Al estilo de Tom Morello
Por Miguel Ángel Ariza
Hemos leído mucho en los últimos años sobre la evolución del guitarrista eléctrico y concretamente sobre si la evolución de este espécimen ya hace tiempo que ha
llegado a su esplendor y ahora todos nos contentamos con sonar más o menos
parecido a alguna de nuestras leyendas favoritas...pues bien, el caso del
señor Tom Morello pone de manifiesta que hay luz al final del
camino. Es un tipo que aparte de sus merecidísimos halagos por sus
composiciones primero y por su técnica con las seis cuerdas después tiene que
reivindicarse, y nosotros lo hacemos desde aquí, como un auténtico innovador y
revolucionario del planeta de la guitarra eléctrica. Gracias a él nuevos
vientos vinieron a retirar el olor a estancamiento en el mundo del Rock y
concretamente de sus guitarristas. Y puede que sea un sacrilegio para muchos el
que consiguiese darle esos nuevos aires a la guitarra estudiando más a los Dj's
que a otros guitarristas pero, como ya hiciera B.B. King en
su día intentando imitar a las trompetas cuando tocaba blues con la guitarra,
es exactamente eso lo que lleva nuestro instrumento favorito a nuevas cotas y
nuevas cimas. Quizá no sea tu guitarrista favorito, y quizá B.B. tampoco pero
gracias a ellos las fronteras de la guitarra eléctrica hoy son mucho más
amplias.
Y dicho
todo esto vamos a pasar de puntillas por sus guitarras, que parece que no le
gustan ni a él, ya que según el propio Morello su guitarra principal customizada
a finales de los 80 'Arm the homeless' ni siquiera era capaz de
contentar sus exigencias sónicas así que fue él quien acabó por amoldarse a los
sonidos de su guitarra y básicamente así nacieron los principales riffs
de Rage Against The Machine. Podemos enumerar entre otras su Fender
Telecaster Standard, su Fender Aerodyne Stratocaster 'Soul Power',
guitarra que le sirvió para su transición entre los RATM y Audioslave o
su Gibson J-45 que usa en su proyecto folk The
Nightwatchman junto a su preciada Ibanez GA60SCE.
Pero vamos
directos a la fuente de su sonido más característico. Primero os contamos la
noticia más destacable de su equipo: Tom Morello no usa pedales de distorsión u
overdrive. Al menos no de forma regular. Esto nos lleva directamente a hablar
del ampli que le ha acompañado durante décadas: un cabezal Marshall JCM
800 2205 unido a una pantalla Peavey 4x12 con 4
altavoces Celestion G12K-85 del que saca casi todos sus
sonidos saturados.
Y,
hablando de uno de los tipos que más pedales y más continuamente ha usado en
riffs, solos y power chords de la historia, vamos derechos a hablar de alguno
de los que forman su pedalera habitual.
Comencemos
con el Digitech Whammy, del que no exageramos si él es el principal
culpable de que este pedal sea un auténtico súper ventas. Ha usado muchas de
sus distintas versiones a los largo de los años como también le ha ocurrido con
su delay Boss, comenzando con un DD-2 para acabar
usando finalmente el DD-3. Otro de sus efectos característicos es
el uso del wah, y a pesar de poder tener el wah más caro de boutique del mundo
o el más vintage, lleva consigo el Jim Dunlop Cry Baby de toda
la vida. Como curiosidad usa un ecualizador Dod FX40B no como
un ecualizador en sí sino como una especie de booster para sus sonidos en los
solos. Y para terminar añadir que usa un Ibanez DFL Flanger y
un MXR M101 como Phaser.
Como veis
no es que tenga un arsenal de pedales ni de amplis a su disposición sino que
realmente, como no dejamos de recordar en esta sección, su genialidad emana de
su imaginación y su forma de combinar estos pocos elementos. Menos es más, una
vez más, y con tan solo estos pocos efectos nos da la sensación de ser un tipo
que podría basar todo su sonido en una pedalera con más de 20 efectos. Es lo
que tiene ser así de genial, que a uno le sobra todo cuando lo que pone encima
de la mesa son algunos de los mejores riffs de guitarra de los últimos 40 años.
Morello nos conquista con la fuerza de un martillo y la imaginación del gran
compositor que es.