Greatest Hits From Around The World (2016)

ZZ Top

La “verdadera vida” de la banda de Texas  

Nos vamos de viaje. De Las Vegas a Berlín pasando por Nashville, Chicago, Vancouver, París, Roma… ZZ Top son nuestros compañeros de asiento con su primer -eso dicen- disco en directo verdaderamente ‘oficial’. Como si eso importase. Hemos tenido que esperar casi medio siglo, pero aquí está, la legendaria banda de Texas interpretando sus mejores canciones, al menos un buen puñado de ellas, sin el cortafuegos del estudio de grabación.
 

La promo oficial del disco destaca que, según el mismísimo Billy Gibbons, este disco resume “la verdadera vida de ZZ”, la mayor parte de ella en la carretera, dejándose la piel en cada concierto. “Es la crónica definitiva de una banda que durante cuatro décadas deluxe simplemente ha hecho lo que quería hacer”. Un retrato en surcos -o bits, lo que uno prefiera- de tres hombres que, cuarenta años después, siguen disfrutando sobre el escenario tanto o más que el primer día.



Se trata, pues, de escuchar a nuestros admirados barbudos en su salsa, mexicana por supuesto. Lo primero que llama la atención es el sonido, una producción que ha conseguido aunar calidad y crudeza, respetando incluso el chirriante arranque de tres músicos -y un ejército de atribulados ingenieros- aprovechando los primeros compases de los conciertos para ajustar los niveles y conseguir que los amplificadores no parezcan latas de sardinas.  

Guitarra, bajo y batería a todo volumen, con el bajo de Dusty Hill rompiendo en el estómago y Frank Beard intentándolo con los parches de su batería… hasta que la Gibson de Billy Gibbons -con el permiso de la Gretsch Bo Didley- toma el mando en el primer punteo y todo encaja en su sitio mientras tu cuerpo se te escapa, sin que puedas evitarlo, con el boogie-boogie de Got Me Under Pressure.
 

Pura apariencia. ZZ Top es un reloj bien engrasado al que Gibbons da cuerda a su gusto. Sus temas suenan en directo casi idénticos al original, pero sólo casi, el resto lo pone esta leyenda de las seis cuerdas con una exhibición de técnica que no serviría de nada si por sus venas no corriese el espíritu del blues y la energía del rock. Sobre todo cuando ya vas camino de cumplir los 70.
 



El blues, precisamente, es una de las ausencias de esta “crónica definitiva”. Los de Texas han querido hacer un disco marchoso, rockero de principio a fin, obviando un género en el que también tienen auténticas maravillas aunque la gloria se la hayan llevado los indiscutibles ‘números 1’. La única excepción es Rough Boy, un tema que no podían dejar fuera, como tampoco a un viejo amigo como Jeff Beck, fiel escolta en centenares de conciertos. A él le dedican un homenaje especial con una potente versión del clásico Sixteen Tons.
 

El otro ‘pero’ que se le puede achacar al primer ‘Live’ de ZZ Top es que el repertorio seleccionado induce a pensar que esa “verdadera vida” de la que habla Gibbons se terminó en 1994, con el magnífico Pincushion de Antenna. Salvo que estén preparando una segunda entrega para un futuro más o menos próximo. En este -esperemos- primer capítulo de la “crónica” viva de ZZ Top el protagonista es, por supuesto, el insuperable Eliminator (1983).
 

Gibbons, pues, se equivoca. Porque esta crónica aún no tiene escrito su final.


(Todas las imágenes ©CordonPress)

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