Orgullo sureño
Por Sergio Ariza
La canción que definiría, para bien y para mal, la carrera de Lynyrd Skynyrd comenzó a grabarse un mes después de que la banda terminara de grabar su primer disco, Lynyrd Skynyrd (Pronounced 'Lĕh-'nérd 'Skin-'nérd), y dos meses antes de que se publicara. Fue la consecuencia de la nueva recomposición de la banda, durante la grabación de su debut, su bajista, Leon Wilkeson, se marchó de la banda y fue reemplazado por el ex guitarrista de Strawberry Alarm Clock, Ed King. Pero durante la grabación todos vieron que King era un guitarrista excepcional y que su química con Gary Rossington y Allen Collins haría de esta banda algo imparable, además de comenzar con lo que se conoció como 'el ejército de las tres guitarras', la marca de la casa en los Skynyrd.
El caso es que Ronnie Van Zant convenció a Wilkeson para que volviera y que King pudiera dedicarse solo a la guitarra. El guitarrista decidió que para diferenciarse del sonido Gibson de sus compañeros iba a optar por una Stratocaster, en este caso una Sunburst del 73, y comenzó a trabajar con Rossington en un riff que tenía, a Van Zant le inspiraron y comenzó a escribir una letra en la que arremetía contra uno de sus cantantes favoritos, Neil Young, que el año anterior había sacado uno de los discos más vendidos de los 70 en el que había aparecido una canción, Alabama, que le había picado en su orgullo sureño.
Así que, a pesar de que ninguno de sus tres compositores era de allí (Van Zant y Rossington eran de Florida, y King de California), los Lynyrd Skynyrd compusieron el himno definitivo para Alabama, con un King espléndido como guitarrista principal y un Van Zant lo suficientemente ambiguo como para que la cantara un yanqui de Nueva York como Al Kooper, pensando que Van Zant estaba en contra del segregacionista George Wallace, pero también para que Ed King pensara que la canción estaba totalmente a favor de éste. Sea lo que sea, no se puede negar el tremendo impacto de la misma, una de las mejores canciones rock de la historia, con un riff icónico y un estribillo de 10. Hasta el propio protagonista en negativo de la canción, Young, declaró que merecía el rapapolvo de Van Zant y sus chicos: "Mi propia canción se merecía el toque que me dio Lynyrd Skynyrd con su gran disco. No me gustan mis palabras cuando las escucho. Son acusadoras y condescendientes, no están totalmente pensadas y son demasiado fáciles de malinterpretar".
El caso es que la gente tendría que esperar hasta abril de 1974, cuando apareció Second Helping, para poder escucharla, eso sí, para cuando lo hicieron la banda había subido un escalafón más de popularidad abriendo los conciertos de la multitudinaria gira de los Who de Quadrophenia, en noviembre y diciembre del 73. La reacción fue tan buena que la canción se editó como sencillo, un año después de ser grabada, colándose entre los diez primeros de las listas del Billboard, a pesar de ser claramente una banda enfocada a los discos.
Algo que vuelve a probar este maravilloso Second Helping, en el que acompañando a su canción más conocida aparecen otras gemas como la imparable Don't Ask Me No Questions, de Van Zant y Rossington, con un maravilloso trabajo de éste último en su querida Les Paul. También destacan las dos aportaciones de Collins, The Needle And The Spoon, con un maravilloso solo 'hendrixiano' en su Firebird con Vox Wah, y la emocionante The Ballad Of Curtis Loew, una de las mejores baladas de su carrera, en la que King y Rossington se turnan al slide. El nuevo guitarrista también tiene otro gran momento de lucimiento en Workin' for MCA, con la Strato del 67 con la que grabó todo el disco (con la excepción de Alabama).
El disco les consagró como la banda de rock más en forma del momento y les convirtió en los líderes absolutos del rock sureño, algo de lo que hicieron bandera, no en vano lo de rock sureño era reiterativo, el rock era sureño, había nacido allí con Elvis, Little Richard, Chuck Berry, Fats Domino o Buddy Holly, Lynyrd Skynyrd hicieron que los más despistados lo recordaran, y para aquellos que les acusaron de racistas dejaron los suficientes mensajes como para ver que no era así y que incluso cuando el estúpido de George Wallace decidió ensalzar la canción Van Zant decidió contestar: "No estamos interesados en política, no tenemos ninguna educación, pero lo que sí que tengo claro es que George Wallace no tiene ni idea de rock & roll".