Al estilo de Mike Oldfield
Por Miguel Ángel Ariza
Mike Oldfield abarca
tantísimas décadas, estilos y sonidos que hacer un resumen del equipo que ha
usado o que ha sido característico en su discografía le convierte en un hueso
muy duro de roer para esta sección... pero lo vamos a intentar.
Vamos a
obviar sus bajos, sus teclados, sus sintetizadores y todos los instrumentos de
viento y de cuerda que no hagan honor al nombre de nuestro portal y vamos a centrarnos
tan sólo en sus guitarras.
Para los
auténticos fanáticos del señor Oldfield que sepáis que hay alguna web que hace
un análisis detallado de cada instrumento usado en cada disco de su carrera
desde sus comienzos en el 73 con el legendario Tubular Bells.
En aquel
disco escuchamos principalmente una de las primeras guitarras 'de verdad' que
llegaron a sus manos por aquel entonces ni más ni menos que proveniente de las
manos de un tal Marc Bolan.
Hablamos de una Fender Telecaster de 1965 que modificó
añadiendo una pastilla de medios a la misma.
En su
siguiente disco, después de convertirse en una auténtica estrella mundial
gracias a la inclusión de su música en una de las películas más taquilleras del
año, El Exorcista, comenzó a usar una
de las guitarras que le han acompañado durante más años a lo largo de su
trayectoria hasta que la vendió en el año 2006: una de las primeras SG que
aún conservaba el nombre de Gibson Les Paul de 1962. No es la única
Gibson 'viejuna' que ha usado con regularidad ya que otra de sus joyas
habituales fue una Gibson Les Paul TV Model de 1957.
Como
decíamos son muchas más la guitarras eléctricas usadas por este artista pero
vamos a terminar hablando de otros dos modelos que han marcado su sonido: el de
la Fender Stratocaster por un lado; concretamente dos de
ellas a destacar: una Fender Stratocaster de 1959 en color
sunburst y una más importante en su carrera aún, la Fender
Stratocaster en color Fiesta red de 1963 que ha
sonado en la mayoría de sus discos.
Y el otro
modelo que no puede faltar aquí es su propia PRS Signature Model de
1989, también presente desde su disco Earth
Moving hasta la actualidad.
Aparte de
estos modelos eléctricos tenemos que recordar que muchas de sus piezas más
famosas se basan en el sonido acústico de guitarras como la que el propio Tony
Zemaitis le construyó en 1975, aunque también han pasado por sus manos
modelos más clásicos como la Martin D-35 o la D-28 de
12 cuerdas.
Pero
también debemos recordar su sonido con guitarras clásicas o españolas siendo
las del constructor José Ramirez sus favoritas ya que son
varios modelos de los herederos de este luthier los que ha usado a lo largo de
su vida.
Como
apunte final, y sin entrar en este mundo demasiado ya que en este artista es
más que extenso, sí que cabe recordar que Mike Oldfield fue uno de los pioneros
en dejar poco a poco de lado los amplificadores de millones de watios y las
montañas de pantallas encima del escenario (usaba principalmente un Fender
Twin Reverb en sus comienzos) y empezar a apostar descaradamente por
los sonidos procesados y virtuales de efectos como los Roland GP-8 o VG-8 o
más recientemente las Boss GT-5 o GT-6.
Lo dicho,
esto es tan solo el resumen del resumen del equipo de un tipo que se convirtió
en leyenda sacando al mercado un disco con dos canciones instrumentales de más
de veinte minutos cada una...¿se imaginan algo así a día de hoy?