Los 10 mejores solos de David Gilmour

Por Sergio Ariza

"¡Toca lo que sientes y olvida todo lo demás!"  

David Gilmour
entró en Pink Floyd por una fatalidad, el descenso hacia la locura de su amigo Syd Barrett, pero la huella que dejó en la banda fue tan grande como para coronarle uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Su estilo es conocido por su expresividad, su querencia por la melodía, sus increíbles 'bendings' y la magia que solo consiguen los elegidos. Por supuesto esta selección es totalmente personal, podría elegir otros 20 solos (los toques funky de Have a cigar, el pequeño pero intenso de Mother, la madurez de High Hopes, la intensidad de Not Now John o la delicada intro acústica de Wish You Were Here) pero he tratado de ceñirme a los que considero imprescindibles, además de mis favoritos. Solo he elegido entre sus discos de estudio, obviando la ingente cantidad de material en directo (como el maravilloso solo de Echoes en el Live At Pompeii).
 

Comfortably Numb
 

Gilmour compuso el estribillo de Comfortably Numb durante las sesiones de su disco en solitario, publicado en 1978, pero demasiado tarde como para aparecer en él. La canción llamó la atención de Waters que la juntó a una parte que había escrito y le puso letra, consiguiendo con ello la mejor canción de The Wall y una de las mejores de la carrera de Pink Floyd. La banda es consciente de ello y fue la elegida para cerrar su mítica aparición en 2005 en el Live 8, la última aparición juntos de la formación más importante de la banda. En cuanto a los solos solo puedo decir que son la culminación absoluta de Gilmour, sobre todo el segundo que fue elegido el 4º mejor de todos los tiempos por la revista Guitar World, el 2º mejor para Classic Rock y el mejor de la historia en Digital Dream Door.
 

El primer solo, más corto, está tocado sobre la música del estribillo, está lleno de melancólica tristeza mientras que el segundo, el culmen de su estilo, es como una representación del descenso a la locura de su protagonista, un solo en el que se nota que Gilmour se ha empapado bien de las palabras de Waters y las ha hecho música. Fue compuesto utilizando las mejores partes de otros cinco o seis solos propios. Para esta canción Gilmour utilizó, como no podía ser de otra forma, su mítica Black Strat, haciendo buen uso de un pedal Big Muff. Aunque, la verdad sea dicha, nadie puede emular el resultado final sino el propio Gilmour y la magia de sus dedos. Alguien al que, como decía el prodcutor Bob Ezrin, “le puedes dar un ukelele y el lo hará sonar como un Stradivarius” (“You can give him a ukulele and he’ll make it sound like a Stradivarius.”)
 



Time
 

Compuesta por los cuatro miembros de la banda, esta canción tiene uno de los solos más icónicos de Gilmour dentro de su carrera. Además es el cantante principal durante las estrofas y hace una magnífica segunda voz en el puente que canta Richard Wright. El solo sigue al primer puente cantado por Wright y se extiende por las estrofas y el estribillo con dos estilos distintos, contando una historia paralela por su cuenta. Está tocado también con la Black Strat y contiene guiños a muchas de las influencias de Gilmour, blues, ‘space rock’ e, incluso, Hendrix. El sonido es muy potente con su amplificador Hiwatt (su favorito) conectado a un WEM. La mejor frase que he escuchado sobre este solo decía “no es solo el mejor solo de la historia de Pink Floyd, es el segundo mejor solo de la historia, justo detrás de Han Solo…”
 



Dogs
 

La única contribución en la composición de otro miembro distinto de Roger Waters al Animals. Dogs está compuesta mayormente por música del guitarrista y letra del bajista, con la voz principal de Gilmour en la primera parte y de Waters en la segunda. La canción fue compuesta por los dos en 1974, bajo el título de You've Got to Be Crazy, pero Waters le cambió la letra para que entrara en el concepto del disco, basado en 'Rebelión en la granja' de Orwell. Es otro gran ejemplo de Gilmour como 'guitar hero', con cuatro o cinco solos absolutamente brillantes.
 

