El repóquer de ases de los guitarristas del rockabilly
Por Sergio Ariza
Aprovechando que este 19 de enero se cumplen
20 años del fallecimiento del gran Carl
Perkins, desde Guitars Exchange
queremos hablar de nuestros guitarristas de rockabilly favoritos, desde el
póker original de grandes de los años 50; el propio Perkins, Scotty Moore, Cliff Gallup y James Burton; hasta el hombre que
completó el repóquer a principios de los 80, Brian Setzer. (Vaya también un cariñoso saludo a unos cuantos otros
que podrían haber aparecido en esta lista como Eddie Cochran, Grady Martin, Hal Harris, Jim Heath, el gran Danny Gatton o Roy Orbison, no dejen de escuchar sus solos en Ooby Dooby).
Scotty Moore
Scotty Moore es el padre de la guitarra
rockabilly, cualquiera con un mínimo interés en este género debería aprenderse
de memoria todos y cada uno de sus ‘licks’ y solos durante la etapa de Elvis en Sun Records. Scotty fundió en
su fraseo sus influencias country, con Chet Atkins y Merle Travis a la cabeza, con las del blues de gente como el
inimitable Pat Hare, dando como resultado
un nuevo sonido híbrido que daría paso al rock and roll. Su Gibson ES 295 de
1952 ayudó a Elvis a fundir la música blanca y negra en That’s All Right, su Gibson L5 del 54 puso los raíles para su Mystery Train y la Gibson Super 400 del
56 le puso los ‘power chords’ a Jailhouse
Rock. Es imposible negar la increíble importancia de Scotty Moore en la
historia del rock and roll, siendo, prácticamente, el hombre que inventó el
puesto de guitarrista solista en el género.
10 canciones (rockabilly) imprescindibles: That's All Right, Good Rockin' Tonight, Blue
Moon Of Kentucky, My Baby Left Me, Mystery Train, Baby Let's Play House,
Heartbreak Hotel, Hound Dog, Too Much, Jailhouse Rock.
Carl Perkins
A Carl Perkins le llamaban el “Rey del Rockabilly”
y, desde luego, lo merecía, ejemplificando mejor que nadie el estilo. De la
increíble camada de Sun era el que mejor encajaba en el estilo, Elvis y Jerry Lee Lewis eran más rock and roll,
Johnny Cash más country y Roy Orbison terminó especializándose en
melodramáticas baladas. Perkins era puro rockabilly, y es que era un chico de
campo que había mamado country pero a la hora de tocar la guitarra su estilo
estaba muy influido por un músico negro de blues, John Westbrook, al que conocía cariñosamente como el tío John y le
había enseñado unos cuantos trucos como el ‘bending’. Antes incluso que Elvis y
Scotty Moore propiciaran el Big Bang desde Memphis, Perkins ya estaba
metiéndole ritmo a canciones bluegrass desde Tennessee. Cuando escuchó a Elvis
supo que Sun era el sitio donde iban a apreciarle y así fue, convirtiéndose en
la segunda estrella de la casa. Allí sacaría una buena ristra de clásicos
comenzando con cosas como Honey Don’t,
que grabó con una Les Paul Gold Top del 52 o del 53, y la inmortal Blue Suede Shoes, para la que usó otra
Les Paul Gold Top del 55 y un Bigsby, la canción que le convirtió en una
estrella a nivel mundial, siendo la primera canción que grabó Elvis cuando dejó
Sun para fichar por RCA. Para el momento en el que grabó Matchbox, diciembre de 1956, Perkins ya se había comprado una
Gibson ES-5 Swtichmaster, que sería la que utilizaría durante las míticas
sesiones del Million Dollar Quartet, junto a
Elvis, Jerry Lee y Johnny Cash. Su carrera nunca volvió a recuperar el éxito de
estos años, y declinó con el género, llegando a trabajar como guitarrista
solista de Cash en los 60 pero su influencia se hizo notar y mucho. No en vano Paul McCartney llegó a decir “si no hubiera habido un Carl Perkins, no
hubieran existido los Beatles”.
10 canciones (rockabilly) imprescindibles: Movie Magg, Gone Gone Gone, Blue Suede
Shoes, Boppin' the Blues, Dixie Fried, Matchbox, Your True Love, Glad All Over,
Honey Don't, Everybody's Trying to Be My Baby.
Cliff Gallup
Imaginen este momento, una compañía acaba de
fichar a un jovenzuelo para convertirle en el siguiente Elvis, tienen
preparados un estudio y media docena de los mejores músicos de sesión de la
época, incluidos un par de guitarristas. Pero cuando el chico llega lo hace
acompañado de su propia banda, incluido un larguirucho guitarrista que saca una
Gretsch Jet Duo de su estuche y se dispone a tocar. Los ejecutivos le explican
la situación y, por compasión, dejan que toquen algo. Entonces sucede, Gene Vincent y sus Blue Caps comienzan a tocar Race
With The Devil y en un momento dado Gene grita "Let's drag now!" y Cliff Gallup comienza a tocar un solo a una
velocidad imposible para la época. Como en los dibujos animados varias
mandíbulas acaban por el suelo viendo a aquel torbellino, para más inri Vincent
vuelve a insistir "let's drag
again!", para el momento en el que Gallup termina su segundo solo, los
músicos de sesión están empaquetando sus cosas y marchándose del estudio sin
necesidad de que nadie se lo diga. Ese mismo día, un 4 de mayo de 1956, también
grabaron Be-Bop-A-Lula, uno de los
grandes clásicos del género y la canción que convertiría a Vincent en una
estrella. Gallup grabaría junto a él 35 canciones desde esa legendaria sesión
hasta la última, el 18 de octubre de ese mismo año. Para ese momento, casado y
con una hija, Gallup decidió que el estilo de vida del rock and roll en la
carretera no era para él y se retiró a vivir plácidamente en su pequeño pueblo
de Virginia. Pocos guitarristas han causado tal alboroto en tan poco tiempo
(¡solo seis meses!), Gallup se convirtió en leyenda, siendo idolatrado por
guitarristas como Jeff Beck (que incluso llegó a grabar un disco de homenaje en los 90), Eric Clapton o el propio Brian
Setzer, que no dudó en colocarle el primero de su lista de guitarristas
rockabilly, por delante de los hombres del Rey, Scotty Moore y James Burton.
