El ascenso y la caída del Britpop
Por Sergio Ariza
1995 fue el año oficial del Britpop, el NME y
demás periódicos musicales británicos, siempre dispuestos a vender la moto
(principalmente si es una scooter) se frotaban los ojos y no paraban de vender
ejemplares gracias a la nueva reedición de la pregunta más estúpida de todos
los tiempos: "¿Beatles o Stones?" que en 1995 se transformó
en: "¿Oasis o Blur?".
Aquella tontería tuvo un claro ganador, la
prensa británica... pero si hablamos de música debemos decir que la balanza se
deslizó del lado de los hermanos Gallagher,
'(What's the Story) Morning Glory?'
era bastante mejor que 'The great escape'
y encima los mancunianos se habían guardado un as en la manga (bueno cinco o
seis) en la forma de la canción que les abrió la puerta del éxito en EEUU. 'Wonderwall' fue básicamente jaque mate,
logrando que una banda de rock británica volviese a gozar de éxito en la gran
Meca del mundo del espectáculo. La verdad es que el disco se merece todos los
elogios, situándose a la altura del soberbio debut que fue 'Definitely maybe' pero logrando una amplitud mayor gracias a la
inclusión de medios tiempos como la mencionada 'Wonderwall', 'Don´t look
back in anger', 'Cast no shadow' o 'Champagne Supernova' donde les acompañaba el mismísimo 'Modfather' Paul Weller, que se sumaban a las efervescentes 'Roll with it', 'Hello', 'Morning glory'
y, por encima de todas, la gloriosa 'Some
might say', en la que Noel Gallagher
dejaba de lado su mítica Epiphone Riviera roja para utilizar una Firebird del
67. Aunque, como en toda su carrera, Noel destaca mucho más como compositor que
como guitarrista, además de ser un mejor guitarrista rítmico que solista.
De todas las formas 1995 y '(What's the Story) Morning Glory?'
fueron a la vez el culmen y a la vez el inicio de la decadencia del movimiento.
Oasis nunca volvió a sacar un disco tan brillante, cegados en su propio éxito,
la banda entregaría un autocomplaciente tercer disco, 'Be here now', que resultaría un bajón ante los dos primeros discos.
Blur se apartaría del Britpop y pondría sus ojos en la música alternativa
americana, demostrando la inteligencia de un Damon Albarn que vio que la vaca estaba exprimida del todo. Por
otra parte, Jarvis Cocker se oscurecería
con Scott Walker y Supergrass o Elastica no volverían a repetir la efervescencia de su debut.
Eso sí, pocos grupos pueden presumir de sus
dos primeros discos como los hermanos Gallagher. Puede que todo lo que viniera
después fuera cuesta abajo pero muy pocos, y mucho menos a partir de los 90,
han alcanzado cotas tan altas como ellos. Puede que Noel Gallagher no sea
ningún virtuoso de la guitarra pero la mayoría de los guitarristas más
valorados del mundo cambiarían su técnica por la posibilidad de escribir
canciones tan grandes como 'Wonderwall',
‘Some might say’ o 'Don´t look back in anger', una canción tan
buena que la gente de Manchester se arrancó a cantar de improviso en el
homenaje por las víctimas del atentado del 22 de mayo.
(Imágenes: ©CordonPress)