Truancy, The Very Best Of

Pete Townshend

Seguimos de aniversarios y reediciones. Es el turno de Pete Townshend, otro gran guitarrista o al menos eso dicen las ‘enciclopedias’ del ramo situándole entre los 10 primeros. Un puesto sorprendente para los profanos de las seis cuerdas, que quizá sólo recuerden de su ‘técnica’ aquellos molinetes de su brazo indisolublemente unidos a la imagen de The Who. De su música se recuerdan riffs como el de My Generation, no solos estratosféricos a lo Clapton –que por cierto firma el modelo de Stratocaster que más usa actualmente-, porque este músico y escritor británico de 70 años recién cumplidos es ante todo un creador en el más amplio sentido de la palabra.



Además de entrar en la tercera edad y estar prácticamente sordo, Peter Dennis Blandford, su verdadero nombre, aprovecha que lleva 50 años en la carretera para hacer doblete: por su lado, Truancy, recopilación anunciada como “the very best” de su carrera en solitario (ya existe un “the best”); y por otro no menos suyo, una nueva versión orquestada de Quadrophenia con Billy Idol –magnífica elección- en el papel de Tommy.


En Truancy el reclamo son dos nuevas canciones para completar el repaso a su discografía particular. Guantanamo, un tema de contenido político, y How Can I Help You, dedicada a los problemas emocionales de una amiga. Al margen de su calidad musical –lo mejor del disco-, merece la pena leer los entresijos técnicos de ámbas [pincha aquí], en las que mezcla elementos del pasado como un viejo órgano con herramientas de software de grabación de última generación mientras juega con guitarras de seis y doce cuerdas o se regodea con el bajo ‘tuneado’ del desaparecido John Entwistle.


Como anécdota, incluye una canción inspirada por su instrumento favorito –junto con el piano, el banjo y alguna cosa más-, un ‘divertimento’ llamado Sheraton Gibson, procedente de uno de sus primeros álbumes, Who Came First.

La carrera en solitario del líder de The Who no pasará desde luego a la historia. Su objetivo son los seguidores de la superbanda, aquí no hay pretensiones operísticas ni piruetas con la guitarra, sólo rock de los setenta y ochenta que ya suena un tanto blandito y trasnochado a estas alturas salvo los dos temas inéditos reseñados. Para encontrar al verdadero Townshend –incluidas sus comeduras de coco- hay que recurrir a las obras maestras que hace ya unas cuantas décadas dejaron huella en el rock y, en lo personal, a su magnífica autobiografía, Who I Am, publicada en 2012, mucho más que un libro para fans.
     


Galería de foto