Al estilo de Santana

Por Miguel Ángel Ariza

Si lo más complicado de tocar la guitarra eléctrica es crear un sonido propio y ser reconocido al instante en cuanto tocas unas pocas notas podemos decir que Carlos Santana ha conseguido eso y mucho más convirtiéndole en uno de los guitarristas más innovadores e influyentes de la historia de la música Rock.  

Nuestro trabajo aquí es intentar explicaros como dar con su sonido así que vamos a hacer un breve repaso a las guitarras que han pasado por las manos del guitarrista mejicano.  

Comenzamos con una Gibson Les Paul Special de los años 50 que usó para grabar probablemente la mayoría de las canciones de su tremendo álbum de debut. Una seña de distinción de estos primeros años de su carrera es el uso de guitarras con pastillas P90. Lo podemos comprobar en su más que legendaria actuación en el festival de Woodstock en la que le vemos con una Gibson SG Special de 1961 (sí, esa SG a la que no para de bajar y subir el tono en toda la actuación como si estuviese poseído).
Más tarde la cambiaría por una SG Special negra también con P90 con la que grabaría gran parte de sus dos álbumes siguientes. Como curiosidad hay que decir que existe la leyenda de que la SG negra es la misma SG de Woodstock pero repintada...aunque el propio Carlos Santana ha declarado que destruyó esa guitarra ya que era incapaz de mantener la afinación.  

Durante la primera parte de los años 70 usó diferentes modelos de Gibson incluidos una Les Paul Custom y una L6-S hasta que dio con el primer modelo de guitarra que le acompañaría unos cuantos años seguidos, una guitarra que a día de hoy se revaloriza cada hora que pasa, la Yamaha Sg2000, que le acompañaría hasta los primeros años 80 cuando un señor llamado Paul Reed Smith se empeñó en hacerle llegar uno de sus prototipos al bueno de Carlos...y el resto, como se dice en estas relaciones de amor, es historia.
 

Según el propio Paul Reed Smith lo suyo con Santana le costó sangre, sudor y lágrimas hasta que por fin el artista le aceptó para siempre como un gran luthier primero y como un amigo de por vida después. La primera PRS que Santana probó en su vida estuvo en sus manos menos de una canción, la probó en un concierto y estuvo a punto de tirarla a la basura. La cosa no había empezado bien; pero el empeño del luthier y la confianza que tenía en ese prototipo hizo que finalmente, tras otros dos modelos hechos para Santana en un cortísimo periodo de tiempo, el mejicano se decidiese por fin a darle una segunda oportunidad; oportunidad que ha durado desde entonces hasta la actualidad. Santana apenas ha vuelto a coger otra guitarra desde entonces, con muchas modificaciones y modelos durante tantos años eso sí (Santana I, Santana II, Santana MD...) pero siempre partiendo de aquel prototipo.
 

Como última curiosidad decir que no fue hasta 1995 cuando PRS sacó al mercado su primera Santana Signature model, es decir, 15 años después de que comenzase la relación entre el luthier y el artista.
 

En cuanto a sus amplis tan solo vamos a mencionar uno que le lleva acompañando desde los 70; un combo Mesa Boogie Mark I, el único que vemos junto a él en el escenario (aunque usa mínimo dos cabezales más, otro Mark I y un Bludotone) y según su técnico personal tan solo usa un wah en el escenario y un delay (Tc-Electronics D Two) en uno de sus canales. Lo demás lo hacen sus dedos.
 

Adentrándonos un poco en su biografía llena de excesos, espiritualidad radical y experimentación musical intuimos que Santana es una persona especial pero lo más importante de todo y lo que sí sabemos a ciencia cierta es que es un guitarrista muy especial...y eso no lo pueden decir muchos.    

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