The Black Keys - "la banda más fiable de Estados Unidos", según Stephen Colbert de The Late Show - celebran el vigésimo aniversario de su primer álbum, The Big Come Up, volviendo a sus raíces de outsider del blues. Dropout Boogie, (13 de mayo de 2022; Nonesuch records), su undécimo álbum de estudio, representa un viaje de vuelta a lo básico para la banda después del desvío del hill country-blues del año pasado con Delta Kream, en el que versionaron canciones de R.L. Burnside y Junior Kimbrough.    

Sin embargo, también hay un giro en la historia, ya que en esta ocasión Dan Auerbach -quizá aquí con su guitarra Harmony H78- y el batería Patrick Carney, han fichado al cantautor de garage-rock de Memphis Greg Cartwright, al productor de Kings of Leon Angelo Petraglia y a Billy F Gibbons, leyenda de ZZ Top, para añadir sabor a la mezcla.   

   

Los dos fanáticos del blues de Akron, Ohio, arrancan el álbum con el elegante sencillo Wild Child, en el que participan Cartwright y Petraglia. Es un tema de funky-rock con un gran riff que te atrapa inmediatamente cuando Auerbach entona: "Sólo soy un extraño, Con una sonrisa retorcida y un ojo errante, Tu corazón está en peligro, Acércate ahora déjame decirte una mentira". La siguiente canción, It Ain't Over, tiene un aire más relajado, incluso de tipo soul, pero es una canción muy pegadiza.    

Your Team Is Looking Good es otro tema con carácter, con guitarras que suenan como algo que podría haber hecho ZZ Top. Hablando de ello, el propio Sr. Gibbons aparece en el siguiente tema, Good Love, donde se luce con un buen solo. El trío debería colaborar en un proyecto más grande, ya que esta canción es realmente destacable.      

     

How Long ralentiza el ritmo y podría convertirse en un favorito de los fans; me encanta. El álbum se cierra de manera apropiada con otro gran tema, Didn't I Love You, con Auerbach entonando melancólico: "Siento haberte hecho daño, cariño, sólo soy un tonto complicado, Abajo en la tierra, todo embarrado, sé que lo sabes, eso no es excusa, ¿Pero no te amé?".    

Dropout Boogie muestra al dúo bohemio haciendo lo que mejor sabe hacer, creando una música poco convencional pero enormemente popular. Se dice que muchos de los temas del álbum se grabaron en una sola toma, lo que parece estar más en sintonía con su sonido y su entorno. Como concluye Auerbach: "Esa ha sido siempre la belleza de lo que hacemos Pat y yo. Es instantáneo. Nunca hemos tenido que trabajar en ello. Siempre que nos reuníamos, simplemente hacíamos música, ¿sabes? No sabíamos lo que íbamos a hacer, pero simplemente lo hacíamos y sonaba bien".