De vuelta a lo que mejor hace

Por Tom MacIntosh

El lanzamiento del segundo disco en solitario de Billy Gibbons, The Big Bad Blues (Concord Records, septiembre de 2018) le trae de vuelta a lo que mejor sabe hacer, el bullicioso y arrollador blues de Texas, después de un disco de debut, Perfectamundo (2015), donde coqueteaba de manera brillante con la música cubana, pero eso fue entonces y esto es ahora. A pesar de que hace versiones de algunos clásicos como Rollin’ and Tumblin’ de Muddy Waters, más dos canciones de Bo Diddley, Crackin’ Up y Bring It to Jerome, el resultado tiene claramente el sello de Gibbons.  

Su alineación estelar incluye a Mike ‘the Drifter’ Flanigin a los teclados, Matt Sorum (Guns N Roses, Cult), y Greg Morrow a la batería, Austin Hanks a la guitarra, James Harman a la armónica, y el bajista y productor Joe Hardy, una banda que nos ofrece unos jugosos blues desde la campana inicial.
 



The Big Bad Blues
se abre con un blues/boogie llamado Missin 'Yo' Kissin', escrito por su mujer Gilligan Stillwater, que suena a La Grange, con riffs obscenos fácilmente reconocibles, el aullido de la armónica de Harman y la potente sección rítmica. También está el simple y efectivo ritmo palpitante de cosas como My Baby She Rocks, That’s What She Said, o el grunge pantanoso de Mo' Slower Blues, tres arreglos de blues vibrante que se mantienen frescos y fieles a las raíces orgánicas del género, aunque haciéndolo propio.
 

Billy Gibbons ha preferido sobre todo el sonido de las Gibson, especialmente la legendaria "Pearly Gates", una Les Paul Standard del '59 que compró por 250 dólares después de vender su coche favorito, que le dio a ZZ Top su característico sonido hasta este día. Según el propio Gibbons, "Brilla por ese tono sucio y obsceno, desafío a cualquier otro instrumento, sin contar cosas extrañas, a que suene así de salvaje". También ha tocado con otras marcas a lo largo de su carrera, como la Fender Jazzmaster del 63 o la Esquire, y la casi extinta Gretsch Jupiter Thunderbird, un regalo del mismísimo Bo Diddley. Para la gira promocional de este disco, diseñó guitarras Newman para diestros y zurdos con una pastilla Little Thunder, que le permite tocar las notas bajas con una señal de bajo, por lo que los conciertos, de hecho, se realizaron sin un bajista; sólo un espectáculo de 3 hombres, con él, Hanks y Sorum.
 



Él y los muchachos llevan el Rollin' and Tumblin' de Waters a nuevas alturas en frenéticas florituras y solos que complementan la voz grave de Gibbons que domina el blues como un auténtico "jefe". Otro homenaje a Muddy Waters es la emocionante versión de la pausada Standing Around Crying, una canción que parece escrita para la voz ronca de Gibbons y el trabajo a la armónica de Harman que simplemente brilla; una gran versión de un estándar blues de la que Waters estaría orgulloso.
 

Si la música blues tiene que ver con el estilo de llamada y respuesta, la aceleración y la desaceleración, y saber cuándo hacerlo, contando la historia de quién eres como bluesman, el señor Gibbons conoce esta forma a la perfección y la muestra al seguir a Waters lentamente en Standing Around Crying o con el 'shuffle' de Let The Left Hand Know, con puros 'bends' de guitarra blues tocados sobre la línea de bajo y la armónica. Las cosas se ponen aún más pantanosas con el blues sólido de Bring It To Jerome, una pieza de Bo Diddley sobre su amigo a las maracas y compañero de composición, Jerome Greene, y Hollywood 151, un blues/rock que suplica ser tocado a todo volumen.
 



El disco se cierra con otro regalo de Diddley, Crackin' Up, donde Gibbons obtiene hábilmente el sonido de la guitarra "líquida" al usar probablemente un DeArmond Tremolo, como Diddley, en un tema parecido a un mambo que podrías escuchar a Jimmy Buffett o David Lindley, pero con mucho más fondo y repercusión. Es un final perfecto para un excelente paquete de blues, ya sea que te guste el blues/rock moderno o la "vieja escuela", The Big Bad Blues ofrece una amplia gama de clásicos y originales, pero destaca como el blues definitivo de Billy Gibbons.


Galería de foto