¡No te olvides del boogie!
Por Tom MacIntosh
La escena blues/rock de los 60 estaba tan
abarrotada (la banda de Paul Butterfield,
John Mayall y los Bluesbreakers,
Steppenwolf, Grand Funk Railroad, por nombrar solo algunos) que era fácil
perderse entre la bruma. Canned Heat
lograron sobresalir de entre ellos, formados por el vocalista Bob 'the Bear' Hite y el guitarrista
slide Alan 'Blind Owl' Wilson en
1965 en Los Ángeles, California. Tomaron su nombre de una canción de 1928 de Tommy Johnson, Canned Heat Blues, sobre un tipo que bebería lo que se llamaba
sterno, un combustible para cocinar, o "calor enlatado". Su estilo
blues/boogie/rock produjo gemas como On
the Road Again, el gran éxito de este álbum. Fue su segundo disco y resultó
ser un clásico para toda la vida. Su fórmula especial era utilizar el enfoque
folk/blues similar a leyendas como John
Lee Hooker (con el que, eventualmente, grabarían un disco, Hooker n Heat), y cargarlo con un
frenético ritmo de boogie espolvoreado con polvo psicodélico. Echemos un
vistazo más de cerca al álbum, descomprimamos su sonido y algunos de los
elementos utilizados para hacerlo.
La banda, además de sus dos miembros
principales, contaba con Henry
'Sunflower' Vestine en la guitarra principal, Larry 'the Mole' Taylor en el bajo y Adolfo 'Fito' De la Parra en la batería. Para la grabación del
disco también les ayudaron Sunnyland
Slim a los teclados y Dr. John
en el piano y los arreglos de viento.
El disco se abre con Evil Woman, con un bajo palpitante y un simple ritmo de batería,
luego algunos riffs de guitarra limpios, una armónica rutilante y la voz
inmisericorde de Hite. La canción recuerda a los Doors, con un toque de psicodelia
en el aire. La segunda canción, My Crime,
es un estándar blues de Chicago con algunos sabrosos toques de armónica y la
Gibson SG de Vestine, probablemente conectada a un Fender Dual-Showman o Twin
Reverb, aullando dulcemente. Lo que nos lleva al tema más legendario del disco,
On the Road Again, un riff abierto
fácilmente reconocible, un riff de blues tradicional detrás de la angélica voz
en falsete de Wilson, imposible no seguir el ritmo con los pies; todavía sigue
fresca como el primer día, 50 años después de su grabación.
El R&B primigenio se exhibe en piezas como
World In a Jug, con algunos arreglos
jugosos de guitarra en tándem entre Wilson y Vestine, y Turpentine Moan, con Sunnyland Slim haciendo cosquillas en las
teclas de su piano en un estilo blues boogie. El buen trabajo de Wilson en el
slide (el "gemido") está hecho con su Gibson Les Paul Goldtop del 54
conectada a un Orange Rockerverb 100 MK III. También tocó una Fender Mustang y
una Telecaster.
La segunda cara es puro Canned Heat. Se abre
con el himno antidrogas Amphetamine Annie,
"una canción con mensaje",
según Hite, y que no era otro que "¡el
'speed' mata!", algo que se convirtió en parte del vocabulario
antidroga. An Owl Song es puro boogie
woogie, con un delicioso solo de armónica a cargo de Wilson y el buen hacer al
piano y los arreglos de viento por parte de Dr. John. El buen doctor también
interpreta la instrumental Marie Laveau,
una mujer que era una especie de leyenda en los círculos vudú criollos, Marie Catherine Laveau, que murió en
1881 a la edad de 86 años (algo increíble en aquel entonces). Este es un
lamento personal y conmovedor de su vida en riffs cabales y acompañamiento de piano
'jazzy' respaldado por vientos constantes; simplemente un trabajo magistral. El
álbum termina con fuerza con Fried Hockey
Boogie, escrito por Taylor, una 'jam' blues/rock de 11 minutos para los
libros de récords. Hay tiempo suficiente para que toda la banda brille sola,
para al final unirse en una gran canción de carretera.
La banda también dejó huella en los míticos
festivales de Monterey Pop y Woodstock, donde comenzaron a tener un gran número
de seguidores, convirtiéndose en la referencia para las bandas de boogie/rock. Boogie with Canned Heat fue
probablemente su mayor logro, además de Future
Blues. Si no estás familiarizado con ellos, pero disfrutas del blues y el
rock psicodélico, este sería un muy buen lugar para comenzar, desde el
principio, con ese ambiente de los 60. Como Hite lo dice, "No te olvides del boogie".