Mejores solos Slash
Por Sergio Ariza
Entre tanta guitarra picuda y chillona, entre
tanta laca como para agujerear la capa de ozono y tanta pose artificial, en los
80 aparecieron Slash y Guns’N’Roses para traer de vueltas las mejores esencias del hard
rock clásico. Con su sombrero de copa calado y una mata de pelo que hacía
imposible ver los rasgos de su cara, Slash fue una especie de hijo bastardo de Jimmy Page que como éste llevaba al
blues la agresión del rock y, en su caso, la suciedad del punk. También
recuperó uno de los binomios más importante del rock, Les Paul y Marshall,
aunque la suya fuera una réplica hecha a mano por Kris Derrig. Aquí están algunos de nuestros solos favoritos de su
carrera
November
Rain
La canción que supuso el mayor cambio en su
carrera, pasando de ser la banda más incendiaria y peligrosa del mundo a una
banda de rock de estadio. El hecho de que la interpretasen con Elton John en los premios MTV de 1992,
dio la impresión de que Axl se quería convertir en una especie de John del
‘hard rock’ pero los tiros iban por otro lado, de hecho el cantante había
señalado dos años antes de su edición que su disco favorito en aquel momento
era el Something/anything de Todd Rundgren. Una de las baladas más
conocidas de la historia y, en cierta medida, su Stairway to Heaven o, si lo prefieren, su Bohemian Rhapsody. Al igual que había hecho con Sweet Child O’mine es Slash el que le da
el corazón a la canción con sus solos, es imposible desligar esta canción de su
espectacular video en el que el guitarrista sale luciendo la mítica Les Paul Tobacco
Sunburst del 59 de Joe Perry (a pesar de que la grabó
con su querida réplica de Derrig), una guitarra que le terminaría devolviendo
al de Aerosmith como regalo de
cumpleaños. Este es el solo por el que será recordado eternamente y no creo que
se pueda quejar, es el equivalente musical a tener el corazón roto, demostrando
que detrás de esa mata de pelos y el sombrero de copa se esconde también un
romántico desesperado.
Sweet
Child O’ Mine
Uno de los riffs más icónicos de la historia
del rock, está ahí junto a Satisfaction,
Smoke on the Water o Whole Lotta Love,
en la que, posiblemente, sea la canción más conocida de la banda. Aunque el
comienzo de la canción no pudo ser menos prometedor, con Slash creando el riff
mientras tonteaba con el batería, pensando que estaba tocando una tonada "circense", fue Izzy Stradlin el que le pidió que lo repitiera y le puso los
acordes, mientras Duff McKagan le
añadía una línea de bajo. Axl Rose,
que se encontraba, en otro lugar del edificio, escuchó lo que tocaban y le
gustó, poniéndose a escribir una letra allí mismo, basándose en su relación con
su novia Erin Everly (la hija de uno
de los Everly Brothers) y
terminándola al día siguiente. Claro que la guinda absoluta es el solo de
Slash, no en vano era la parte favorita del propio Axl que se puso hecho una
fiera cuando la MTV decidió recortar el solo para su emisión. No era para
menos, con este solo Slash demostraba que podía sonar dulce sin perder un ápice
de la fiereza que le caracterizaba en el resto del disco. Es uno de esos solos
tan melódicos que se quedan grabados en la memoria y que cualquiera puede
cantar nota por nota. Lo consiguió en la primera toma y no lo podría haber
mejorado aunque lo hubiera grabado cien veces más. Para el sonido del riff en
la grabación se utilizó un Roland SRV-2000 Digital Reverb, el solo fue
nuevamente la combinación entre su réplica de Les Paul y el Marshall.
Estranged
Es evidente que Appetite
for Destruction es el gran disco de los Guns ‘N' Roses pero eso no
quiere decir que los dos volúmenes de Use Your Illusion carezcan de valor.
