Sonidos años '70 y '80

Por Miguel Ángel Ariza

Son infinitas las diferencias de sonido que podemos encontrar y resaltar en este artículo ya que los 70 y los 80, aunque sean décadas consecutivas, en nuestro maravilloso mundo de la guitarra eléctrica parecen casi décadas enfrentadas una con la otra.  



Si el paso de los 60 a los 70 sónicamente se había caracterizado principalmente por el desarrollo tecnológico en los estudios, los equipos de amplificación y el comienzo del uso más o menos común de pedales de efecto el paso a la siguiente década, con la tierra del sol naciente como principal exportadora de nuevos e innumerables efectos de guitarra, rompió lazos con su pasado reciente e hizo que los 80 aún sigan ostentando a día de hoy el dudoso honor de ser la década en la que más procesada ha sonado la guitarra eléctrica de la historia y de la que más pedales tenemos que poner en nuestra pedalera para emular aquellos sonidos.  

Desde Guitars Exchange vamos a centrarnos en tres diferencias básicas que ocurrieron finales de los 70 y principios de los 80.
 



El sonido limpio
 

El sonido limpio de la guitarra eléctrica en la década de los 70 se caracteriza principalmente por buscar un sonido limpio de válvulas tanto cristalino como ligeramente saturado, generalmente sin ningún efecto entre la señal que va de la guitarra al amplificador. Puede que el único efecto que escuchemos en infinidad de canciones sean las propias reverb de los amplificadores o añadidas después en la producción de los temas.  


En cuanto a las guitarras acústicas de los años 70 probablemente nos encontremos con la década con mejor sonido de la historia en este sentido. Estudios de grabación ideados y construidos como obras arquitectónicas a favor de la mejor acústica posible, los mejores micros y estudios llenos de técnicos e ingenieros en busca de la mejor posición de cada micro para recoger ese sonido. La música se había convertido en un negocio multimillonario y la industria invertía mucha pasta en hacer que sus productos sonasen increíblemente bien (recordemos el boom de los equipos HI-FI en esa misma década).  

En los años 80 el sonido 'limpio' de una guitarra eléctrica o acústica iba a estar acompañado en el 90% de las ocasiones de un efecto: el Chorus. Vale, quizá estemos exagerando un poco (no mucho) pero ese pedal dominó toda la década de los 80 y es prácticamente imposible escuchar un sonido limpio que no esté pasado por una cadena de pedales que mínimo no tuviese un Chorus encendido. Se acabó para siempre enchufar una guitarra a un ampli y no añadir algún efecto entre medias. Los 80 eran así y ¿sabéis qué? A las guitarras acústicas también se lo añadían.
 



El sonido saturado


Con el sonido saturado ocurrió algo parecido solo que en vez de añadir un Chorus lo que añadimos en los 80 es: Distorsión. Se acabaron los fuzz y se acabaron los sonidos saturados de amplificadores de válvulas a todo volumen característicos de los 70 y que por cierto hoy en día son tonos deseados por miles de guitarristas por todo el mundo. Bien, eso nos puede gustar ahora pero en los 80 apestaba. Lo que se buscaba era la distorsión total, cuanto más saturada mejor. Los Plexis de Marshall ahora eran los JCM 800 de Marshall. El Hard Rock había muerto y ahora reinaba el Heavy y el nuevo Metal. Incluso Fender añadió una distorsión a su modelo más emblemático, el Fender Twin Reverb, y sacó la bestia de 180 watios a válvulas llamada Fender Super Twin Reverb. Recordemos que las Strats ahora eran Superstrats y que
Van Halen había expandido por el mundo el tapping y habitábamos un planeta de 'guitar heroes' con peinados lacados y pirotecnia en los conciertos.
 



En los 80 todo tenía que ser grandioso y, sobre todo, muy saturado. De ahí que alguno de los iconos de la época sean pedales como los Boss OD-2 Turbo overdrive o el Boss DS-2.
 



El sonido procesado
 

Es bastante complicado encontrar una sola canción producida en los 80 que quisiese llegar a las listas de ventas y que no tuviese un auténtico arsenal de efectos añadidos no solo a la guitarra sino a todos los instrumentos que se acercaban aquel día por el estudio (no queremos volver a recordar aquellos sonidos de batería...).  

De ahí que efectos de guitarra como los Delays, el DD3 de Boss o el AD-9 de Ibanez/Maxon, los PH-1 Phaser o los MXR, los Flanger Boss BF-2... son pedales que debes tener si quieres parecerte en algo a lo que sonaba en las listas de éxitos de aquella década.
 



Y aunque se nos pueda notar aquí, no lo negamos, que preferimos el sonido de una década a la otra no queremos decir ni mucho menos que nos disguste el sonido de los 80. Aquellas eran y siguen siendo canciones increíbles, simplemente les pusieron demasiado maquillaje encima pero !qué narices¡ tener toda esa paleta de efectos añadidos hacen de ellas canciones muy difíciles de emular en directo a día de hoy sin al menos diez o doce pedales a tus pies o una buena pedalera que te permita emular todos aquellos sonidos... y eso siempre es una buena excusa para comprar un pedal más.