Marcando el camino del rock

Por Sergio Ariza

En Julio de 1966 Eric Clapton dejó a John Mayall y a los Bluesbreakers, donde fue sustituido por el gran Peter Green, y se unió a los dos músicos que, como él, habían sido nombrados los mejores con su instrumento por una revista inglesa especializada, Jack Bruce y Ginger Baker. El nombre que eligieron demostró que el ‘power-trio’ no tenía abuela: Cream (lo que es curioso porque, en el caso de Clapton, no solo tenía abuela sino que se pasó toda su infancia pensando que era su madre). Pero con su segundo larga duración demostraron que estaban a la altura del nombre elegido, marcando el futuro del rock para los años venideros.  

Disraeli Gears
es la gran obra de su corta discografía como grupo. A pesar de seguir fuertemente enraizados en el blues, fue en este disco donde Clapton se olvidó de sus preceptos más puristas y se dejó llevar por los aires psicodélicos de la época, siendo Strange Brew el perfecto ejemplo, aunque en el solo no pueda evitar sino reinterpretar nota por nota el de Albert King en Oh Pretty Woman.
 

Pero será con Sunshine Of Your Love, la segunda canción del disco, con la que los Cream se convertirán en el ejemplo a seguir por las bandas de hard rock y heavy de los siguientes años. Un riff perfecto y machacón que abriría la puerta a un sonido que seguirían Led Zeppelin, Black Sabbath o Deep Purple, por sólo nombrar a los más significativos. En la misma Clapton entrega uno de sus solos más recordados, con un inicio muy 'bluesy', en el que juega con la melodía del clásico Blue Moon, y que va subiendo en intensidad hasta el final. Fue también el mejor ejemplo del nuevo sonido que encontró a partir de este disco, al que se refirió como ‘woman tone’, o ‘tono de mujer’, que tuvo una clara protagonista en su Gibson SG del 64 conocida como ‘The Fool’, por el grupo artístico que la pintó de manera psicodélica, haciendo de ella una de las guitarras más reconocibles de la historia.




Así ‘The Fool’ y el ‘woman tone’ (al que el propio Clapton describió como “un sonido suave… más parecido a una voz humana que a una guitarra”) están presentes en muchas de las piezas del disco como en la mencionada Strange Brew (vale la pena escucharla con la de Albert King para apreciar las diferencias de tono entre dos de los mejores guitarristas de todos los tiempos), la exuberante SWLABR (donde también utiliza su Les Paul Custom) o Outside Woman Blues, uno de los momentos más blues del álbum, aunque aquí utiliza un tono distinto, además de lo que suena como un Fender Twin Reverb como amplificador.
 

Pero no podemos terminar sin hablar de otro de los momentos más importantes del disco, Tales Of Brave Ulysses, donde hace una de sus primeras apariciones en la historia del rock un pedal ‘wah wah’, adelantándose en un par de meses a Hendrix que lo estrenará en Burning of the Midnight Lamp. Aquí Clapton vuelve a entregar un increíble solo en una canción que se puede considerar la antecesora de una de sus canciones más recordadas, White Room, dando otro ejemplo de cómo su forma de tocar sirvió de modelo para muchos de los sonidos por venir en el género.
 



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