Al Estilo De Allen Collins
Por Miguel Ángel Ariza
Si
fuésemos supersticiosos tendríamos miedo de pronunciar el nombre de Allen
Collins en alto ya que la tragedia parece perseguir la biografía de
este artista pero resulta que no somos supersticiosos y lo decimos bien alto:
Allen Collins es un auténtico animal de la guitarra eléctrica y uno de los
pilares sobre los que se sostiene el rock sureño; primero por sus composiciones
y segundo por enseñarnos el lado salvaje del rock sureño con su todopoderosa
banda Lynyrd Skynyrd.
Hablamos
de un guitarrista que acumula durante su carrera más accidentes con víctimas
mortales de por medio que modelos de guitarra usados pero la verdad es que no
es demasiado difícil ya que principalmente usó una guitarra por encima de todas
en su época de gloria con los de Florida, su Gibson Firebird de
1964, a la que se irían sumando otras dos Firebird del mismo año. Todas ellas
con ligeras modificaciones y alteraciones, no solamente variando su juego de
pastillas favorito (una P-90 en puente y una Mini humbucker en mástil) sino
también un buen puñado de reparaciones a lo largo de los años que hacían de
ellas guitarras bastante distintas al modelo original.
Pero no
podemos olvidar que en el inconsciente colectivo la guitarra que tenemos ligada
a este guitarrista es su Gibson Explorer de 1958, modelo con el que
incluso Gibson honró al artista con una línea signature. Es a partir del año
1976 cuando este modelo hizo su primera aparición en la vida de Collins y por
tanto en la vida de los Skynyrd aunque como muchos sabréis no era mucho el
tiempo que le quedaba a la banda hasta el fatídico accidente de avión que puso
fin a su historia.
Era parte
de la banda que se presentaba al mundo con un, por entonces nunca visto, trío
de guitarristas en el escenario pero principalmente hizo un dúo perfecto junto
a Gary Rossington, que estuvo en la banda todos los años que estuvo
activa al igual que él, y complementándose como si fuesen un único guitarrista
Collins era el encargado de buscar el tono alternativo al sonido estrictamente
sacado en cada tema de la Gibson Les Paul Standard de 1959 de
su compañero. De ahí que para añadir texturas Allen Collins se tuviera que
valer de vez en cuando de su Fender Stratocaster de 1964,
principalmente desde la salida de Ed King de la banda hasta la
llegada de Steve Gaines.
Sus
Firebird y su Strat solían ir enchufadas a un Fender Super Reverb,
a un Marshall Super Tremolo o un Fender Twin conectado
a una pantalla Marshall. Es a partir de su cuarto álbum cuando comienzan a
aparecer los combos y cabezales Peavey con el que le vemos en
algunos de los últimos conciertos de la banda. Y por terminar con su equipo más
usado el pedal que quizá más tiempo le acompañase fuese su Vox Wah.
Este es
más o menos el equipo principal con el que Allen Collins desafió a la muerte
durante su carrera hasta que le ganó la partida finalmente en 1990, tras años
viviendo sobre una silla de ruedas y con una parálisis en uno de sus brazos que
acabó por quitarle la guitarra de las manos...pero Allen Collins no está muerto
porque cada vez que suena Freebird en
alguna emisora o equipo de música del planeta Tierra ese tipo sigue vivo y no
va en silla de ruedas...ese tipo vuela.