One more for the fans (2015)
Lynyrd Skynyrd
El
enésimo autohomenaje de la mítica banda convertida en símbolo del southern
rock tiene la virtud de congregar a un buen número de personajes de la
música genuinamente americana
interpretando los grandes éxitos de Lynyrd
Skynyrd. Algunos de ellos tan insospechados como Cheap Trick o un señor ya mayor y calvete que resulta ser nada
menos que Peter Frampton.
Una
reunión de nuevas y viejas glorias de la música sureña y alrededores que no
tiene ninguna excusa en forma de aniversario, salvo que se cumplían 37 años del
fatídico accidente de avión que rompió Lynyrd
Skynyrd en mil pedazos cuando ya habían alcanzado casi la cima del éxito.
Cuando sus juegos de guitarras a dos y tres bandas eran el no va más del rock y Free Bird su seña de
identidad. El objetivo esta vez era salvar de la demolición un lugar muy
especial para la banda.
La
cita del 12 de noviembre del año pasado en el Fox Theatre de Atlanta,
capital de la rebelde Georgia, permitió
recuperar en tiempo presente lo mejor de los verdaderos Lynyrd interpretados por músicos distintos a los habituales y de
paso recaudar fondos para evitar la desaparición del escenario donde se grabó
su famoso álbum en directo en 1976. De él, obviamente, toma su nombre este DVD
– doble CD.
Los
herederos de la leyenda, con Gary
Rossington, Johnny Van Zandt
–hermano de Ronnie- y Rickey Medlocke a la cabeza, han
mantenido el tipo con dignidad recordando una y otra vez la memoria de sus
compañeros fallecidos. A trancas y barrancas, incluso han seguido sacando
nuevos discos de estudio. Pero nunca ha vuelto a ser lo mismo.
El
interés de su nuevo trabajo está, por ejemplo, en escuchar a Robert Randolph, prácticamente
desconocido a este lado del Atlántico, interpretando You got the right sentado
ante los pedales de su steel, lo mismo que a Randy Houser, Jason Isbell o Aaron Lewis,
entre otros. Mención especial, por supuesto, para la guitarra de Warren Haynes y sus Gov’t Mule.
Entre
los nombres más conocidos por estos lares, Cheap
Trick se encarga de Gimme Back My Bullets y nada menos que John Hiatt de The Ballad of Curtis Loew, aunque
para curiosidad la aparición de un Peter
Frampton muy cambiado respecto al que conocimos en sus tiempos de gloria.
Su guitarra, en cambio, no ha envejecido y lo demuestra en Call me the Breeze. Igual
que otra leyenda afortunadamente aún viva y coleando: Gregg Allman, responsable de otro de los hitos Made in Skynyrd, Tuesday’s gone, el tema que da paso
a la traca final del concierto.
Y al
momento más emotivo, con Johnny
cantando a dúo Travelin’ Man con su hermano Ronnie, resucitado en una pantalla gigante de vídeo gracias a una
de esas cintas que siempre se quedan al fondo de un cajón. El piano de Free
Bird pondrá poco a poco fin a la tristeza con su imponente éxtasis
final y los Lynyrd Skynyrd, esta vez
a solas, haciendo vibrar al público como lo llevan haciendo desde hace casi
medio siglo. El esperado colofón lo pone uno de los himnos del rock por antonomasia, Sweet Home Alabama,
rodeados de todos los invitados a una fiesta en la que sólo faltó una barbacoa
para ser perfecta.