En lo más alto de su fama, el grupo de Axl, Slash, Izzy y Duff editó dos dobles
discos a la vez, viendo como en su primera semana vendían más de medio millón
de copias y se colocaban en el puesto 1 y 2 de las listas de medio mundo. No
era de extrañar que los discos pecasen de grandilocuencia, algo que se puede
apreciar en toda su plenitud en los más de 9 minutos (la segunda canción más
larga de su discografía) de la épica Estranged.
Pero eso no quiere decir que no funcione, Estranged
es una canción perfectamente orquestada, con varias partes diferenciadas y sin
ningún estribillo en la que Axl hace una crónica del fracaso de su relación con
la modelo Erin Everly, eso sí, el gran héroe de la canción vuelve a ser un
Slash incendiario cuya Les Paul se apropia de la misma cada vez que toma la voz
cantante en cuatro ocasiones distintas, destacando la dramática fuerza del solo
final.
Nightrain
Déjenme que les cuente la historia de cómo
Slash encontró finalmente su sonido. Guns'N'Roses entraron a grabar Appetite For Destruction a principios
del 87, por ese entonces la guitarra principal de Slash era una B.C. Rich
Warlock con la que grabó las pistas básicas. Pero no estaba nada satisfecho de
su sonido, tanto es así que para My
Michelle utilizó una Gibson SG que terminó estampada contra la furgoneta de
la banda. El mánager de la banda tomó nota y decidió pasarse por la tienda de
instrumentos de Jim Foote para ver
si tenían algo. Foote no dudó en enseñarle una réplica de una Les Paul del 59
que había hecho Rick Derrig, un hombre que hacía estas réplicas para hacer
mejoras en su coche. Niven quedó encantado y pagó unos 2.500 dólares por ella.
Cuando se la llevó a Slash, y este la enchufó a su Marshall JMP 1959 Super
Lead, supo que había encontrado su sonido. Como se puede apreciar en esta joya
de Appetite For Destruction que solía
ser la que abría sus primeros conciertos. Era la canción favorita de Slash para
tocar en directo, donde solía volverse loco en el fantástico solo final. Pero
volvamos a la historia del principio, Appetite
se publicó el 17 de julio de 1987 y vendió más 18 millones de copias
convirtiéndose en uno de los discos de debut más exitosos de la historia. Todo
hacía indicar que Derrig se iba a convertir en inmensamente rico y se iba a
poder comprar el coche que le diera la gana pero no fue así. El hombre que
hacía estas increíbles réplicas de Les Paul, y que probaba tocando sobre discos
de los Allman Brothers, había muerto
dos meses antes, un 17 de mayo de 1987. Nunca supo que la guitarra que había
hecho se convirtió en una de las más famosas de todos los tiempos.
Paradise
City
Un himno perfecto para cantar a pleno pulmón
en un estadio, sin pensar mucho en lo tonta que llega a ser la letra ("Donde la hierba es verde y las chicas son
guapas"). Tiene un comienzo perfecto y una parte con un riff
espectacular que hacen que importe poco lo que se canta, que podría ser "la, la, la, la" y seguiría siendo
igual de efectivo. Es más hubiera sido mucho más divertido si hubieran dejado
la frase que Slash quería utilizar, “donde
las chicas son gordas y tienen las tetas grandes”. Su solo final nos
permite ver que, a pesar de ser un guitarrista basado en el blues (y por tanto,
más en el sentimiento que en la velocidad), Slash es capaz de lanzarse
vertiginosamente por el mástil demostrando que, como Samuel L. Jackson en Pulp
Fiction, él también es un Bad
Motherfucker.
Civil
War
En este angustioso canto antibélico Slash encuentra
una profundidad y una desesperación que encajan perfectamente con la letra de
Axl. Es una prueba más de su diversidad, logrando sonar diferente cada vez,
utilizando en una ocasión su querido pedal wah Cry Baby. Es difícil quedarse
con uno por encima del resto pero, nuevamente, el del final es de los más
expresivos, hasta llegar a ese guiño a Hendrix sobre el que Axl se
pregunta aquello de “What’s so civil
about war, anyway?”
