Avivando la llama del rock sureño

Por Sergio Ariza

En la portada del único disco de estudio que le dio tiempo a grabar con Lynyrd Skynyrd, Steve Gaines, al igual que el resto de la banda, aparece en el centro rodeado de fuego. Puede que no exista una definición más gráfica de lo que hizo por esta banda, volver a prender el fuego que parecía extinto y volver a colocarles como una de las mejores bandas de rock, sureño o no, de la historia de EEUU. Pero su llamarada fue tan intensa como corta, viendo truncada su vida en un trágico accidente de avión junto al hombre que había predicho que un día todos en su banda estarían a la sombra de Steve.  



Gaines sustituyó a Ed King y junto a Gary Rossington y Allen Collins compuso el que posiblemente sea el mejor trío de guitarristas que haya tenido, a la vez, una banda en la historia del rock (posiblemente el segundo sea el formado por Rossington, Collins y King). Pero antes de llegar allí ya tenía una larga carrera detrás de él.
 

Gaines había nacido el 14 de septiembre de 1949 (curiosamente el mismo día en que lo hizo Ed King, el hombre al que sustituiría), un año antes lo había hecho su hermana Cassie, una de las figuras más importantes de su vida. En 1964 fueron a ver en directo a los Beatles y en el viaje de vuelta Steve no paró hasta convencer a su padre de que le comprara su primera guitarra. Al poco tiempo, ya con su guitarra en las manos, formó su primera banda en el instituto, The Ravens. Pero no sería hasta después que llegaría su primera banda profesional, Manalive, en la que también estaba Cassie. En esa época ya se había comprado su recordada Les Paul Black Beauty, una guitarra de la que no se separaba, hasta el punto de que sus amigos la llamaban su tercer brazo. Con Manalive llegaría a grabar un single en 1971 distribuido por Stax. También llegaría uno de sus primeros hitos cuando tocaron en Memphis junto a ZZ Top.
 



Luego Gaines pasó a formar parte de bandas como ILMO Smokehouse o Detroit, una banda formada por Mitch Ryder que había contado con Steve Hunter en sus filas. Pero Steve quería triunfar por su cuenta y en 1974 fundó Crawdad, una banda que llegaría a grabar en los estudio Capricorn de Macon, Georgia, la Meca sagrada del rock sureño. Esas grabaciones no aparecieron en su momento pero se publicarían en 1988 bajo el título de One In The Sun, con canciones como Give It to Get se demuestra su enorme potencial como compositor y guitarrista.
 

En diciembre de 1975 Cassie pasó a formar parte de Lynyrd Skynyrd como miembro del grupo de coristas, las Honkettes. En esa época la banda estaba buscando a un nuevo guitarrista que sustituyera a King, que se había marchado a mediados del 75. Cassie comenzó a hacer campaña por su hermano pero nadie la hizo mucho caso hasta que el 11 de mayo de 1976, en Kansas City, decidieron darle el gusto y dejar tocar a su hermano. Steve recibió la llamada, y aunque su hermana no le aseguró que fuera a tocar, cogió su Black Beauty y un pequeño amplificador Fender Twin Reverb y se dirigió hasta allí. Nadie en la banda se lo tomaba muy en serio y le dijeron al técnico de sonido: “Va a subirse el hermano de Cassie a tocar con nosotros, si no tiene nivel desenchúfalo”.
 



El técnico de sonido no le desenchufo, durante la versión de T For Texas, en la que le invitaron a subir, Gary Rossington y Allen Collins comenzaron a intercambiarse solos como de costumbre. Así que Gaines decidió utilizar el slide para hacer algo diferente, los dos guitarristas quedaron enamorados del nuevo al instante. Dos semanas más tarde Gaines recibió la llamada de Ronnie Van Zant diciéndole que el puesto era suyo. Con solo tres conciertos a sus espaldas, Steve Gaines se vio con el resto de la banda encerrado tres días en el Fox Theatre de Atlanta, del 7 al 9 de julio, para grabar el nuevo disco en directo de Lynyrd Skynyrd, One More From The Road.
 

Para seguir buscando un sonido distinto que el de Rossington, Gaines comenzó a tocar más su Stratocaster del 65 enchufada a un Peavey Mace como se puede comprobar en los ‘licks’ finales de Call Me The Breeze, donde su Strato responde con una clase excepcional a Van Zant, o en el excelente solo en la icónica Sweet Home Alabama. Pero tampoco olvida su Black Beauty como prueban T For Texas, convertida en vehículo para su lucimiento al slide, o los pasajes finales de Free Bird, donde se une a la Firebird de un Collins en trance para doblar su mítico solo de guitarra y llevar la canción más allá de los 13 minutos.
 



