Al estilo de Robby Krieger
Por Miguel Ángel Ariza
Los fanáticos de la música rock le debemos
mucho a Robby Krieger. Lo primero
que tenemos que agradecerle es que tuviese la buena idea de juntarse junto con Ray Manzarek, John Densmore y Jim Morrison para dar vida a The Doors, una de las bandas más
increíbles de todos los tiempos; lo segundo es que, dentro de esa banda, nos
haya regalado canciones que ya son auténticos himnos de la cultura popular del
siglo XX como Light my fire o Touch me (entre muchos otros que también
llevan su firma) y por último, y más concretamente en nuestro universo de las
seis cuerdas, es que haya tirado por la borda ese viejo cliché que dice que
todos los guitarristas de rock suenan a lo mismo. No señores; Robby Krieger
solo suena a Robby Krieger.
Su mezcla de formación musical clásica, unido
a su afición por el flamenco y por el blues más primitivo dan como fruto uno de
los estilos más particulares que hemos podido constatar a lo largo de los años
de reinado de la música rock en las listas de ventas y vamos a hacer un repaso
aquí de lo que usaba para encontrar su sonido.
Unos cuantos años antes de que apareciese un
tipo llamado Angus Young
por la escena musical ya había un tipo que se había apropiado de la Gibson SG
como su guitarra favorita. Para ser más concretos hablamos de una Gibson SG
Special con pastillas P90 de 1964. Probablemente el primer disco de los Doors
está grabado casi enteramente con este modelo. Al año siguiente, en 1968, se
hizo con un Gibson SG Standard que ya montaba unas pastillas ‘humbucker’ en
lugar de las ya mencionadas P90 continuando su predilección por las SG.
Solamente cabe añadir a estas guitarras la Gibson Les Paul Custom de 1954 que
usaba básicamente para hacer sus partes de slide. Por último no podemos dejar
de mencionar la Ramírez, comprada en Madrid por su padre, que usaba para dar
rienda suelta a esas influencias flamencas tan evidentes en canciones como Spanish caravan.
En cuanto a sus amplificadores hay unas
cuantas entrevistas por la red del propio Krieger recordando bastante bien los
modelos que usó y que ha ido usando durante estos años. Los primeros que usó
con los Doors fueron unos Magnatone; algo más tarde usó un Acoustic 260 para
acabar, cómo no, usando un Fender Twin Reverb. Más recientemente en las giras
que hizo con The Doors of the 21st
Century usó los más modernos Fender Hot Rod Deville, tanto el modelo de dos
como el de cuatro altavoces.
Como bien sabréis si sois fans de la banda californiana
no es el sonido de Robby Krieger un sonido basado en sus pedales aunque, en
raras ocasiones, sí que echó mano de
alguno de los más míticos de la época, esos que los coleccionistas
buscan como si del Grial se tratase. Nos referimos al Vox Tonebender y al
Crybaby. También recuerda haber usado el Maestro Fuzztone durante finales de
los 60.
En general nos encontramos ante un equipo
sencillo, tocado de forma sencilla y, sin embargo, dando como resultado alguno
de los solos y riffs más escuchados y copiados de la historia, y por encima de
todo, tocados de manera única y absolutamente reconocible. Ya hablamos de lo
difícil que era sonar a uno mismo cuando nos adentramos en el mundo de Carlos
Santana. Robby Krieger es otro gran ejemplo de guitarrista único que
solamente suena a él mismo...y por eso le tenemos que estar todos muy
agradecidos.