Welcome
to the Jungle
En 1987 la escena 'glam metal' de Los Ángeles
estaba en su apogeo, pero ya se veía que era algo totalmente hueco, más
preocupados en el maquillaje y las 'chicas, chicas, chicas' que en hacer algo
realmente peligroso que inyectar al rock and roll. Y en esas llegaron unos
tipejos contando la cara menos 'glamourosa' de la ciudad, escuchando su música
se podían visualizar las botellas rotas, las jeringuillas y los condones usados
por el suelo. Todo ello sobre un asombroso riff que parecía anunciar la llegada
del Armagedón y que parecía tocado del revés, mientras la garganta sin límites
de Axl Rose te avisaba de que acababas de llegar a la gran ciudad, "¿sabes dónde estás? Estás en la
jungla, nena, ¡vas a morir!". Lo curioso del caso es que Axl había
escrito la canción con él en mente muchos años antes cuando cambió la rural
Indiana por Nueva York. Aun así su aviso a despistados sigue siendo el momento
en el que el rock'n'roll descubrió a su banda de referencia para los años 80.
El solo es de lo más interesante pues es una de las pocas ocasiones en las que vemos
a Slash utilizar el slide, además de sus característicos ‘bends’ y su personal vibrato.
Rocket
Queen
Me he tenido que cortar a la hora de hacer
esta lista para no meter solo canciones de Appetite
for Destruction pero es que se trata de uno de los mejores discos de rock
de todos los tiempos. Rocket Queen es
la canción que lo cierra y uno de sus grandes momentos. La canción comienza a
los 40 segundos con un potente riff al que le sigue rápidamente la voz de Axl
haciéndose pasar por su amiga de 18 años Barbi
Von Greif, la reina del 'underground' de Los Ángeles, ("Puede que sea joven pero no soy ingenua")
para dar paso a un puente instrumental en el que meten los orgásmicos ruidos de
Axl mientras practica sexo con Adriana
Smith, la novia por aquel entonces del batería Steven Adler (nunca te aburres con esta banda), luego a los 3
minutos y medio vuelven con otro riff mucho más clásico y se despiden con Axl
pasando a tomar su propia perspectiva y ofreciendo su apoyo a Barbi, "si necesitas un hombro o un amigo, estaré
aquí hasta el amargo final". La conclusión la vuelve a poner Slash
demostrando su magisterio en el vocabulario del blues.
Double
Talkin' Jive
Otra canción de Izzy Stradlin, en la que
también toma la voz principal, lo que ha llevado a algunos fans a pensar que el
solo antes de la guitarra española es también suyo, también porque es diferente
de lo que nos tiene acostumbrados Slash. Yo creo que el solo es 100% Slash y en
el juega con influencias orientales y españolas, hasta llegar a ese remanso de
paz que trae la guitarra española y que prueba la creatividad y diversidad de
influencias del guitarrista.
Always
On The Run - Lenny Kravitz
Slash había comentado que el disco de debut de
Lenny Kravitz, Let Love Rule, era su disco favorito para hacer el amor con su
novia. Al enterarse, Kravitz le invitó al estudio para su siguiente disco y
cuando este aceptó y se vieron, se dieron cuenta de que habían ido juntos al
mismo instituto de Los Ángeles. Slash se llevó al estudio su réplica Gibson Les
Paul Standard del 59 para grabar el solo de Fields
Of Joy pero, entre toma y toma, se puso a juguetear con un riff que tenía
pero que no le convencía para su banda. Kravitz no lo dudó un segundo y
convirtió aquel riff funky en una de las mejores canciones de su carrera, Always On The Run. Lo curioso del caso
es que Kravitz también era dueño de una de las réplicas Les Paul de Kris
Derrig, de las que solo existen 24, lo que deja claro que estos dos habían
nacido para tocar juntos. Así que es normal que cuando Kravitz grita "¡Slash!" este le regale uno
de los mejores solos de su carrera.