10 canciones (rockabilly) imprescindibles: Race With The Devil, Be-Bop-A-Lula, Blue
Jean Bop, Crazy Legs, Jump Back Honey Jump Back, Double Talkin' Baby, Red
Bluejeans and a Ponytail, Cruisin', Who Slapped John, Jump Giggles and Shout.
James Burton
James Burton solo necesitó tres guitarras y
menos de 18 años para inscribir su nombre con letras de oro en la historia del
rock and roll. Para ese momento ya había escrito uno de los riffs más famosos
de todos los tiempos y se había convertido en el hombre que completaba el póker
de grandes guitarristas del rockabilly junto a Scotty Moore, Carl Perkins y
Cliff Gallup. Pero eso solo era el inicio de una carrera que le convertiría en
el maestro de la Telecaster y en la que dejaría huella con su estilo único en
legendarias grabaciones de gente como Ricky
Nelson, Johnny Cash, Merle Haggard,
Gram Parsons, Emmylou Harris, Jerry Lee Lewis, Elvis Costello, Roy Orbison
y, por supuesto, el mismísimo Rey Elvis. Pero aquí nos vamos a centrar en su
periodo rockabilly, escribiendo el increíble riff de Suzie Q para Dale Hawkins,
dándole el filo rock a Bob Luman y
convirtiendo a una estrella adolescente, Ricky Nelson, en un respetado rocker
gracias al filo de su guitarra (Keith Richards afirmaría "yo no me compraba discos de Ricky Nelson, me
compraba discos de James Burton"). Por supuesto, tampoco podemos
olvidar su tiempo a las órdenes de Elvis durante los 70, donde se convirtió en
su mano derecha. Su tremendo trabajo como músico de sesión, excede con mucho
los límites del rockabilly pero su huella es indeleble en todos los que se
adentran en este fascinante estilo.
10 canciones (rockabilly) imprescindibles: Suzie Q (con Dale Hawkins), Red Cadillac And A Black Moustache, My Gal
Is Red Hot (con Bob Luman), Believe
What You Say, Travelin' Man, Hello Mary Lou, It's Up to You, Fools Rush in
(con Ricky Nelson), Burning love, Patch
It Up (con Elvis Presley).
Brian Setzer
¿Saben una de las pocas cosas en las que se
pueden poner de acuerdo un punk, un heavy y alguien interesado en el jazz?
Brian Setzer. El líder de los Stray Cats
es uno de los guitarristas más admirados de los últimos 40 años, resucitando el
rockabilly a comienzos de los 80 gracias al éxito de su banda. Pero más allá de
un mero 'revivalista' el bueno de Setzer también aportó cosas al género,
incluidos unos cuantos clásicos con su propia firma como Rock This Town o Stray Cat
Strut, además de su agresividad punk y un estilo a la guitarra
absolutamente increíble. Todo comenzó en el año 76 en Nueva York, Setzer estaba
en el Max’s Kansas City, uno de los lugares fundamentales de la escena punk de
la ciudad, junto al CBGB, cuando alguien pinchó el Be-Bop-A-Lula de Gene Vincent y sus Blue Caps. Setzer no se lo
podía creer, esa actitud agresiva y cruda con pocos elementos encajaba a la
perfección con la urgencia del movimiento punk pero había algo más, en el
momento en el que escuchó el solo de Cliff Gallup supo el qué. Estos tipos
tocaban como verdaderos diablos. Para Setzer fue una revelación, así que se
compró una Gretsch 6120 naranja, fundó los Stray Cats y se marchó a Inglaterra
a predicar su nueva fe. Lo hizo con tanto fervor que en el camino rescató a las
Gretsch como modelos icónicos, reflotando la compañía y haciendo que alcanzaran
precios astronómicos. La compañía se lo recompensó en 1990 haciendo de él el
primer guitarrista al que dedicó un modelo 'signature' desde Chet Atkins.
Así que, para terminar, dejemos al más joven
de nuestro repóquer nombrar los discos definitivos del rockabilly: "El disco definitivo del rockabilly es el The
Sun Sessions de Elvis Presley, ahí está todo lo que necesitas y más. También
tengo que elegir los dos primeros discos de Gene Vincent, Blue Jean Bop y Gene
Vincent and the Blue Caps. Como guitarrista necesitas escuchar a Cliff Gallup
tocando con Gene Vincent y a Scotty Moore tocar para Elvis Presley."
Añadamos a Carl Perkins, James Burton y el propio Setzer junto a sus Stray Cats
y ya tienen una perfecta introducción al maravilloso mundo del rockabilly.
10 canciones (rockabilly) imprescindibles: Rock This Town, Stray Cat Strut, Rev It up
& Go, (She's) Sexy + 17, Runaway Boys, Built for Speed, I Won't Stand In
Your Way, 18 Miles to Memphis, Bring It Back Again, Look at That Cadillac.