David Gilmour a través de sus ocho guitarras más icónicas

Por Sergio Ariza

David Gilmour llegó a Pink Floyd casi de rebote pero no tardó mucho tiempo en hacer que el sonido de su guitarra se convirtiera en uno de los pilares del sonido de la banda, convirtiéndose en el mejor solista de un grupo lleno de grandes músicos. Desde Guitars Exchange queremos celebrar a este guitarrista único a través de las ocho guitarras más icónicas que utilizó en su paso por una de las bandas más grandes de todos los tiempos. 

Fender Telecaster de los 60
 

El 6 de marzo de 1967, el día de su 21 cumpleaños, David Gilmour recibió como regalo una Fender Telecaster, la primera guitarra realmente buena que tenía. Antes de que terminara ese año, Gilmour ya la estaría usando en una de las bandas más famosas de aquel tiempo, Pink Floyd. Cuatro días después de ese 21 cumpleaños Pink Floyd, la banda en que tocaba su amigo Syd Barrett, sacaba al mercado Arnold Layne, que en poco tiempo se convertiría en un éxito. Barrett también tocaba una Telecaster y se había convertido en el líder de la naciente escena psicodélica inglesa. Los acontecimientos se precipitaron rápido y cuando en mayo de 1967 Gilmour se pasó por los estudios de Abbey Road donde Pink Floyd terminaban de grabar The Piper at The Gates Of Dawn, Barrett ni siquiera le reconoció, fue la primera señal de alarma. En diciembre de ese año Nick Mason le pidió que entrara en la banda, al principio era para cubrir a un Barrett cuyo comportamiento errático le hacía dejar de tocar durante los conciertos, pero cuando se comprobó que Barrett había perdido todo interés y contacto con la realidad, Gilmour se convirtió en el reemplazo de su amigo a finales de enero de 1968. Con la Telecaster grabó sus partes de A Saucerful Of Secrets y dio sus primeros conciertos de la banda, todavía basados en el repertorio de Syd, como se puede ver en el vídeo que aparece abajo en el que, en febrero de 1967, pocos días después de la partida definitiva de Barrett, la banda interpreta Astronomy Domine, Flaming, Set the Controls for the Heart of the Sun y Let There Be More Light en la televisión francesa, con Gilmour cantando las partes de Barrett y tocando su Telecaster blanca, una guitarra que todavía no había cumplido un año en su posesión y que no estaría mucho más con él, ya que la perdió tras un error de una compañía aérea antes de que acabara el año.
 

Algunas canciones en las que aparece: Let There Be More Light, A Saucerful of Secrets
   

    

Fender Stratocaster de los 60
 

La primera Stratocaster de la carrera de Gilmour fue un regalo de sus compañeros de banda en 1968. Se trataba de una Strato de principios o mediados de los 60 en color blanco. Fue la guitarra principal de Gilmour en los discos More y Ummagumma, con lo que es de suponer que es la guitarra principal en su primera gran aportación compositiva a la banda, The Narrow Way, además de aparecer en algunas de las mejores canciones de More como Green Is The Color o Ibiza Bar, donde se puede apreciar la influencia de Hendrix. No aparece en más discos porque se la robaron en 1970, hecho que llevaría a la adquisición de…

Algunas canciones en las que aparece: The Narrow Way, Ibiza Bar, Green Is The Color
   

    

Fender Stratocaster de 1969 ‘Black Strat’
 

La guitarra más importante e icónica de su carrera, Gilmour se la compró en la mítica tienda Manny de Nueva York en mayo de 1970, en medio de una gira de Pink Floyd. La compró porque le acababan de robar su Stratocaster y necesitaba otra, pronto se convertiría en la guitarra más importante de la banda, la protagonista de los mejores momentos del guitarrista en Pink Floyd, como sus solos en Comfortably Numb, Time, Shine On You Crazy Diamond o Fat Old Sun, una de las primeras veces que la utilizó en el estudio. Sonó por primera vez en la grabación de Atom Heart Mother y apareció en todos los discos clásicos de la banda. Tras tenerla prestada en un Hard Rock Café durante buena parte de los 80 y los 90 Gilmour la reclamó otra vez y la utilizó nuevamente en su aclamada reunión de 2005 durante el Live 8, allí Gilmour volvió a lucirse con ella en el solo de Comfortably Numb, en especial en el que cierra la canción, consiguiendo algunos de los momentos más emocionantes de la banda, como Nick Mason quitándose los auriculares para escucharlo en toda su gloria o Waters y Wright haciendo el mismo gesto con la cabeza en el minuto 21 y 43 segundos del vídeo que ponemos abajo.

Gilmour es muy consciente de la importancia de esta guitarra para la banda, y no la volvió a usar después de la grabación del último disco con Waters, The Final Cut, en 1983, hasta esa última reunión, en la que podemos decir que fue la quinta protagonista, y es que si hay una guitarra que ha definido el sonido de Pink Floyd ha sido esta. Normal que en 2019, cuando el guitarrista puso a la venta la mayor parte de sus guitarras, fuera la que recaudó más dinero, vendiéndose por casi cuatro millones de dólares, siendo en su momento la guitarra más cara de la historia (un récord que sobrepasó hace poco la Martin D-18E que Kurt Cobain utilizó en el MTV Unplugged, que se vendió el año pasado por seis millones de dólares).
 