Lo curioso del caso es que Gilmour no utilizó la Black Strat sino una Fender Custom Telecaster del 59, un modelo al que no era ajeno ya que su primera guitarra en Pink Floyd fue una Telecaster blanca que sus padres le compraron cuando cumplió los 21 años. Con la Custom del 59 escribe en esta canción algunos de sus mejores momentos como guitarrista. En el 3:46 hay un cambio brutal en la canción, comandado por Gilmour, dos guitarras armonizadas llevan la melodía, mientras que una tercera (con mucho reverb y un Binson Echorec) añade toques de color como un pintor a un cuadro, luego desemboca en un excelente solo hasta que vuelve a bajar el tempo. A partir del 5:32 aparece uno de los mejores solos de su carrera, lleno de técnica y energía, usando un Muff. Durante la sección central, con un tempo en 6/8, la guitarra de Gilmour es sustituida por un sintetizador, al final de esta parte comienza a sonar una Ovation acústica que nos lleva de vuelta al tema principal, esta vez con Waters como voz principal, en el 13:25 vuelve a haber un solo de Gilmour, esta vez mucho más agresivo, equiparándose a la forma de cantar de Waters, luego vuelve la doble guitarra armonizada, que es como la calma después de la tempestad, hasta que vuelve la voz de Waters para conducirnos hasta el final.  



Shine On You Crazy Diamond
 

Otra de las canciones más míticas de la banda y uno de sus (múltiples) solos más recordados, siendo considerado el décimo mejor de todos los tiempos para la NME. La canción es un desolador homenaje/tributo al antiguo líder y creador de la banda, Syd Barrett. Fueron cuatro notas de la Stratocaster negra de Gilmour (Si bemol, Fa, Sol, Mi) las que hicieron clic en el cerebro de Waters para conjurar el fantasma del hombre cuyo deterioro mental tan profunda impresión dejaría en todos ellos. Para colmo de coincidencias, mientras la grababan, sin años de saber de él, el propio Barrett hizo su aparición en el estudio, como si de un fantasma real se tratara. Gordo, calvo y con las cejas depiladas, tardaron tiempo en descubrir quién era y cuando lo hicieron rompieron a llorar. El carismático ex líder les miraba ahora desde esos ojos que parecían agujeros negros, en los que nadie sabía a ciencia cierta que ocurría. Mucho de todo esto hay en esta canción en la que brilla especialmente Gilmour a través de sus más de 20 minutos y nueve partes distintas. En estos solos hace varias referencias a diversos músicos de blues, principalmente, B.B. King.
 

En la primera parte, sobre un sintetizador, realiza un solo evocador, como para ponernos en situación, la segunda se abre con las famosas cuatro notas, que dan paso a un nuevo solo, una de las cimas expresivas de su carrera. La tercera está construida sobre un pasaje instrumental con el sintetizador de Wright como elemento predominante hasta llegar a un nuevo, e increíble, solo de Gilmour. En la cuarta parte entra la voz y Gilmour se luce con la guitarra doblada. En la quinta parte el tempo baja un poco, hay un solo de saxofón y Gilmour acompaña con varios arpegios. Es el fin de la canción que abre la primera cara. La sexta parte es el inicio de la canción que cierra Wish You Were Here. Empieza con el sonido del viento y luego va creciendo poco a poco, hay un solo principal de Wright, al que le sigue un increíble solo de slide a cargo de Gilmour usando un pedal Fuzz Face y un pedal Steel Fender Stringmaster twin neck, luego vuelve la Black Strat como en las primeras partes. La séptima parte vuelve con la voz y la octava es más calmada hasta que se convierte en una 'jam' funky con el teclado de Wright en primer plano. La canción se cierra con otro gran momento, una parte que suena orquestal, nuevamente con el teclado de Wright en primer plano y en el que este da el toque final con la referencia al See Emily Play de Barrett, cerrando del todo el círculo.
 



Echoes
 

Posiblemente la canción que abrió un nuevo camino para Pink Floyd, alejándoles definitivamente de la alargada sombra de Barrett, Echoes supera los 20 minutos y ocupa por entero la segunda cara de Meddle. Es también la canción con la que Gilmour encuentra definitivamente su estilo como guitarrista, con magnífico uso del slide y brillantes solos a lo largo de la misma. También es la comprobación de que las voces de Gilmour y Wright van tan bien juntas como las de Lennon y McCartney.
  Para su grabación Gilmour usó la Black Strat para las partes rítmicas pero el solo lo grabó con otra de sus armas secretas, la guitarra que le hizo Bill Lewis con 24 trastes, y que está con él desde noviembre de 1970, usada junto a un Fuzz Face. El solo que empieza a partir del 5:27, se anticipa al de Time y Money. Luego está el solo de la parte funky a partir del 7:24 que tendrá sus ecos en el magnífico de Have A Cigar. Los sonidos como de gaviota que logra en la parte central los consiguió cuando un ‘roadie’ enchufó su pedal wah de manera equivocada, logrando el peculiar efecto.  



