Al estilo e Stevie Ray Vaughan
Por Miguel Ángel Ariza
En un tiempo en el que el
foco de atención del planeta guitarrero se centraba en los sonidos cada vez más
saturados y marcianos y donde no se concebía tener una guitarra que no tuviese
humbuckers, incluidas las super strat tan famosas a mediados de los 80,
apareció un tipo con sombrero de cowboy y con acento de Texas que apenas usaba
efectos, crujía el sonido limpio de sus amplificadores vintage y se colgaba una
Fender Stratocaster que aparentaba tener incluso más años de los que
realmente tenía. Stevie Ray Vaughan volvía a las raíces, y gracias a él,
el universo de la guitarra eléctrica ligado al blues también lo hacía. Lo
vintage volvía a la carga.
Lo hacía porque el señor
Vaughan llevó a un nuevo planeta el sonido de la guitarra blues. Tenía la rabia
de Hendrix, la clase de Clapton y cada nota que daba sonaba con
una fuerza y una energía que le daban a su música un auténtico sabor de pureza
y verdad que le asemejaba con los grandes artistas del blues de los 50 y 60 como
Albert King, Freddie King o Muddy Waters. En pocas
palabras: lo tenía todo.
De su vida y milagros está
todo escrito así que centrémonos aquí en hablar de su equipo. La pieza
fundamental de todo su universo sónico es su Fender Stratocaster “Number one”.
Él siempre habló de ella como una strato del 59 aunque los luthiers de Fender
cuando la examinaron para hacer su signature model descubrieron que, aunque en
efecto las pastillas eran del año 59, el cuerpo y el mástil eran realmente del
año 62 y 63.
Como alternativas a esta
guitarra tenía unas cuantas Stratocasters vintage (bautizadas como “Red”,
del año 62, y “Yellow” que anteriormente había pertenecido a Vince
Martell de Vanilla Fudge). Muchas veces cambiaba de guitarra incluso
en mitad de canciones ya que su manera tan agresiva de tocar hacía que rompiese
cuerdas con cierta facilidad...cosa realmente increíble ya que, como es bien
sabido, usaba un calibre del 012. Como prueba intenten un día hacer un par de
bindings con este calibre a ver qué tal acaban sus dedos...
Lo vintage no acaba solo con
sus guitarras sino que se extiende al resto de su equipo utilizando
principalmente amplificadores de los años 60 tanto Marshall como sobre
todo Fender. Increíblemente, y al contrario que la mayoría de los
mortales, usaba los sonidos más saturados de los Fender y los más limpios de
los Marshall. Entre sus elecciones podemos destacar modelos Super Reverb,
Vibrolux y Twin Reverb de Fender y un Plexi de Marshall. A
veces conectados a un Leslie speaker dándole ese toque añejo también con
sus altavoces giratorios.
En cuanto a los pedales quizá
sea el culpable de que el Ibanez Tubescreamer sea una de las opciones
preferidas de muchos guitarristas a día de hoy. En sus conciertos usó varios
modelos: el Ts808, el Ts9 y el Ts10. También añadía un par
de wah Vox (por supuesto vintage de finales de los 60) conectados ambos
simultáneamente en algunas canciones.
Así que como habréis
comprobado con este pequeño paseo por el equipo de SRV podemos decir sin temor
a equivocarnos que, siendo en la actualidad uno de los guitarristas más
seguidos y admirados por una gran parte de la comunidad guitarrera, es uno de
los principales “culpables” de la auténtica pasión por el sonido y el material
“vintage”...y es normal ¿quién no quiere sonar Stevie Ray Vaughan?