Al estilo de Ry Cooder
Por Miguel Ángel Ariza
Puede que
muchos de nosotros admitamos, después de tomar muchas cervezas eso sí, que
alguna vez nos hemos dejado llevar más por la leyenda o la historia de tal o
cual modelo o la estética de una guitarra antes que por su sonido a la hora de
llevarnos una a casa con nosotros...Pues bien; esto es algo que nunca le ha
pasado a nuestro héroe de la semana: Ry Cooder.
Decimos
ésto ya que hurgando un poco en el equipo que el californiano ha usado durante
décadas es muy difícil ver una sola guitarra que no haya modificado o cambiado
casi completamente para encontrar eso que lleva todas estas décadas buscando y
perfeccionando y que ha hecho de Ry Cooder la leyenda que es: su tono. Puede
que encontremos en este artículo alguna que otra guitarra más o menos
recurrente pero creedme si os aseguro que no suena nada parecido al día que
salió de la fábrica.
Empecemos
con la que probablemente fue su primera guitarra eléctrica, una preciosa Fender
Stratocaster de 1967 en color azul daphne...Hasta aquí todo parece
normal, ¿verdad? Pues comencemos con ella: le instaló un Bigsby,
modificó su puente, le quitó la pastillas de medios, cambió la pastilla del
mástil por una Guyatone de los 60 y la del puente por una
pastilla de un steel guitar por mencionar alguna de sus modificaciones. Y
podemos pensar que quizá escogió esta strat por pura necesidad ya que la
transformó completamente en una guitarra nueva pero no es así. Algo le debe
gustar del mueble de las Stratocaster porque tiene otra, también de la década
de los 60, a la que ha transformado incluso estéticamente por no dejar de
mencionar que no conserva ninguna de sus pastillas originales que sustituyó por
una de un lap-steel en el puente y una Teisco en el mástil.
Pero no
olvidemos que Ry Cooder es casi más conocido por su faceta acústica que por su
trabajo con la eléctrica y aquí sí encontramos un par de guitarras como sus
fábricas las trajeron al mundo, concretamente una Martin 000-18,
con la que según su luthier grabó 'Paris,Texas' y una Gibson SJ200 que
vemos en el documental de Buena Vista Social Club.
Pero cabe
resaltar también antes de terminar que el guitarrista detrás del Willin' de Little Feat, de Sister Morphine de los Rolling Stones y
del Chan, Chan de Compay
Segundo, por nombrar tres de sus innumerables aportaciones a la música del siglo
XX, probablemente se sienta tan feliz a día de hoy con una mandolina o un laúd
entre sus manos que con una guitarra de solo seis cuerdas. Es lo que tiene
llevar tantos años buscando nuevas experiencias a través de la música ya sea
interpretándola, componiéndola, produciéndola o simplemente disfrutando de
ella.