Fat Old Sun
 

Una de las canciones más subestimadas de la historia de la banda inglesa. Una canción con un sonido pastoral en la que destaca la utilización de un 'pedal steel' por parte de un Gilmour que también entrega una de sus interpretaciones vocales más bellas. Y como colofón el increíble solo de uno de los diez mejores guitarristas de todos los tiempos. Como curiosidad Gilmour es también el responsable de la batería y el bajo en la canción, siendo únicamente acompañado por Richard Wright en el Hammond y Farfisa. Es una de las primeras muestras compositivas de Gilmour con la banda y una de sus favoritas. Tanto es así que intentó incluirla en el recopilatorio de la banda, Echoes.
 

Es además una de las primeras apariciones de la Black Strat en el estudio, se la compró en mayo de 1970 y esto lo grabó en agosto de ese mismo año. El efecto de su solo sobre el pastoral slide de fondo es increíble. Es uno de sus solos más melódicos, se queda grabado en la mente, siendo fácil de cantar. La parte acústica está grabada probablemente con una Gibson J-45. En 2006 la recuperó para su excelente gira de aquel año pero el solo lo interpretó con una Fender Custom Shop Telecaster de los 50.  



Another Brick On The Wall Part 2
 

Otra de las canciones más famosas de Pink Floyd, con su estribillo cantado por niños y su marcado ritmo funky. Claro que lo que le pone la guinda final es el solo de Gilmour, hecho con una Gibson Les Paul Goldtop de 1955, una guitarra poco asociada con el guitarrista. Para colmo, esta canción también incluye la aparición de la que, posiblemente, sea la guitarra de colección más famosa del mundo, la Stratocaster con número de serie número 1 que Gilmour enchufa directamente a la consola para hacer la parte rítmica funky.  



Money
 

Una caja registradora nos pone sobre aviso, un bajo machacón entra y Roger Waters comienza a disertar sobre los peligros del dinero sobre un raro tempo de 7/4. Pero a partir de los tres minutos, tras un excelente solo de saxofón, el tempo cambia al más habitual de 4/4 y Gilmour vuelve a demostrar porque está en un sitio preeminente el Olimpo de los Dioses de la guitarra. Tras una brutal primera parte, todo el eco y el reverb se elimina creando la sensación de cuatro músicos tocando una gran ‘jam’ blues en una pequeña habitación, luego el eco y el reverb vuelven en todo su esplendor, subiendo la intensidad y la energía de su toque. En menos de dos minutos Gilmour da una clase de cómo se construye un solo a la perfección, utilizando a la perfección el ‘bending’ con su querida guitarra Bill Lewis.  



Hey You
 

Una de las mejores canciones de The Wall, comienza con arpegios en una guitarra acústica con una afinación parecida a la Nashville, luego entra la voz de Gilmour, posteriomente, el bajo, también tocado por el guitarrista, y el Fender Rhodes de Wright. Otra guitarra acústica, una Martin D-12, y la batería de Mason hacen su aparición, y luego, de la nada, surge un solo de guitarra con la Black Strat, tocado sobre la melodía de Another Brick in the Wall. Luego Waters se hace cargo de la voz solista y vuelven las acústicas, acabando con una línea totalmente profética en cuanto a la propia banda “Together we stand divided we fall”.
 



Pigs (Three different ones)
 

Mi canción favorita de Animals, una maravilla en todos los sentidos que se ve coronada por otro gran solo por parte de Gilmour. El trabajo de los cuatro miembros durante la canción es excelso, es increíble lo conjuntado que tocan, sobre todo sabiendo que las relaciones en la banda no eran las mejores, Gilmour va añadiendo bastantes ‘licks’ con sabor blues a lo largo de la canción, además de juguetear con un Heil Talk Box, pero el momento en el que realmente brilla es en el solo del final, a partir del 9:39, utilizando su querido Muff, un solo lleno de fuerza y emoción que golpea al oyente como un derechazo de Mike Tyson, comenzando con una sola nota repetida y desbocándose desde ese momento.

 

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