El disco se coló en los primeros puestos de las listas y les permitió darse ciertos lujos, como sustituir su autobús de gira por un viejo avión. Fue durante esta gira cuando Van Zant se dio cuenta, con inmensa alegría, que Gaines estaba logrando que todo el mundo diera lo mejor de sí mismo y la banda se revitalizó. Tanto es así que para cuando llegó su aparición en el mítico festival de Knebworth el 19 de agosto del 76 ya eran imparables. Las grandes estrellas del día eran los Rolling Stones pero allí también aparecían 10CC o los Utopia de Todd Rundgren. Al final solo se hablaría de Lynyrd Skynyrd…
 

Delante de una audiencia estimada entre 150.000 y 200.000 personas los nuevos Skynyrd dieron el paso al frente definitivo. Su actuación fue puro fuego y cuando Van Zant les dijo a sus guitarristas "Play for Duane Allman", en medio de Free Bird, el delirio guitarrero se desató, casi como en una reedición del día en que Jerry Lee Lewis quemó su piano en el escenario y luego Chuck Berry decidió que después de eso no salía. Los Stones sí que salieron pero la batalla ya estaba ganada de antes. Tampoco es que sea una afrenta especial para los de Jagger, durante ese año y medio que estuvo Steve Gaines en la banda no hubo una sola banda de rock mejor que ellos encima de un escenario.
 

Pero el efecto Gaines también se vería reflejado en el estudio. En el verano del 77, en los míticos estudios Muscle Shoals de los que hablaban en Sweet Home Alabama, los Lynyrd Skynyrd se encerraron para grabar su quinto disco de estudio, el único que puede aguantar comparaciones con los dos primeros. Gaines fue el gran protagonista, aportando cuatro composiciones, dos en solitario y dos con Van Zant, y llegando a tomar la voz cantante en Ain't No Good Life y compartiéndola con Van Zant en la maravillosa You Got That Right. Su increíble trabajo a la guitarra se puede disfrutar en piezas como I Know A Little, la versión del Honky Tonk Night Time Man o las maravillas que salen de su Strato en That Smell.
 



Todo parecía preparado para que se cumpliera la profecía de Van Zant y que la banda empezara una segunda etapa dorada liderada por Gaines. El disco se estrenó el 17 de octubre de 1977 y en poco tiempo se convertió en disco de oro. Pero la profecía de Van Zant que se cumpliría sería otra. El cantante llevaba tiempo diciendo al que quisiera escucharle que no llegaría a cumplir los 30. La letra de That Smell, una advertencia a Rossington y Collins, también dejaba claro que la muerte rodeaba de alguna manera al grupo.
 

El 13 de octubre habían comenzado una nueva gira de apoyo al disco y lo hacían con aquel avión viejísimo que ya les había dado algunos problemas el año anterior, el propio Allen Collins no quería volver a saber nada de aquel cacharro. En la mente de todos estaba comprar uno nuevo ahora que volvían a la cima y se embarcaban en su gira más ambiciosa hasta la fecha, con cita en el Madison Square Garden incluida. El 19 de octubre dieron un concierto en Greenville, la última canción que sonó fue Free Bird, como no podía ser de otra forma. Al día siguiente se subieron al avión pero varios de ellos no volverían a ver la luz del día. Ronnie Van Zant, los hermanos Gaines, su mánager Dean Kilpatrick y los dos pilotos fallecieron después de que el avión se estrellara.
 



Antes de aquel terrible accidente, Ronnie Van Zant había dicho: "algún día todos en esta banda estaremos a la sombra de Steve". No pudo ser, pero esos meses juntos sirvieron para que el mundo pudiera comprobar que Gaines podía volar como un pájaro libre y llevar en volandas a una de las bandas más importantes de todos los tiempos. Steve Gaines fue la última llamarada del rock sureño, breve pero intensa. La portada de Street Survivors se tuvo que cambiar a los pocos días, la foto en la que Gaines aparece en el centro con los ojos cerrados y rodeado de llamas era demasiado tétrica tras el accidente… puede que también fuera profética.
 

El bajista Leon Wilkeson, que fue uno de los peor parados entre los supervivientes (llegándosele a parar el corazón dos veces en la mesa de operaciones), afirmó, tras recuperarse, que había estado sentado en una nube con Van Zant y el Dios del rock sureño en persona, Duane Allman. Pero, según su historia, Ronnie le dijo "Chico, bájate de aquí, todavía no ha llegado tu tiempo, largo de aquí". Puede que Van Zant tuviera tanta prisa en despedirle porque no podía esperar más a empezar la 'jam' celestial que le esperaba con Duane y Steve. No se puede volar más alto…


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