Noa Drezner, alma flamenca

Por Massimo D'Angelo

Noa Drezner, guitarrista, compositora y productora de flamenco, una de las pocas mujeres en su profesión en el mundo.  

Vivió durante una década en el sur de España, donde estudió la guitarra flamenca, tocó junto a destacados artistas y participó en innumerables eventos y festivales en España, Israel y el extranjero.  

Noa trae el sonido cálido y auténtico de la guitarra española a nuevas y sorprendentes áreas, entre Tel Aviv y Cádiz.  

Es considerada una de las mujeres más destacadas del mundo del flamenco en general, y de la guitarra española en particular.  

Sus raíces israelíes, sus viajes por del mundo, especialmente en la India y España donde vivía, le proporcionaron la base para crear y visualizar música "con más libertad" y para diseñar un sonido que sea verdaderamente suyo.  

El álbum debut de Noa, "El Hilo Rojo", publicado en 2019, fue grabado en España e Israel y es un ejemplo de la influencia global del flamenco.    



Guitars Exchange: ¿Quién es Noa?
 

Noa Drezner: Bueno, pues Noa es una persona, antes que nada, a la que le gusta mucho la música, la cultura, la gente, los idiomas y conocer sitios del mundo. Encontrar inspiraciones, corazones... es como una energía que me atrae y me lleva a los sitios, como el hilo rojo.  

G.E.: ¿Cuándo y cómo sucedió ese Tel Aviv- España?
 

ND: Pues eso empezó en verdad en la India, de Tel Aviv me fui a la India, viajando conocí a mi ex pareja que es argentino. Juntos teníamos un negocio de artesanía y así nos vinimos a España. Él ya trabajaba aquí y yo vine con él para vender collares y pulseras y cositas que estábamos haciendo. Al poco tiempo, como yo siempre tocaba la guitarra desde los 12 años, descubrí el flamenco. Nunca antes lo había escuchado, porque en Israel no se escucha y entonces empecé a darme cuenta de ese tipo de guitarra, de ese tipo de toque. Estuvimos en Granada y vi un concierto. Me dejó impactada, tenía 24 años y tenía muchas ganas de tomar unas clases de guitarra flamenca. Ya antes había dado clases de jazz, de rock, de blues... Al poco tiempo empecé a tocar y desapareció todo lo demás y quedó eso. Me fui a vivir a Jerez, dejé todo lo demás y me dediqué por completo a eso.  



G.E.: ¿Qué tiene el flamenco que no tienen los otros estilos musicales que has practicado?
 

ND: El flamenco te da unos marcos y herramientas donde tú tienes que saber cómo funcionan las cosas y ya puedes hacerlo a tu manera. Para poder tocar, cantar o bailar flamenco tienes que saber, más o menos, todo. Para acompañar bien el cante tienes que saber mucho del cante, no es solo tener buena técnica o saberte los acordes. Tienes que saber de cante, de baile y de cosas de alrededor, no es solamente la guitarra. No es solo tocar una falseta o tener compás, tienes que saber mucho de toda la cultura flamenca. Creo que es algo especial.  

G.E.: ¿Y a nivel de sentimiento?
 

ND: Yo creo que el flamenco es una manera de expresar, es un arte. El flamenco tiene mucha personalidad, y yo me identifico mucho con esa personalidad que tiene. No soy una persona muy melancólica pero puedo serlo. A mí me gusta que el flamenco sea profundo, serio, la gente tiene un respeto cuando escucha una siguiriya. He intentado tocar blues, tocar jazz o rock, pero nunca me salió componer en esos géneros. Puede que no fueran mi manera de expresarme, a pesar de que me encanta el rock, el heavy y el blues. En casa siempre se escuchaba a Led Zeppelin, Deep Purple... Yo me he formado escuchando rock, pero luego el flamenco también tiene eso, el flamenco también es 'heavy', el flamenco puede ser muchas cosas, es mucho más grande de lo que pensamos y todavía sigue creciendo.  



G.E.: ¿Qué echas de menos de España cuando estás en Tel Aviv? ¿Y qué echas de menos de allí cuando estás aquí?
 

ND: A España la echo de menos siempre. Son muchas cosas, como la manera de vivir aquí que es más tranquila y todo el mundo sabe que en Israel hay muchos problemas. La vida allí es otra lucha.   Cuando estoy en España echo mucho de menos a mi familia y a mi perro. A toda mi gente. Pero en Jerez puedes estar por la calle y la gente te canta y tú les puedes tocar, en Israel solo tenemos un cantaor, que está muy bien por cierto, pero cuando él no puede pues entonces no se hace. El flamenco todavía se está desarrollando en Israel, es difícil tener variedad y desarrollarte tú misma como música flamenca. Tienes que venir aquí, es lo que les digo a mis alumnos de guitarra "yo solo puedo enseñarte hasta cierto punto, pero luego te tienes que ir a beber de la fuente misma". Y es que yo todavía estoy aprendiendo.  

G.E.: ¿Cómo nace la idea de grabar un disco?
 

ND: La idea de grabar un disco ha nacido por mi público. Yo no pensaba que nadie me fuera a querer escuchar y me costaba mucho valorar mi propio trabajo. Me costó muchos años entender que lo que hago vale. No sé si será por ser mujer o por mi personalidad. Debería creer un poquito más en mí y en lo que estoy haciendo. Pero por las redes sociales y los conciertos me empezaron a pedir el disco. Así que primero saqué dos 'singles', uno en 2016 y otro a finales de ese mismo año, y gustaron mucho al público, así que me empezaron a exigir más. Pero claro yo soy una artista independiente y un disco es muy caro, además soy muy perfeccionista y me costaba mucho gestionar todo. Así que al final surgió un proyecto de 'crowdfunding' y gracias a mi público pude conseguir la mitad del presupuesto y hacer el disco. El disco está disponible en todos los formatos y plataformas.  



