Al estilo de Carl Perkins

Por Miguel Ángel Ariza

No hace demasiadas semanas, hablando del sonido eléctrico de Johnny Cash, tocamos de refilón a nuestro protagonista de hoy, Carl Perkins, un artista que si bien acompañó en innumerables ocasiones al hombre de negro se merecía su propio hueco dentro de nuestras leyendas como uno de los pioneros del estilo que puso patas arriba el siglo XX y que guiaría las vidas de muchos de nosotros muchas generaciones después: el Rock and Roll.  

Sabemos que la primera 'guitarra' que tuvo entre sus manos fue una 'Cigar box' que le fabricó su padre con una caja de cigarros y el palo de una escoba. Es lo máximo que podía permitirse una familia que trabajaba al completo en los campos de algodón de Tennessee. Más tarde conseguiría su primera guitarra de verdad y comenzaría su andadura musical con sus hermanos por locales de la zona.
 



Pero Carl Perkins es quien es no por su capacidad de recolectar algodón ni por los bolos locales que compaginaba con su labor en los campos sino por vender millones de copias de uno de los éxitos más imperecederos de la música popular norteamericana. Blue Suede Shoes reventó las listas de éxitos del año 1956 y la guitarra que escuchamos en esa grabación no es otra que una Gibson Les Paul Goldtop con dos P-90 de 1954.
 

    



Con el éxito de Blue Suede Shoes se compró poco después una Gibson ES-5 con tres pastillas con la que podemos verle en muchas de las fotografías que hemos encontrado de su etapa en la Sun Records de Memphis. Llegó a aquella ciudad convocado por la voz de un tipo llamado
Elvis Presley que según el propio Perkins entendía y hacía música como él siempre había querido hacer. Pronto se conocerían, se harían amigos e incluso coincidirían en el estudio y tocarían juntos dando como resultado aquellas desenfadadas grabaciones del legendario 'Million Dollar Quartet' junto a Johnny Cash y Jerry Lee Lewis.
 

En la década siguiente podemos verle muchas veces acompañado por la que por entonces era una de las guitarras más lujosas del mercado, una Epiphone Emperor, con tres pastillas Mini humbucker. Más tarde hemos podido verle con varias guitarras de luthier como la que le hizo Bernie Hamburger quien a su vez hizo varias guitarras para uno de los mayores fans de Carl Perkins; hablamos nada más y nada menos que de George Harrison.
 

 

En los últimos años de su carrera también pudimos ver a Perkins usando varios modelos de guitarra de la marca Peavey, concretamente los modelos T-27 y T-60, y algún modelo G&L como la Broadcaster.
 

 

En una carrera que abarca cinco décadas Carl Perkins usó como veis muchas guitarras distintas pero nunca dejó de sonar a aquel Rock and Roll primitivo que enamoró a toda una generación y que años más tarde, cuando su fama se desvanecía, reivindicó a Perkins como una figura fundamental en la explosión del Rock and Roll que lideró su buen amigo Elvis Presley desde los estudios de la Sun Records en Memphis. Todavía debe resonar por allí aquel 'Well it's one for the money, two for the show...'