El ruido y la furia

Por Sergio Ariza

No creo que exista un disco en directo con un comienzo tan arrollador como el de No Sleep 'Til Hammersmith, desde el momento en el que el Rickenbacker de Lemmy comienza a tocar el mítico riff de Ace Of Spades, el trío más atronador de la historia pasa de 0 a 100 más rápido que un Fórmula 1, pero lo increíble es que durante los siguientes 40 minutos que dura el disco no se baja el pie del acelerador ni por un solo segundo.   

     

A los conciertos de Motörhead había que ir preparado porque la banda era como Atila y después de que ellos tocaran no volvía a crecer la hierba, Lemmy sonaba como si se hubiera bebido una botella de Jack Daniels antes de subir al escenario y luego hubiera encendido una cerilla y la hubiera arrojado dentro de su garganta. No hay un cantante con una voz más rasposa, más torturada y más perfecta para el rock & roll que la suya, claro que el resto de la banda, "Fast" Eddie Clarke a la guitarra y Phil "Philthy Animal" Taylor a la batería, tampoco se quedaban atrás, dispuestos a seguir a su líder a cualquier velocidad posible.
   

Lemmy había formado Motörhead, tras ser expulsado de Hawkwind, en 1975. Su propósito era hacer una música "rápida y viciosa, como la de los MC5", una música básica y directa, rock'n'roll tocado a máxima velocidad y volumen, coronado por su voz macerada en Jack Daniel’s. Tras un par de cambios encontró su formación definitiva con la llegada de Phil y ‘Fast’ Eddie en 1976. Al año siguiente publicaron su disco de debut, llamado como la banda, en el que ya quedaba patente su estilo, una mezcla de punk y metal que se adelantaba al ‘thrash’. Pero la fórmula se perfeccionó con Overkill, editado el 24 de marzo de 1979, Bomber, el 27 de octubre de ese mismo año, y, sobre todo, Ace of Spades, editado el 8 de noviembre de 1980. Este último, con su imparable canción titular les había convertido en estrellas en el Reino Unido y la gira de presentación fue la que sirvió para la grabación de este disco de directo.  
   

       

No Sleep 'Til Hammersmith
 llegó en el momento adecuado, después del magnífico trío de ases que supusieron Bomber, Overkill y Ace of Spades, cuando la formación más recordada de Motörhead era una máquina perfectamente engrasada. Con este disco completaron su particular póker de mejores discos, en un periodo de dos años, y dejaron para el recuerdo uno de los directos más explosivos e importantes de la historia.
     

Lo curioso del caso es que, a pesar de su título, ninguna de las grabaciones procede del mítico Hammersmith Odeon londinense (un lugar en el que ni siquiera tocaron en esa gira) sino que vienen principalmente de dos conciertos a finales de marzo del 81 en Newcastle y Leeds. A pesar de todo cuando el disco se publicó en junio del 81 subió a lo más alto de las listas británicas y supuso el culmen de la carrera del trío.   

     

En los momentos en los que se grabó el trío era imparable, después de varios años sin parar de tocar juntos. La banda parecía estar siempre en el estudio o de gira, sin un momento de descanso. Las canciones se suceden como ráfagas tocadas con la máxima velocidad y precisión.    

Clarke demuestra con creces que es el guitarrista más adecuado que haya tenido nunca Lemmy, capaz de recordar a Hendrix con wah en la explosiva Metropolis o, más difícil, aún, conseguir que su Stratocaster con una Dimarzio SDS-1 en el mástil, una humbucker DiMarzio X2N en el puente y la original de Fender en la posición de medios, sonara más aguda que el Rickenbacker de Lemmy, pasado a través de un Marshall, con los bajos al mínimo y los agudos al máximo. A eso se le llama hacerse solos a lo kamikaze.
   

    

El disco puede servir además como un grandes éxitos de la banda, desde la mencionada Ace Of Spades hasta la canción que les daba el nombre, Motörhead, pasando por trallazos como (We Are) The Road Crew, The Hammer, Iron Horse, Overkill o Bomber. No hay un solo tema malo aquí y las versiones son superiores a las de estudio, y estamos hablando de sus mejores discos, con una banda alcanzando el absoluto cénit de su carrera, conjuntando la fiereza del punk con la fuerza del heavy, adelantándose al advenimiento del thrash en los siguientes años.
   

Lo único negativo relacionado con No Sleep 'Til Hammersmith es que fue casi el canto de cisne de la formación clásica de la banda (Lemmy, "Fast" Eddie Clarke y Phil "Philthy Animal" Taylor) si descontamos el decepcionante Iron Fist, publicado al año siguiente. Y es que, a pesar de que Lemmy y Motörhead continuarían sacando buenos discos durante varias décadas más, nunca volvieron a alcanzar la potencia, el ruido, la furia y la vertiginosidad a la que llegaron con esta maravilla que debe ser considerada uno de los mejores discos en directo de la historia del rock & roll.
   

 

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