Algunas canciones en las que aparece: Comfortably Numb, Time, Shine On You Crazy Diamond, Echoes (parte rítmica), Fat Old Sun, Hey You
   

    

Bill Lewis de 24 trastes
 

Otra de las guitarras más míticas de su carrera se la hizo el lutier Bill Lewis. Gilmour se hizo con ella en octubre de 1970 y quedó enamorado de su sonido y de sus 24 trastes, lo que le permitía alcanzar notas más altas que una Stratocaster convencional. No tardó en ponerla en buen uso cuando la utilizó para el solo principal de Echoes, junto a un Fuzz Face,  la canción con la que Pink Floyd encontró su sonido definitivo, y en la que suenan tanto la Black Strat como la Bill Lewis.
Eso sí, puede que el momento más recordado de esta guitarra sea el explosivo solo de Money, donde pone en buen uso los dos trastes extras, sacando todo el partido a una de sus armas secretas. El cariño que Gilmour tiene a esta guitarra se entiende cuando fue una de las pocas guitarras que se quedó y no puso a la venta en 2019. 

Algunas canciones en las que aparece: Echoes, Money
   

    

Martin D-35 acústica
 

Puede que la Black Strat sea más icónica, pero Gilmour ha declarado que su guitarra favorita es esta, la Martin D-35 con la que tocó el mítico solo de Wish You Were Here, aunque aquella canción, y su conocido riff la compuso con otro modelo, una Martin D12-28 de 12 cuerdas que se había comprado en 1974.
Pero la D-35 era la guitarra que siempre tenía a mano y con la que compuso la mayoría de sus canciones. Lo curioso del caso es que llegó a él de la más fortuita de las formas. El guitarrista había ido nuevamente a Manny, en Nueva York, para hacerse con una nueva acústica pero mientras andaba por la calle se le acercó otro músico y le ofreció esta D-35, Gilmour la sacó de su funda, la probó y quedó enamorado de su sonido, convirtiéndose en su guitarra principal, con la que desarrollaba todas sus ideas. A pesar de todo Gilmour la vendió también en 2019, sacando 1.095.000 dólares por ella, batiendo el récord de la Martin 000-42 del 39 de Clapton por una Martin (un récord que también batiría la guitarra de Cobain).

Algunas canciones en las que aparece: Wish You Were Here
   

    

Fender Custom Telecaster del 59
 

En 1974 Gilmour y Waters compusieron la monumental You’ve Got To Be Crazy y la presentaron en directo, con Gilmour abandonando por un momento su Strato para volver a una Telecaster, en este caso una Custom del 59 a la que sacó varios de sus mejores momentos como guitarrista. Tanto es así que cuando la canción se convirtió en Dogs, la única canción de Animals en la que el guitarrista participaba en la composición, Gilmour volvió a utilizarla con similares resultados. La guitarra también volvería a aparecer en las presentaciones en directo del disco y puede que también fuera utilizada en otra de las canciones del disco Sheep, aunque también puede ser que fuera su Esquire del 55.

Algunas canciones en las que aparece: Dogs, Sheep
   

    

Gibson Les Paul Goldtop de 1955
 

Pocos guitarristas hay tan relacionados con una marca, en este caso Fender, y un modelo, en este caso Stratocaster, como David Gilmour, pero eso no quita para que también probara con la competencia, en este caso, Gibson, y su guitarra más mítica, la Les Paul. De entre todas las Les Paul que ha poseído Gilmour la más interesante es la Goldtop de 1955 que utilizó en la grabación de The Wall, principalmente para grabar la que posiblemente sea la canción más conocida de la carrera del grupo, Another Brick In The Wall, principalmente el conocido solo de su segunda parte, uno de los más recordados de su carrera.
Gilmour no se olvidaría de la guitarra y la volvería a utilizar en un par de temas de A Momentary Lapse of Reason, Round and Around y Poles Apart, además de en A Great Day For Freedom de The Division Bell.

Algunas canciones en las que aparece: Another Brick In The Wall, Round and Around, Poles Apart, A Great Day For Freedom
   

    

Fender Stratocaster (serie número 1)
 

Claro que para cerrar esta mirada a las guitarras más míticas de David Gilmour no podemos sino terminar con otro de los modelos de su querida Stratocaster, y no uno cualquiera, sino la que tiene el número de serie número uno, remontándose al mismísimo Leo Fender. A pesar de ello no se puede decir que fuera la primera Stratocaster fabricada ya que antes habían estado los prototipos, aun así es una pieza de coleccionista increíble y es maravilloso que llegara a las manos de Gilmour y que este llegara a utilizarla en algún disco de Pink Floyd, como en The Wall, donde aparece en la parte funky rítmica de Another Brick In The Wall. Eso sí, Gilmour no se quedó con ella y fue otra de las guitarras que terminaron subastadas en 2019, vendiéndose por unos “módicos” 1.815.000 de dólares.