La vuelta del diácono del rock
Por Sergio Ariza
Before
the Lights Go Out es el séptimo disco en solitario de
la carrera del mítico guitarrista de sesión Steve Hunter, el diácono del rock.
El hombre detrás de algunos de los solos más recordados de las carreras de Lou Reed (al que le puso la fabulosa
introducción de Sweet Jane), Alice Cooper o Peter Gabriel, vuelve con un disco en su mayor parte instrumental,
gracias al cual podemos volver a disfrutar del toque de un guitarrista único a
pesar de una seria enfermedad que le ha dejado prácticamente ciego, de ahí el
título.
El disco empieza por todo lo alto con On the Edge of Uncertainty y Mojo Man, donde le acompaña el mismísimo
Joe Satriani que es el que se
encarga del primer solo de la canción. Los amantes del Hunter de los tiempos de
Lou Reed, Alice Cooper o su notable primer disco en solitario, Swept Away, estarán de enhorabuena, y es
que en estas canciones, junto a Softail Deuce, se encarga de enseñar su faceta como héroe del rock.
Usando una Stratocaster Jeff Beck Signature con golpeador y pastillas EMG David Gilmour
como guitarra principal, Hunter también tiene tiempo para tocar una Gretsch Black
Falcon a través de un amplificador Fender Twin Reverb
Re-issue de 1965. Los sonidos acústicos llegan con una Godin Variac de
cuerdas de nilón y una Taylor
410 enchufadas en un Fishman Aura.
Es con estas últimas con las que demuestra su maestría con el blues acústico en
Cinderblock.
Pero el disco es muy variado, como demuestra, Under the Bodhi Tree, una canción que
comienza como una psicodélica exploración de música india, con sitar incluido,
hasta que cerca de los dos minutos entra la guitarra de Hunter para darle un toque
blues rock, slide incluido. Se puede apreciar su manera elegante y expresiva de
tocar, pero la canción vuelve a cambiar hacia Oriente, con una parte acústica
con mucho gusto que vuelve a convertirse en el rugido blues rock de su
guitarra, hasta que, al final, las dos partes parecen fundirse en una sola. Es,
sin duda, uno de los momentos más destacados del disco.
Pero, quizás, donde se encuentre el verdadero
corazón de este disco sea en las piezas más lentas como Summer's Eve o Tienes Mi Corazón
(You Have My Heart) donde Steve demuestra tener mucha alma en las yemas de
sus dedos, más allá de su tremenda habilidad a las seis cuerdas queda el
tremendo gusto con el que toca, evitando exhibiciones innecesarias y tocando
con mucho sentimiento, en la primera luciéndose con la eléctrica y en la última
demostrando su pericia con la acústica. En este mismo tono llega el cierre del
disco con la 'jazzy' Happy Trails que
cuenta con la bonita aportación vocal de su mujer Karen.
(Imágenes: ©Mark Maryanovich)