Al estilo de Chet Atkins

Por Miguel Ángel Ariza

No hace demasiadas semanas rendíamos homenaje en esta sección al señor Les Paul y hoy le toca el turno a un coetáneo suyo con el que tiene bastantes cosas en común; la primera es que su maestría a la guitarra le hizo ser venerado e imitado por casi todos los guitarristas de su época y, en su estilo, de todas las venideras; la segunda es que su firma también está estampada en muchas de las guitarras que nos dejan con la boca abierta por su belleza y su sonido cuando las vemos en una tienda real o virtual y la tercera es que su impacto en la música y la guitarra fue más allá de sus meras grabaciones ya que por un lado llevó su instrumento a nuevos cotas de calidad gracias al diseño y perfeccionamiento de sus guitarras y por otro influyó mucho también en el diseño y las técnicas de grabación empleadas en los estudios de los años 50 y 60, concretamente en el Estudio B de RCA Víctor en el que grababan Elvis y compañía... Todo esto tiene en común Les Paul con nuestro protagonista de hoy: 'Mr Guitar', más conocido como Chet Atkins.  

Muchos de vosotros asociaréis directamente este nombre con la marca de guitarras Grestch, y no es extraño ya que su firma forma parte de muchos de sus modelos más legendarios. Nos centraremos hoy aquí en cuatro de ellos: la Gretsch 6120 de caja (de 1954) , la Grestch 6121 (1955) de cuerpo sólido, la Country Gentleman de 1957 y la 6119 Tennessean de 1958. Estos cuatro modelos, junto con la White Falcon, son quizá los más representativos en la historia de la marca americana y con variaciones distintas a lo largo de los años pero siendo bastante fieles al diseño original aún hoy siguen saliendo de sus fábricas (ahora japonesas desde que Gretsch fue absorbida por Fender). Actualmente las podemos encontrar bajo el nombre de NashvilleCountry Classic y Tennessee Rose.
 

Pero no todo han sido Gretsch en la carrera y los discos de Chet Atkins; de hecho en alguno de ellos nos ha dado la pista perfecta sobre sus gustos como por ejemplo en el que tituló My favorite guitars y en el que en cuya portada podemos ver una Country Gentleman acompañada de una Delvecchio Resonator hecha en Brasil y una guitarra clásica hecha en España. Pero más allá de estos modelos no podemos olvidar que una vez que su relación con Gretsch terminó debido a que la marca dejó de ser una empresa familiar unió su sabiduría y su imagen con otro coloso norteamericano de las guitarras eléctricas: Gibson. Eso sí, las primeras guitarras que diseñó junto a ellos fueron de corte clásico con cuerdas de nylon. Así vinieron todos los modelos Chet Atkins CE aunque por supuesto también llegó el de la Gibson Country Gentleman, guitarra que por cierto eligió para posar con ella en la portada de su libro 'Me and my guitars'.
 

Toda una vida dedicado a crear un nuevo estilo basado en el finger picking y buscando esos tonos limpios, brillantes y dinámicos que resaltasen su técnica depurada a base de hacer las líneas de bajos con púa y la armonía con las yemas de los dedos, a semejanza de su idolatrado Merle Travis y llevando esa música y esa manera de entender la guitarra eléctrica a una nueva dimensión.
 

En sus comienzos fueron muchas las radios y los locales que despidieron al bueno de Chet Atkins por 'alejarse demasiado del country' así que sirvan estas líneas como homenaje a este genio de las seis cuerdas que como a la mayoría de los genios le costó mucho sudor ser entendido por el gran público; un público que por cierto le debe mucho ya que fue uno de los principales culpables de crear aquel 'sonido Nashville' o lo que es lo mismo de sacar el country del sur de Estados Unidos y hacerlo global.  


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