La obra cumbre de Albert King
Por Sergio Ariza
Uno de los tres 'reyes' del blues, junto a
B.B. y Freddie, Albert King
consiguió sus mejores resultados cuando fichó en 1966 por el mítico sello Stax.
Acompañado por la banda fija del estudio, nada más y nada menos que Booker T. & The M.G.’s con los Memphis Horns, King desgranó una serie
de sublimes singles entre marzo del 66 y junio del 67 que se reunieron en este
disco que salió a la venta en agosto de 1967. Su influencia en el rock fue tan
grande como inmediata, tanto es así que Clapton
casi copia nota por nota el solo de King en 'Oh,
Pretty woman' en 'Strange brew',
claro que 'Mano Lenta' nunca ocultó su admiración y versionaría la canción
titular en el 'Wheels of fire' de Cream al año siguiente.
Cuando Albert King pisó por primera vez el
estudio de Stax en Memphis, el 3 de marzo de 1966, para grabar 'Laundromat blues', llevaba varios años
sin ningún éxito en las listas, tocando en garitos de mala muerte acompañado
por Lucy, su mítica Gibson Flying V del 59. Tanto es así que esa guitarra se
perdió y para cuando se grabaron la mayoría de los cortes de este disco ya
utilizaba a la segunda Lucy, otra Flying V, esta vez del 66, que Gibson le
había regalado. King le devolvería con creces el favor a la marca haciendo del
modelo uno de los más míticos de la historia, no fue casualidad que Hendrix utilizara una a finales de la
década.
Pero volvamos a marzo del 66, en el 926 E de
la Avenida McLemore de Memphis se encontraban por primera vez uno de los
mejores guitarristas de blues de todos los tiempos y la mítica banda del
estudio, los incomparables Booker T. & The M.G.'s, un grupo mixto formado
por el propio Booker T. a las
teclas, Donald 'Duck' Dunn al bajo,
el batería Al Jackson, Jr. y otra
leyenda de las seis cuerdas, Steve
Cropper. También estaba la sección de vientos más funky de la historia, los
Memphis Horns, además del gran Isaac
Hayes al piano. En aquel estudio diminuto, el metro cuadrado rebosaba
talento. Como no podía ser de otra forma la sesión fue un éxito, los M.G.'s ponían
la base con su bailable soul y Albert King la salsa con sus bends.
Poco a poco fueron llegando el resto de
clásicos, la increíble 'Oh Pretty woman'
con un gran riff al bajo de Dunn y el
citado solo de King, la potente 'Crosscut
saw' con una gran trabajo de Jackson a la batería. Pero el momento más
memorable se viviría con la canción titular. El 16 de mayo de 1967 Booker T.
Jones recibió la visita en su casa del artista de Stax William Bell. Bell era un cantante soul y había tenido un éxito en
1961 con su canción 'You Don’t Miss Your
Water'. Ahora venía para informar de que necesitaban una canción nueva para
la sesión del día siguiente con King. Jones se sentó al piano y comenzó a tocar
unos acordes más R&B que blues, al poco Bell se le unía: "Nacido bajo un mal augurio, no he levantado
cabeza desde que comencé a gatear...". A las dos de la mañana del 17
de mayo ya habían terminado 'Born under a bad sign'. Pero faltaba la guinda
final. A la mañana siguiente, Jones le enseñó la canción a la banda y
comenzaron a tocar el arreglo junto a los Memphis Horns, luego entró King con
Lucy y comenzó a tocar esos 'licks'
que Clapton, Hendrix, Stevie Ray Vaughan
y tantos otros estudiaron minuciosamente desde entonces.
No hay canción mala en uno de los dos o tres
mejores discos de blues de la historia, y no hay guitarrista de blues o de rock
que no se haya visto influido por él desde su publicación. Albert King abandonó
los garitos de mala muerte y, como B.B. King (el hombre del que decía que era
su hermanastro), pasó a tocar para miles de jóvenes blancos en sitios como el
Fillmore. No está mal para alguien que cantaba la frase que mejor resume el
espíritu del blues, "si no fuera por
la mala suerte, no tendría suerte alguna..."