunque últimamente va sobrado de saturación tan sólo con su amplificador y este pedal se ha caído definitivamente de su pedalera.
 



Esto es todo lo que tiene en sus pies este increíble guitarrista. Todo lo demás lo pone él. Como bien ha explicado muchas veces él mismo se considera un tipo muy apegado a su equipo. Parece que sigue la máxima de Woody Allen de que 'si la cosa funciona' hay que dejarla así. De ahí que lleve más de dos décadas con prácticamente la misma guitarra, el mismo amplificador y los mismo pocos pedales que usó a finales de los 80 para presentarse al mundo de la guitarra y coronarse con apenas 20 años como uno de los más grandes guitarristas de la actualidad.