G.E.: ¿Por qué 'El Hilo Rojo'?
 

ND: El disco se llama El Hilo Rojo, es una leyenda asiática sobre el destino, es una manera de llevar la vida y de tener fe. La leyenda cuenta que cuando nacemos bajan los Dioses a la Tierra para recibirnos. Ellos ya saben nuestro destino, entonces nos atan un hilo rojo al meñique que es invisible para nosotros y este hilo está conectado a todo lo que tenemos que encontrar en la vida, los lugares, la gente, la música, el amor, todo. Me contó la historia una amiga en San Fernando y me encantó, porque a mí me han llegado un poco las cosas por destino, mi historia es un poco rara, con unos caminos muy especiales y curiosos. Yo misma pienso, "qué milagro que haya pasado esto". Así que cuando tuve que ponerle nombre al disco decidí llamarlo así, porque yo me dejo llevar por el destino y al final siempre acabo donde tengo que estar.  

G.E.: ¿Cuál fue tu primera guitarra?
 

ND: Mi primera guitarra fue una muy barata. Iba a cumplir 12 años y quería tocar la guitarra pero como ya estaba con el piano y mis padres sabían que cada dos meses cambiaba me dijeron, vamos a esperar un poco. Pero cuando llegó mi cumpleaños (los 12 en Israel es como la comunión) me tenían que regalar un instrumento. Yo ya sabía que el piano no iba a ser, así que les dije "una guitarra". Se convirtió en mi mejor amiga, estaba deseando salir del colegio para tocarla y estaba todo el día con ella. Pero se la presté a un amigo y nunca me la devolvió... Luego me pasé a la eléctrica, tenía un par, luego cuando empecé a viajar me compré una acústica y luego en la India comencé a tocar el sitar y me olvidé un poquito de la guitarra. Hasta que llegué a España y me puse con la flamenca. Tuve una guitarra de Francisco Díaz de Granada y, desde 2008, toco guitarras de Eitan Bartal, que es un lutier israelí que ha aprendido a hacer guitarras aquí en España. Ha hecho algo parecido a mí misma, venir para aprender unas cosas que solo se pueden aprender aquí. Le ha salido la cosa espectacular, lleva un tiempo haciendo guitarras para gente muy buena tanto de aquí como de todo el mundo. Las hace a mano y me acaba de entregar una nueva hace un mes. Tengo otra de él blanca, esta es negra y es una preciosidad. La vi desde que era un tronco, y no solo suena bien es que es muy bonita, además de sonar muy flamenca.    



G.E.: ¿Cuáles han sido los mejores momentos de tu carrera?
 

ND: Ha habido muchos porque he tenido mucha suerte y se me han abierto muchas puertas que yo pensaba que iban a estar cerradas. Una cosa muy bonita que recuerdo es que hace dos años me invitaron a tocar en el Festival de la Guitarra de Osuna y compartí cartel con Diego del Morao. Me estuvo viendo mientras tocaba y me dijo que le gustaba mi soleá. Eso fue muy importante para mí porque yo miro mucho como toca y para mí es uno de los mejores guitarristas de la actualidad. Así que haber tenido la oportunidad de tocar mis cosas y que Diego del Morao estuviera allí para mí ha sido una cosa muy grande.  

También haber tenido dos oportunidades de colaborar con Rafael de Utrera, un grandísimo cantaor, en Israel. Con lo que me gusta su cante, ha sido uno de los momentos más bonitos de mi carrera. Poder compartir esos momentos con gente a la que admiro es muy bonito y te da fuerza. Para los guitarristas que vamos día a día que tus compañeros digan cosas buenas de ti te da una luz y un motivo para seguir. Yo intento hacer lo mismo como artista con los que están empezando.
 

G.E.: ¿Y el peor?
 

ND: No suelo hablar mucho de ello, pero todos sabemos que Israel es un país con muchos conflictos y se habla de eso en todo el mundo, y yo he tenido que dejar de tocar en sitios por ser israelita. A mí me han descartado de algún festival porque no querían artistas de Israel. Mi mensaje es que si lo queremos hacer bien tenemos que dejar de juzgar a la gente por su lugar de origen. Si los músicos tienen una cosa buena es que no tienen nada que ver con la política y pueden llevar un mensaje bonito aunque sean de un país enemigo o que está mal visto. A mí me encanta escuchar la música de todo el mundo, sin mezclar con que clase de gobierno tienen. Las personas son personas, los artistas son artistas y los músicos son músicos, y estos suelen traer un mensaje bonito. Hay que dejar espacio para la gente aunque sea de un lugar conflictivo.   Hay compositores alemanes que trabajaron para Hitler y su música hoy en día la estamos escuchando en Israel. Es verdad que han pasado cosas terribles pero la música no tiene la culpa. La música es sentimiento puro. Descartar a alguien por dónde ha nacido me parece una equivocación. Me parece bonito que la gente se preocupe y se involucre en lo que pasa en otro sitio, eso me gusta. Pero el boicot artístico es una cosa que no tiene sitio. Nadie se plantearía boicotear a un médico, pero sí a un artista, es algo que no entiendo.    

Noa Drezner Official Website: https://www.noadrezner.com


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