Una pequeña y bonita joya

Por Tom MacIntosh

‘El Jefe’ ha lanzado su primer disco de estudio en 5 años, una preciosa joya llamada Western Stars que está alineada con sus hibridas inclinaciones country, respaldada por conmovedores trazos cinematográficos orquestales, sin embargo, aunque siempre con un toque a Springsteen, el álbum es más reflexivo y menos político, albergando un producto bien producido de historias cortas horneadas lentamente, entretejidas a través de su optimista visión de que las cosas pueden estar bien, o tal vez no, pero eso también está bien.  

Es la primera colección de material totalmente original de Springsteen desde Wrecking Ball en 2012 y su primer esfuerzo en solitario desde Devils and Dust en 2005. También es el decimonoveno disco hasta la fecha del ‘jovenzuelo’; creemos que se va a hacer un nombre por sí mismo, (ejem, ejem).
 



Western Stars
comienza con Hitch Hiker, que normalmente sería una oda al banjo, pero que se ve realzada por el magistral arreglo de fondo de cuerdas y trompas de corno francesas que no explotan como el material anterior de la E-Street Band. Es un matrimonio, si se quiere, entre la estructura folklórica con una panorámica orquestal pictórico que ha aparecido antes en su música, como en la ganadora de un Oscar de la Academia, Streets of Philadelphia (1994) y en Dead Man Walking (1996), también nominada al Oscar. Le acompañan viejos amigos como Matt Chamberlad en la batería de The Wayfarer, y Marc Muller en la Pedal Steel en Chasin' Wild Horses y Drive Fast (the Stuntman), su pareja, y miembro de la E-Street, Patti Scialfa, que brilla en las voces, Charlie Giordano en Sleepy Joe's Cafe, además del violinista Luis Villalobos en Stones, y Marty Rifkin en Somewhere North of Nashville.
 

Algunos lo han calificado, correctamente desde nuestro punto de vista, como un disco conceptual con un tema consistente de gente común que trata con los problemas de la vida, pero con una fuente de inspiración más suave que antes, algo así como el pop californiano de los años 60 y 70. Ciertamente es por lo que se ha hecho un nombre, desde defender al pequeño hasta derribar al grande. Springsteen habla de la inspiración para el disco, "Este disco es una vuelta a mis grabaciones en solitario con canciones de personajes y arreglos orquestales cinematográficos, es un disco que funciona como un joyero".
 

 

En uno de los temas más conmovedores del álbum, la canción que da título a Western Stars, con vídeo dirigido por Thom Zimny, ganador de un Grammy y un Emmy, toca su Gibson J-200 suavemente en el fondo, lo que sirve para resaltar su inconfundible voz. Otras menciones que ejemplifican su vena de temas americanos son Chasin' Wild Horses, (como se muestra en la portada, tal vez un guiño a su hija ecuestre), Hello Sunshine, la canción perfecta para conducir a través de la gran extensión de Estados Unidos, "You know I always liked that empty road/ No place to be and miles to go/ But miles to go is miles away/ Hello sunshine won't you stay". Otro video dirigido por Zimny es Tucson Train, donde ‘el Jefe’ se luce con una bonita Gretsch Chet Atkins. Este es un rock clásico de Springsteen, adornado con cuerdas y vientos que es simplemente un placer de escuchar.




Los últimos 5 años han sido ciertamente muy duros para él, lidiando con la depresión y el bloqueo creativo, dice que tuvo que encontrar algún tipo de inspiración, y la encontró a través de una extraña combinación de fuentes, diciéndole a la revista Variety que estaba basada en "Glenn Campbell, Jimmy Webb, Burt Bacharach, ese tipo de discos. No sé si la gente escuchará esas influencias, pero eso era lo que tenía en mente. Me dio algo para escribir un disco, me dio algo de inspiración para escribir".
 

‘El Jefe’ pronto cumple 70 años, el que una vez fue un duro vaquero que nació para correr todavía tiene su mojo, aunque templado con el tiempo. Esta es una buena colección de material nuevo que sigue siendo fiel al mensaje que siempre ha traído. Sigue siendo realmente ‘el Jefe’.


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