Podríamos tener delante de nosotros el catálogo mundial de guitarras hechas hasta la fecha, coger una mano inocente, decirle que escoja tres o cuatro modelos al azar y probablemente sean tres o cuatro modelos que hayan pasado por las manos de Joe Bonamassa, quizá el guitarrista de nuestros días más ligado al mundo del coleccionismo que tanto nos apasiona en Guitars Exchange. Puede que otros de los que hayamos hablado antes tengan una colección parecida pero es que es muy fácil ir haciéndose con un arsenal increíble cuando comienzas a comprar guitarras en los años 60. No es el caso de nuestro héroe de hoy, nacido en 1977, y envenenado con la música y el tono de décadas anteriores a su nacimiento como nos ocurre a muchos de nosotros hoy en día, así que ¿por qué no decirlo? nos sentimos un poco identificados con los gustos y las tendencias del señor Bonamassa y ¿por qué no aplaudirlo? preferimos que las guitarras de colección acaben en los escenarios y sonando en los conciertos de un tipo que se pasa nueve meses de gira al año que colgadas en los museos o en las paredes de coleccionistas que no tienen ni idea de qué hacer con ellas.      

Así que Joe, estamos contigo, pero la verdad es que eres un auténtico hueso del que hablar en esta sección en la que intentamos resumir en unas pocas líneas el sonido de un guitarrista. Quizá podemos hablar del estilo de este guitarrista; poderoso, basado en el hard blues y el hard rock, técnico y visceral, esa mezcla que nos gusta tanto pero quizá más lo primero que lo segundo, cosa que el propio Bonamassa se echa en cara a sí mismo. De hecho usa un cordaje bastante grueso, mínimo del 011, justo para ponerse difícil el corretear por el mástil ya que sabe que en el terreno del blues la velocidad casi nunca va de la mano de la belleza.      

Dicho esto vamos a enumerar alguna de las joyas de la corona perteneciente a su colección privada y que, repetimos, podéis escuchar en sus discos y ver y escuchar en sus conciertos. Comencemos por el que, por las veces que le hemos visto en directo, creemos que es su modelo favorito: La Gibson Les Paul. Hablamos de un guitarrista que desde hace años usa decenas de guitarras distintas en sus shows, siendo muchas de ellas modelos distintos de Les Paul. En su colección tiene no una sino varias Gibson Les Paul Standard del 59 y mínimo un par del 60, siendo una de ellas mínimo la que acompaña su gira del momento. A este modelo le añade siempre una Gibson Les Paul Standard Goldtop con P-90's de 1954 o una Gibson Les Paul Custom de 1953 con las mismas pastillas.      

Con solo ese párrafo ya tenemos más de un millón de dólares en guitarras pero es que podemos acabar el artículo simplemente enumerando otras de sus joyas como una Fender Broadcaster de 1950, una Stratocaster de 1956, o la que dice que puede ser de las primerísimas Fender Stratocaster negras de la historia de 1955, una Gibson Firebird de 1963, una Fender Jazzmaster de 1966 en el rarísimo color original 'sea foam green'... y así hasta llenar varios folios con lo que, para no aburrir al personal, centrémonos en destacar que este fanático de Paul Kossoff llamado Joe Bonamassa puede que sea un coleccionista voraz pero es que resulta que acompaña esa afición con una mucho más importante para nosotros que es la de tocar la guitarra de manera increíble, lo que le ha permitido ganarse primero el derecho a tocar con los más grandes guitarristas de blues de la historia y los elogios de todos ellos después, comenzando con B.B. King cuando tan solo era un niño hasta acabar anunciándose junto a Eric Clapton años más tarde. Es quizá la más joven de las leyendas del blues en la actualidad, y aunque su estilo puede no ser todo lo puro que él quiere que sea, a nosotros nos parece motivo de celebración que las grandes guitarras sigan enchufándose, sonando y haciendo disfrutar a la gente gracias a grandes guitarristas como él.